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Un hombre de dos clubes

Son dos los años que hace desde que Howard Kendall nos dejó. Una leyenda identificable con dos escudos, con dos entidades, dos formas muy parecidas de vivir el fútbol en dos países distintos. El Everton y el Athletic Club.

No resulta extraño para un seguidor zurigorri el hecho de que un británico tome los mandos de la plantilla rojiblanca. Sheperd, Barnes, Burton, Kirby, Mr. Pentland, Bagge o Ronnie Allen han sido algunos de los entrenadores de las islas de habla inglesa que han estado en la institución zurigorri.

Hoy es el momento de recordar al último de todos ellos, Howard Kendall, una auténtica eminencia dentro del club de Merseyside, con el que consiguió dos ligas, una FA Cup, una Recopa de Europa y tres Community Shields entre 1984 y 1987. Aquel Everton veía cómo la hegemonía del Liverpool eclipsaba todo tipo de éxito dentro del país británico y el técnico de Gateshead, procedente del Blackburn Rovers, consiguió hacerse un hueco entre los grandes maravillando con un fútbol muy particular a todo amante del fútbol. Muchos lo consideraron el mejor equipo de Europa.

Sin embargo, tras la tragedia del estadio de Heysel en 1985, los clubes ingleses tuvieron prohibida la participación en competiciones europeas durante 5 años. Este fue, probablemente, el principal motivo por el cual el éxito de Kendall a nivel de títulos europeos se vio truncado.

Tras 327 partidos repletos de éxitos, puso rumbo hacia el norte de la Península Ibérica, allí donde el fútbol tenía esencia inglesa, donde la sociedad vivía y sentía el fútbol de manera muy parecida, por herencia de aquellos marineros ingleses que trasladaron el foot-ball hasta los puertos de la ciudad de “el botxo“.

102 encuentros en dos temporadas con el Athletic Club, a donde llegó tras una mala temporada de Clemente, que fue sustituido por José Ángel Iribar. El inglés tiró de cantera, pieza fundamental histórica en el Athletic, haciendo debutar a jugadores como Andrinua, Garitano, Alkorta o el actual presidente rojiblanco, Josu Urrutia. Con ello, logró alcanzar una gran cuarta posición, obteniendo el acceso a la Copa de la UEFA. La segunda temporada no fue tan buena. Quedó eliminado en dieciseisavos y séptimo en liga. No fue suficiente.

Howard Kendall fue sustituido por Txetxu Rojo tras una emotiva despedida. El inglés, entre lágrimas y con un castellano muy forzado, aseguró que, fuese donde fuese, iría a un equipo peor, puesto que consideraba al Athletic como “el mejor equipo del mundo”. Quedó enamorado de la forma de vivir el fútbol en Bilbao y de la peculiar política de fichajes de club vasco.

El 12 de agosto de 2006, los dos equipos de su vida le rindieron homenaje en Goodison Park con un amistoso. Salieron victoriosos los visitantes con un gol del hoy todavía delantero rojiblanco, Aritz Aduriz.

Está claro que las personas, aunque se vayan, serán recordadas por sus hazañas. Las leyendas, sin embargo, perdurarán por siempre en la historia más profunda de cualquier club.

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