Los premios “The Best” se entregaron el pasado lunes día 23 de Octubre en Londres, Inglaterra. Este premio se creó en el 2016 para substituir al FIFA Balón de Oro. Se entregan varios premios en la gala: Mejor Jugador del año, Mejor Jugadora del año, Mejor Entrenador, Mejor Entrenadora, Mejor Gol del Año (Premio Puskas), Mejor Afición, Premio Fair Play y Mejor Portero.
Los criterios de selección para los jugadores son: el rendimiento deportivo, así como la conducta dentro y fuera del campo entre el 20 de noviembre de 2016 y el 2 de julio de 2017.
Los votos serán decididos por periodistas, entrenadores de selecciones nacionales y capitanes de selecciones nacionales. En octubre de 2016, se anunció que también se permitiría votar al público en general. Cada grupo contará con el 25% del voto global.
En el Premio “The Best” a mejor jugadora, las diez finalistas eran: Lieke Martens, Carli Lloyd, Deyna Castellanos, Dzsenifer Marozsan, Pernille Harder, Vivianne Miedema, Wendie Renard, Jodie Taylor, Lucy Bronze y Sam Kerr. Las únicas que podían ganarlo este lunes eran Lieke Martens, Carli Lloyd y Deyna Castellanos. Con dos de las tres finalistas es cuando llego el problema por unas razones u otras, posiblemente Martens es la que más lo merecía.
Lieke Martens se proclamaba este verano campeona de la Eurocopa Femenina de la UEFA 2017 con su selección, Holanda. La extremo izquierda fue elegida mejor jugadora del torneo. Acabó anotando tres goles y dando dos asistencias. Martens fue nombrada hace poco Mejor Jugadora en Europa de la UEFA. A mayores, se convirtió en el fichaje estrella del FC Barcelona Femení. Probablemente, de las tres, la que sí era justa finalista.
Deyna Castellanos juega para la Florida State Seminoles en la NCAA, la liga universitaria de Estados Unidos, ni siquiera juega en una liga profesional y está nominada a este premio. Cierto que antes jugaba en Santa Clarita Blue Heat y consiguió premios individuales, pero ninguno colectivo. También se supone que está nominada por lo que hizo en el Mundial Sub-17 del 2016 en Jordania, pero se diputó entre septiembre y octubre y no estaría dentro del plazo. Además su selección quedó en cuarta posición, pero fue nombrada balón de bronce del torneo, bota de bronce y anotó el mejor gol de la competición.
Carli Lloyd juega en el Houston Dash en la NWSL pero disputó seis meses en el Manchester City. Carli fue la primera ganadora de este premio el año pasado. Este año la estadounidense no ha estado a su mejor nivel, teniendo una temporada muy discreta. Cierto es que perdieron el título de la Serie de Primavera de la Superliga Femenina de Inglaterra por la diferencia de goles y ayudó a su equipo a casi eliminar al Lyon en la Champions, con un gol en el campo rival. Asimismo, se proclamó campeona de la Copa Femenina de la FA por primera vez en la historia del club inglés. Quizás este año han sonado más las expulsiones en el campo que sus buenas actuaciones.
Ente las finalistas, las ausencias más sonadas son la Pernille Harder, Dzsenifer Marozsan y Samantha Kerr.
Pernille Harder es, posiblemente, desde hace año y media la jugadora más regular del mundo. En este verano llevó a su selección a disputar la final de la Eurocopa que perdieron contra Holanda, proclamándose SubCampeona de Europa y marcando en la final. La delantera juega en el VfL Wolfsburgo en Alemania con el que se proclamó campeona de la Allianz-Frauen Bundesliga y de la DFB Pokal. Además fue nombrada, por segundo año consecutivo, como la jugadora danesa del año. También fue nombrada la máxima goleadora de la Copa de Algarve con cuatro tantos y acabó siendo el bronce del torneo. Acabó ocupando la quinta posición en el premio “The Best” con un 11.06%
Dzsenifer Marozsan acaba de conseguir un triplete con el Olympique Lyonnais, ganando la Division 1 Féminine, la Coupe de France Féminine y la UEFA Women’s Champions League. Fue nombrada la jugadora del año de Alemania. Es una de las mejores jugadoras que puede haber, pero no termina de explotar como dios manda. Acabó en cuarta posición en el premio “The Best” con un 11.47%.
Sam Kerr es, definitivamente, la gran olvidada. La delantera que milita en el Sky Blue de la NWSL fue nombrada la MVP de la liga. Su año ha sido magnífico, no solo en cuanto a goles, sino a actuaciones. Las grandes victorias de su equipo han llevado su nombre. La australiana que se proclamó como la máxima goleadora histórica de la NWSL, la que anota más goles en una misma temporada, la única con un póker de goles en un partido y la única con dos Hat Tricks en una misma temporada. Asimismo, llevó a su selección a ganar uno de los torneos que realiza la USWNT, el “Tournament of Nations” por delante de Estados Unidos, Japón y Brasil. En el premio “The Best” ocupó la décima posición con un 4% de los votos.
Y a pesar de que se suponía que este premio era para mejorar al fútbol femenino las fechas no eran las mejores. ¿Donde estaba la ganadora Lieke Martens? Pues la holandesa no podía recibir el premio, como sí lo han hecho los hombres, porque estaba concentrada con su selección para los partidos clasificatorios para Francia 2019. ¿Por qué la mejor jugadora del mundo no podía recibir la atención que se merecía como los varones? Las fechas, como siempre, favorecían a los hombres y no a las mujeres.
¿Os imagináis a Gianluigi Donnarumma o a Rodrigo Betancur por delante de Cristiano o Messi? Pues eso mismo ha pasado con Deyna, ¿cómo puede estar delante de Harder, Sam Kerr o Marozsan?
Se supone que es un premio para valorar un año, no una trayectoria, por tanto ¿por qué siguen hablando de lo que hizo Carli Lloyd en el Mundial de Canadá 2015?
¿Por qué se valora más lo que puede transmitir una futbolista mediáticamente que lo que hacen dentro del campo?
¿Es más importante valorar el futuro de este deporte que el presente?
(imagen principal vía mundo deportivo)
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