Presentaciones sobran. El apodo Zupo lo reconoce todo el mundo del balonmano tanto a nivel nacional como internacional. Uno de los entrenadores más importantes de la historia de nuestro deporte vive momentos de ilusión en Benidorm tras su regreso, allá por febrero, a la Liga Asobal, donde junto con Manolo Cadenas, ahora en Argentina, es el entrenador que más temporadas (24) y partidos (más de 660) ha dirigido en nuestra competición doméstica.
A sus 55 años rezuma ilusión por los cuatro costados, quiere hacer del BM Benidorm uno de los “europeos”, y para ello, de la mano de otro navarro, Javier Abínzano, presidente del club alicantino, ha apostado fuerte y ha “colonizado” Benidorm como si de una mini Cuba se tratara, con jugadores de la isla caribeña de la talla de Jorge Paván que estarán acompañados por otros jugadores importantes, con el ánimo de no sufrir en sus carnes la agonía de la pasada temporada.
Pero no solo vamos a hablar de Benidorm, sino de su paso por Qatar y Lisboa, donde disfrutó y, por qué no decirlo, padeció experiencias de todo tipo. Allá vamos.
Pregunta: Un día en Cuenca, allá por 2014, suena el teléfono, y al otro lado la voz de Valero Rivera que propone a Zupo ir a Qatar, ¿cuál fue su reacción?
Respuesta: Muy satisfactoria y positiva. Iba a conocer otro balonmano, otra forma de trabajar y una vida diferente a la europea.
P: En Qatar, Rivera le pone encima de la mesa llevar las riendas de la Selección Junior ¿cuáles eran los objetivos primordiales?
R: Tratar de asemejar la sistemática de juego igual que a la de la selección absoluta. Clasificarse para el Mundial de Brasil y ser campeón de Asia.
P: Allá coincidió con algunos entrenadores españoles, como es el caso de Ricard Franch que, digamos, ¿fiscalizaban un poco el trabajo o eran meros ayudantes?
R: Era un grupo de trabajo donde todos colaboraban y se planificaba con el visto bueno de Rivera. Todos teníamos nuestro cometido y nuestra parcela en las diferentes selecciones.
P: ¿Cómo discurrió su periplo, a nivel deportivo, en el país árabe?
R: Se cumplieron los objetivos. Se quedó campeón de Asia y se clasificó para el mundial. Pero no quedé satisfecho ni realizado por una serie de circunstancias que no vienen al caso y es mejor olvidar.
P: ¿Cómo era la vida cotidiana y personal de Zupo en Qatar?
R: No fue fácil. A nivel familiar muy complicada para los niños. La rutina diaria, excepto viernes y sábado, tocaba diana a las 5:30 de la madrugada. Salíamos de casa a las 6:30 para llegar al colegio a las 7:20, entraban a las 7:30. Llegaba al pabellón a las 7:45 hasta las 13:30, se hacía trabajo de despacho o entrenamiento. A las 13:45 recogía a los niños del colegio y por la tarde si había partidos de liga o entrenamiento volvía al pabellón.
P: Y llega un día en el que el “Jefe” le llama a su despacho ¿y?
R: A finales de febrero, después del mundial de Qatar, me llamó a su despacho y me comunicó que él iba llevar la selección junior en el mundial de Brasil y a principios de julio debía abandonar Qatar. No me dio ninguna explicación más. Por lo visto esta es la manera de trabajar de la Federación; en el anterior mundial al de Brasil ocurrió lo mismo con el entrenador. Al entrenador español que me sustituyó el caso fue idéntico, Rivera volvió a llevar la selección en el mundial de Argelia de este año y mi sustituto tuvo que volver a casa.
P: Visto lo visto, Zupo coge las maletas y, junto con su mujer y sus dos hijos, pone rumbo a Pamplona. Terminaba una etapa, pero había que seguir al pie del cañón… ¿cómo llega la oferta del Sporting Clube de Portugal?
R: A través de Hector Umbert, representante de jugadores EHF, al que le estoy muy agradecido. Me llamó, se realizaron varias gestiones y se llegó a un acuerdo.
P: Firma con el equipo lisboeta con la “exigencia”, por parte del presidente Bruno de Carvalho, de conseguir el campeonato liguero y meter al equipo en Champions. Resuma su primer año.
R: Llegué con la plantilla cerrada no tuve posibilidad de maniobra. No tuvimos fortuna en ninguna competición, perdimos la competición europea por 1 gol, el play off de liga en la prórroga también perdimos por 1 gol y la final de copa en la prórroga también por 1 gol.
P: Tras la primera temporada, llega a Lisboa para reforzar la plantilla, Carlos Ruesga a quien ya tuvo en Portland San Antonio. Vd ficha jugadores importantes con el fin de conquistar la liga portuguesa y acceder a la Champions, pero llega el fatídico partido ante el Porto el 11 de febrero.
R: Hasta esa fecha el equipo había pasado las eliminatorias de la competición europea y de la Copa de Portugal. En liga estábamos bien posicionados y a la espera de jugar la segunda fase donde se decidía el título. Era un partido importante pero no decisivo, después de ir todo el partido ganando desperdiciamos 7 goles de diferencia y Porto nos ganó por 1 gol. El pabellón estaba lleno con aficionados de futbol ya que Porto es uno de los máximos rivales como Benfica. La culpa de la derrota cayó sobre mí, por lo visto hubo muchas presiones hacia la directiva y había elecciones en el mes de marzo. La directiva decidió el cambio de entrenador sin tener un plan B ni nada por el estilo; fue algo surrealista. Nadie entendió esa decisión, ni jugadores ni entrenadores ni ninguna persona vinculada al mundo del balonmano. Todo estaba por decidirse y no habíamos perdido nada, solo 2 puntos. Fue incomprensible para mí y para mucha gente.
P: A Zupo le sustituye en el cargo el que fuera su ayudante, Hugo Canela, y mira por donde, Sporting Clube de Portugal gana la Liga y se mete en Champions, ¿cuáles fueron sus sensaciones, se sintió fracasado, triste…?
R: Me alegré mucho por el staff técnico y por los jugadores. El estilo de juego que había implantado dio sus frutos. A día de hoy me siento muy enfadado, muy frustrado, porque no me dejaron acabar la obra que construí e inicié, es algo que aún no lo entiendo. Hubiera sido difícil que Sporting tendría esta plantilla si yo no hubiera estado en el club.
P: Casi sin tiempo de hacer la mudanza, suena de nuevo el teléfono y el amigo “Tamboril”, Javier Abínzano, le ofrece coger las riendas del BM Benidorm, ya que su anterior entrenador, Fernando Latorre había sido destituido. Esto no pasa todos los días, y menos con lo caro que está entrenar hoy en día en competiciones de cierto peso.
R: A los dos días me llamó el presidente. Tenía ganas, tenía hambre, me motivaba volver a mi liga y estaba convencido que lo iba a sacar adelante. Tengo que agradecer a Javier que confiara en mí. Me encontré un club modélico, bien construido y con muchas ganas de permanecer en la Liga Asobal. Y se consiguió.
P: BM Benidorm se encuentra en una delicada situación. Hay equipo para más, pero han ido perdiendo la fe y ocupan la última posición de la tabla. No hay demasiado tiempo. Llega el ya famoso “efecto Zupo”
R: La clave estuvo en que la plantilla estaba convencida de la permanencia, creyó en mí y yo en ellos. Lo logrado es muy difícil de realizar, a falta 12 partidos, 24 puntos en juego conseguir 14 puntos…
P: Último partido y llega la salvación. BM Benidorm estará un año más en Asobal. ¿Cómo vivió Zupo ese momento?
R: Satisfacción total, alegría, ver la sonrisa que generó en todos los componentes del club y aficionados, son momentos inolvidables que siempre quedan en el recuerdo.
P: Una vez salvada la papeleta, hay que renovar la plantilla para asegurar el no pasar apuros. Los grandes y buenos jugadores no están al alcance de cualquiera, y hay que ir hacia lo “desconocido”. Zupo se fija en Cuba, y más concretamente, en jugadores ya conocidos de su estancia en Portugal.
R: Dentro de nuestras posibilidades económicas y conocedor de la liga portuguesa estos jugadores encajaban muy bien en el perfil del equipo. Más tarde la incorporación de Paván, otro cubano, fue la guinda al pastel.
P: De inicio, la plantilla ofrece mayores garantías que en pasadas temporadas, pero ¿cuáles son los objetivos del BM Benidorm para esta campaña que empieza en pocos días?
R: Estar entre los ocho primeros y ver hasta dónde somos capaces de llegar. Del puesto quinto al décimo sexto hay muchísima igualdad y las plantillas se han reforzado muy bien, va haber una competitividad brutal.
P: Para Francisco Javier Equísoain hay otra noticia que le alegra el corazón. Su querido San Antonio de Pamplona, vuelve a las competiciones nacionales (Primera Nacional) y eso es algo que le enorgullece. Los antonianos regresan y esperan quedarse durante muchos años. ¿qué opinión tiene Zupo al respecto, y cómo ve el futuro de este club?
R: Una alegría inmensa. El nuevo proyecto ya ha echado andar y ahora toca ir poco a poco y que dure por lo menos tantos años como el anterior San Antonio. Una de las mejores noticas del verano para mí.
P: Los técnicos españoles triunfan en las ligas extranjeras. Sin ir más lejos, en la Velux EHF Final4, Xavi Pascual, Xavi Sabaté y Raúl González representaron magníficamente al colectivo de entrenadores. ¿Qué tienen los entrenadores españoles para que se los rifen de esta manera?
R: La escuela española de entrenadores, a los hechos me remito en los últimos años, es la mejor que hay actualmente. Es otra concepción del balonmano respecto a otros países. En la era dorada de la Liga Asobal que junto con la Bundesliga era la mejor del mundo, crecimos y nos formamos muchos entrenadores. Técnica y tácticamente los clubes españoles eran los mejores. Eso no pasó desapercibido por muchos clubes de Europa y los que están en grandes clubes lo están demostrando temporada a temporada. No solo entrenadores también a nivel arbitral España tiene la mejor pareja del mundo (Raluy y Sabroso), eso dice mucho de nuestros estamentos.
Y poco más. Agradecer al técnico navarro su deferencia para con Sexto Anillo, deseándole todo tipo de parabienes tanto a nivel personal como con el BM Benidorm. Tener a Zupo Equísoain en nuestra Liga Asobal esto todo un lujo y esperemos disfrutarlo muchos años.
Imagen destacada: BM Benidorm
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