El Valencia necesitaba un giro de 180º y con Marcelino lo ha dado, desde el primer momento dejó claro que su sello sería la pasión y el trabajo siendo minucioso en cualquier aspecto ya que el fútbol es un todo. Ya en la primera rueda prensa dejó su sello, va a ser exigente y quiere el máximo compromiso de los jugadores, que es justo lo que necesitan los aficionados valencianistas, sentirse identificado con su equipo, un equipo serio, trabajador, comprometido y autoexigente para volver a estar en Europa y ser de los mejores de La Liga.
Del asturiano conocemos su manera de entrenar y de jugar, su sistema favorito es el 4-4-2 porque le permite variar las posiciones en base a las necesidades del partido o del rival. Siempre busca encontrar las habilidades del jugador para usarlas en favor del equipo y que los defectos no salgan a la luz favoreciendo al modelo de juego que el entrenador emplea.
Pretende atacar teniendo el balón y siendo superior al rival por dos aspectos generales, el primero es que al tener 4 jugadores en mediocampo ya consigues superioridad para que no te hagan demasiadas ocasiones en contra, y lo está demostrando ya que los valencianos son el cuarto equipo que menos ocasiones concede esta temporada. El otro aspecto a tener en cuenta es que al jugar con dos puntas provocas una situación 1vs1 del delantero contra el central y en la mayoría de las ocasiones el delantero será el que las gane.
En situaciones de repliegue le da mucha importancia a que sean todos los jugadores los que ayuden a la recuperación del balón porque Marcelino defiende que las transiciones son decisivas en el fútbol y tiene razón, es la manera más sencilla de generar ocasiones. Y luego la transición ataque-defensa entiende que lo importante es el posicionamiento de los jugadores más cercanos y más alejados al balón para impedir ese contragolpe.
A la hora de gestionar el grupo el asturiano prefiere ser directo y sincero con los jugadores para evitar mal entendidos y dejar claro que el timón del vestuario lo tiene él. Hace tiempo, en una entrevista, dijo que lo que busca dentro de un vestuario era ambición, respeto al compañero y que todos los jugadores tengan claro que esto es un deporte colectivo y por lo tanto nadie es superior a nadie más.
A parte de cambiar la cara de los valencianistas, ha mejorado las estadísticas de la temporada pasada porque a estas alturas hace un año el Valencia había sumado 6 puntos de 21 posibles, marcando 9 goles y recibiendo 14 mientras que este año llevan 15 de 21 puntos, siendo invictos, marcando 15 goles a favor y recibiendo tan sólo 7 goles en contra. Es verdad que el único partido que ganó sobradamente fue contra el Málaga pero aún así es el cuarto equipo que menos tiros recibe a puerta.
Además de traer un entrenador experimentado, los de Mestalla se han esforzado para traer a jugadores que consigan devolver al Valencia a la zona noble de la tabla, jugadores como Kondogbia o Murillo aseguran que va a ser un equipo más compacto y equilibro y sobre todo son los que están aportando el equilibrio tan necesitado.
ONCE HABITUAL HASTA AHORA DE MARCELINO
Individualmente muchos jugadores también han dado un paso adelante, como Parejo, al que Marcelino le ha dado las riendas del equipo y que está teniendo un 88% de pase tanto en largo como en corto. Zaza por su parte está poniendo el gol y lleva 6 goles y además Guedes y Soler están aportando con el último pase, con 4 y 6 asistencias respectivamente.
En resumen, se puede afirmar que los aficionados del Valencia pueden soñar este año con volver a europa y además saber que lo harán jugando bien y compitiendo a cualquier equipo dando igual su calidad, Esta temporada el Valencia será un bloque sólido, unido y comprometido con la afición para estar a la altura que debe.
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