Este domingo a las 18 horas se enfrentarán en el José Zorrilla dos conjuntos que en el caso de no sumar sembrarán un mar de dudas a falta de una jornada para cumplirse el primer tercio de liga.
Y es que tanto Real Valladolid como Nàstic de Tarragona llegan a este encuentro sin conocer la victoria en sus tres últimos partidos disputados, contando el aplazado que enfrentó al cuadro catalán con el F.C. Barcelona B este mismo miércoles. Mal bagaje para ambos si no quieren desengancharse del grupo de arriba en el caso pucelano y escapar de la zona de peligro en el caso de los tarraconenses.
Con todo ello, el equipo entrenado por Luis César sigue cosechando mejores actuaciones que resultados. La facilidad con la que está encajando goles comienza a ser preocupante, más si cabe si se quiere permanecer en los puestos altos de la clasificación, y en donde poco a poco, la igualdad del inicio ya no existe comenzándose a atisbar pequeñas distancias en lo que a puntos se refiere.
Con el punto débil centrado en la zaga, el técnico gallego introdujo cambios la pasada jornada en Reus con la participación de inicio de Calero acompañando a Kiko Olivas y Anuar en la medular. El resultado no mejoró lo visto hasta el momento aunque, por otra parte no empeoró. Será difícil saber si repetirá pareja de centrales o Deivid volverá a contar para Luis César y como Borja de acompañamiento en el mediocentro. La afición sigue apostando por Calero, por lo que no sería descabellado ver al canterano con nueva pareja de baile.
En la zona atacante la mayor duda viene por parte de Óscar Plano, titular en las últimas jornadas y que se le ha visto ir de más a menos con el paso de los partidos. El griego Gianniotas podría formar en su lugar, aunque Sampedro ya nos tiene acostumbrados a sorprendernos a la hora de conocer la formación inicial, Hervías también espera su turno.
Donde no se esperan novedades es en la inclusión de Toni Villa, el mejor de los blanquivioletas las últimas ni en como no, el máximo goleador de la categoría Jaime Mata, que sigue de dulce sumando once dianas en liga.
El conjunto dirigido por Antonio Rodríguez “Rodri” tratará tener mayor posesión de pelota que el rival, así evitar que el equipo castellano pueda desplegar el juego al que está acostumbrado, tal y como indicó en la rueda de prensa previa al viaje a la capital de Castilla.
El técnico podrá contar después de tres semanas en el dique seco con Ike Uche. El jugador nigeriano ha sumado en lo que va de campeonato cinco goles, y el equipo catalán no puede decir que no le haya echado en falta estos últimos tres partidos, ya que en los cuales no ha sido capaz de anotar ni un solo gol. El entrenador abrió la posibilidad de contar con el en equipo de forme de inicio.
Manu Barreiro podría acompañarle en el ataque buscando la debilidad defensiva del sistema de los de Sampedro. El delantero gallego suma dos goles esta campaña y su gran juego aéreo le dará alguna opción de aumentar su cuenta en jugadas desde la banda.
Maikel Mesa en el centro del campo será con casi toda seguridad el encargado de surtir de balones y peligro al eje atacante y será uno de los encargados de pelear por la posesión en la línea de medios con los pucelanos, tal y como ha demandado su técnico.
En línea defensiva no se esperan grandes cambios de inicio, aunque se puede esperan líneas más agrupadas con mayor ayuda de Zahibo en tareas de defensa.
Rodri no podrá contar con Dongou, al que esperarán una semana más para evitar riesgos innecesarios de cara a una nueva lesión.
Zorrilla no ve perder a su equipo desde la primera jornada de liga por lo que será una presa complicada para el Nástic, que sólo venció al Córdoba fuera de su estadio, aunque las urgencias por escapar de la zona baja sumadas al nerviosismo que se puede dar en las gradas vallisoletanas si no se es capaz de perforar la portería catalana en los primeros cuarenta y cinco minutos pueden ofrecer un caldo de cultivo perfecto para el equipo visitante de llevarse el gato al agua.
Todo ello nos otorga una suma de ingredientes muy apetecibles para la tarde del domingo en Valladolid donde se juegan algo más de tres puntos; ganar o perder significará el inicio de una escalada hacia objetivos más ambiciosos o un nuevo paso atrás cada vez más difícil de solventar.
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