Opinión

Todo sigue igual

La noticia llegaba en el día de ayer, el Mundial de baloncesto femenino 2018 se celebrará íntegramente en Tenerife. Una decisión que extrañaba a algunos, pero a otros en absoluto, algo normal cuando empiezan a acostumbrarse a las decisiones de la Federación Española de Baloncesto.

A la Federación Española se le llena la boca de halagos hacia los éxitos cosechados por el baloncesto femenino o su “supuesto” impulso hacia este deporte con la creación de nuevas organizaciones como Universo Mujer que, seamos claros, no está cuando de verdad se le necesita. Los triunfos, tanto en categoría sénior como en las selecciones de formación, llegan año tras año permitiendo incrementar el medallero español todos los veranos. Sin embargo, su difusión nunca es igual a la de los jugadores masculinos, ni fruto de las grandes labores por parte de la federación a la hora de incentivar este deporte, sino de todos aquellos equipos que luchan por demostrar la valía de cada uno de los miembros de sus clubes y de incrementar sus ilusiones.

La noticia llegaba ayer, pero no sorprendía a la mayoría de los aficionados que conocen los comportamientos por parte de la federación. No critico que Tenerife sea sede, todo lo contrario puesto que tiene el mismo derecho que el resto de localidades de albergar un evento así, sino que sea el único lugar en el que se celebra y todo lo que conlleva. Una cita histórica para un país y todos los aficionados a este deporte debería permitir el disfrute de todas aquellas personas que quiera, por lo que su celebración en diversos lugares permitiría ampliar el número espectadores y atraer a nuevos aficionados hacia esta competición. Sin embargo, la FEB ha decidido alojarla en un único lugar dejando a un lado a ciertas ciudades que viven este deporte a lo largo de toda la temporada apoyando los proyectos que se presentan y fomentado cada uno de los puntos relacionados con el baloncesto femenino, pero que se tendrán que desplazar por el capricho de esta institución de no poder establecer más sedes como sí se hizo en el Mundial de baloncesto masculino de 2018.

Porque sí, el baloncesto femenino gusta, y sino, que se lo digan a todos aquellos espectadores que han seguido por televisión las medallas de oro de la selección absoluta y de la U20; pero sin los apoyos necesarios, todo lo creado mediante la ilusión de los equipos, jugadoras, cuerpos técnicos, canteras o aficionado se ve frustrado. Y sino, que se lo digan a equipos como Rivas Ecópolis, subcampeón europeo hace no muchos años y que ha tenido que decir adiós a la Liga Femenina 2, competición que disputaba, debido a la falta de apoyos económicos y el resto de equipos que siguen su camino como Baloncesto Batalyaws o CREF ¡Hola!.

Atrae afición estimados dirigentes de la federación, pero también necesita apoyos como los que se le otorgan a otros tipos de deportes o competiciones. Las fotos quedan muy bien en las apariencias, pero a la hora de la verdad, lo que todas las personas que envuelven a este deporte piden es una mayor proyección, visualización y apoyos hacia una competición que da muchas alegrías a su país, pero que no tiene las mismas valoraciones que otros.


Síganme en @MeryVGuevara y sigan toda la información y actualidad deportiva en @SextoAnillo o en www.facebook.com/sextoanillo. Para conocer toda la actualidad del baloncesto femenino, sígannos en @Basketfem_SA (Twitter) y basketfem_sa (Instagram)

Foto destacada vía: FIBA

 

One Response

  1. Qué grandes verdades. Hay una falta de apoyo al deporte femenino en general que es desconcertante, a pesar de que muchos se llenan la boca de grandes frases acerca de la igualdad, pero los hechos son los que son.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *