Uno de los grupos más difíciles en esta nueva cita mundialista de Alemania es el Grupo A, con sede en Trier y conformado por cuatro selecciones europeas, una africana y una americana. En total un grupo con seis equipos que presentan diferentes características y formas de entender el balonmano, no apto para cardíacos y donde puede darse más de una sorpresa. Los pequeños detalles y la regularidad primarán para alcanzar una de esas cuatro plazas tan ansiadas que dan acceso a la siguiente fase: los octavos de final.
Francia
Francia es una auténtica potencia de balonmano, sinónimo de éxito, tanto en su versión femenina como masculina. Y los hechos del pasado así lo avalan. Además del histórico de medallas que poseen en sus vitrinas, las de Olivier Krumbholz lograron en 2016 una auténtica gesta: plata en los JJOO de Río y bronce en el Europeo de Suecia. Dupla de metales que la elevan a uno de esos puestos privilegiados del panorama internacional, siendo foco de muchas miradas.
Una selección cargada de nombres muy conocidos. La IHF destaca en sus publicaciones a la veterana portera del Vardar, Amandine Leynaud y a la central Allison Pineau (Brest Bretagne), pero no hay que olvidarse tampoco de Siraba Dembele (Rostov Don), Camille Ayglon (CSM Bucuresti) o Alexandra Lacrabere (Vardar). Que todas ellas superen las 200 internacionalidades con Francia ya dejan atisbo de la calidad que presenta este equipo, capaz de circular el balón de una forma casi inverosímil, de conectar entre líneas o de contar con una de esas defensas férreas que frustra a tantos ataques. Se trata, por tanto, de un arduo rival para cualquiera, pues para poder batirle pocos errores están permitidos.
Allison Pineau (Francia) – Fotografía: Getty Images
Rumanía
La selección rumana parte como otro de los favoritos en las apuestas. Un equipo muy competitivo y habitual en toda competición existente a nivel internacional. Con grandes jugadoras en sus filas, el equipo que comanda el técnico español Ambros Martín tiene en Alemania la oportunidad de revalidar el pódium logrado en Dinamarca hace dos años.
Pensar en Rumanía es pensar en Cristina Neagu (CSM Bucuresti), su estrella, elegida mejor jugadora del mundo en 2014, presente en las designaciones all-star en múltiples ocasiones y elegida MVP en otras muchas. Destaca por su gran versatilidad en cualquier puesto de primera línea, pero sobre todo por su potencia y calidad de lanzamiento exterior. Un quebradero de cabeza para la defensa de cualquier equipo. Junto a ella viajarán otras jugadoras sobresalientes como la pivote Crina Pintea (Issy Paris), la extremo Valentina Ardean-Elisei (SCM Craiova), la central Eliza Buceschi (ASC Corona Brasov) y la lateral Melinda Geiger (Brest Bretagne). Por contra, el seleccionador español deberá intentar evitar que las ausencias de Ungureanu, Bradeanu y Manea, referentes del equipo rumano en los últimos años, no se hagan demasiado evidentes.
Cristina Neagu (Rumanía) – Fotografía: Marius Hutu
España
España llega a Alemania con ganas de probar una vez más que es capaz de mucho. Con un grupo renovado al completo, tanto en la parte técnica como en la de jugadoras, el máximo rival de la selección ibérica es ella misma. Destacando el dinamismo de su ataque posicional, buscará suplir las carencias de lanzamiento exterior habituales con la entrada de cinco zurdas en la lista definitiva de 19 —si bien hacía mucho que no se consideraba esta posibilidad— gracias a la gran evolución de las más jóvenes. Mezcla de veteranía y juventud donde el proceso de adaptación y los nervios serán claves para alcanzar el objetivo final, que es lograr el pase a octavos y una vez ahí intentar llegar lo más lejos posible, sin presión, pues en la convocatoria realizada por Carlos Viver entran hasta siete jugadoras que se estrenan con la absoluta en un Campeonato del Mundo.
Con las bajas de Macarena Aguilar y Marta Mangué, dos de los máximos y más recientes referentes en la historia del balonmano femenino español, Carmen Martín (OGC Nice) hereda la capitanía. La extremo zurda, habitual en el equipo ideal por su polivalencia y eficacia de lanzamiento, contará con la ayuda de jugadoras destacadas de la talla de Nerea Pena (FTC Rail Cargo) y Shandy Barbosa (Rostov Don), y con la seguridad que aportan bajo palos las guardametas Silvia Navarro (Rocasa ACE GC) y Darly Zoqbi (ZRK Buducnost).
Carmen Martín (España) – Fotografía: AFP
Eslovenia
Uros Bregar es el elegido para dirigir a una selección que vuelve a un mundial después de estar doce años ausente. La selección eslovena no participaba en esta cita desde Rusia 2005, donde consiguió la décimo cuarta plaza. Se trata, por tanto, de una auténtica proeza para un país donde el balonmano femenino nacional coge cada vez más fuerza. Y reflejo de ese progreso es el hecho de que la mayor parte de las jugadoras de esta selección cuentan con minutos en la Champions al ser integrantes del RK Krim Mercator, equipo con sede en Ljubliana cuyo técnico también es Uros Bregar, lo que concede ciertas ventajas al quehacer de la selección nacional.
Entre sus jugadoras más notorias sobresale Ana Gros (Metz Handball), lateral zurda que en sus 75 partidos con la verde ya colecciona 292 tantos en su haber, conocida internacionalmente por su lanzamiento y alta calidad en el juego posicional. Asimismo, destacan Neli Irman (Spono Eagles), eficaz en su demarcación de extremo; y las jóvenes promesas Ana Abina, Tjasa Stanko y Nina Zulic —todas ellas del RK Krim Mercator—.
Ana Gros (Eslovenia) – Fotografía: Sportidia
Angola
El técnico danés Morten Soubak, que llevó a lo más alto del pódium mundialista a la selección brasileña en 2013, es el encargado de anclar las piezas del vigente campeón africano. La selección angoleña viaja a Alemania con la intención de alcanzar unos octavos de final aun teniendo en cuenta la dificultad de un grupo que no se lo pondrá nada sencillo. Ya rozaron una auténtica gesta en los pasados juegos de Río, donde se colgaron el diploma tras caer en cuartos de final frente a Rusia —posterior campeón olímpico— consiguiendo una meritoria octava plaza; por lo que el objetivo no es otro que llegar lo más lejos posible.
Se trata de una selección en la que se fusionan juventud y veteranía, que busca crear espacios a partir del juego combinativo un tanto anárquico de la primera línea, su mayor baza. Tarea que se ve facilitada por el hecho de que casi todas las jugadoras pertenecen a uno de los dos grandes equipos del país, el Clube Desportivo 1º de Agosto y el Atlético Petróleos de Luanda. Como referentes de esa ofensiva destacan Isabel Guialo y Juliana Machado, ambas exjugadoras del Mecalia Atlético Guardés; así como las zurdas Magda Cazanga y Azenaide Carlos, cuyo potente lanzamiento exterior puede ser clave a la hora de determinar el devenir de un encuentro.
Isabel Guialo (Angola) – Fotografía: Zimbio
Paraguay
La selección panamericana parte como el rival más asequible en un grupo donde las cuatro primeras plazas serán objeto de una intensa lucha entre los equipos con mayor potencial. El conjunto albirrojo, comandado por el técnico paraguayo Neri Rubén Vera, logró la clasificación directa por alcanzar una tercera posición en el Campeonato Panamericano —por detrás de Brasil y Argentina—; pero nunca ha logrado pasar a los octavos en una cita mundialista.
En esta ocasión seguirán contando con la magia de la central Marizza Faria, una habitual de la Liga Guerreras Iberdrola de balonmano femenino que, después de pasar por Monóvar, Elda, Mar Alicante y Elche Mustang, milita actualmente en el Mavi Nuevas Tecnologías por tercer año consecutivo. Su buena visión de juego y gran verticalidad serán las claves para organizar el ataque de un equipo en el que también destacan Fátima Acuña (Nueva Estrella) y Kamila Rolón (San José).
Selección de Paraguay – Fotografía: IHF
Imagen destacada: IHF
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