A falta de una jornada para acabar la temporada, la UE Llagostera respira aliviada por haber sido capaz de mantener la categoría. Una temporada difícil para un equipo que ha tenido que superarse en cada jornada, levantarse una y otra vez de los golpes propios y ajenos. Las dificultades a la hora confeccionar un equipo nuevo y que tuviera una respuesta rápida para encarar el nuevo reto que suponía adaptarse a la nueva categoría ha sido un camino espinoso, un órdago para toda la plantilla y cuerpo técnico. Los altibajos en los resultados, durante toda la temporada, han sido una constante para los blau i vermell y un factor determinante a la hora de hacer un balance de una temporada complicada.
El descenso de la UE Llagostera a la categoría de bronce del fútbol estatal, provocó una readaptación total del club en toda la infraestructura deportiva e institucional, todo y que en la deportiva sería donde el club tendría que afrontar la mayoría de sus cambios. Con solo cuatro jugadores del anterior proyecto el reto era claro, confeccionar una plantilla en su totalidad. La llegada de jugadores contrastados en la categoría, jóvenes con proyección y de jugadores veteranos con trayectorias tanto en ligas nacionales como extranjeras, serían un cóctel perfecto para asumir el reto de esta Segunda División B e intentar repetir la hazaña de volver a la Segunda División.
Fuente: uellagostera.cat
El conjunto llagosterense se enfrentaba en su primer partido liguero al RCD Espanyol B, donde los locales no lograron imponerse a su rival y cedían un empate (1:1). Tras disputar las primeras cinco jornadas de liga el equipo solo había sumado cinco puntos de los quince posibles y ocupaba la 14ª posición. Una dolorosa derrota en Son Bibiloni por 4:0 frente al RCD Mallorca B, dejaba al equipo en 18ª plaza del grupo. Pero la igualdad en este grupo y dos victorias seguidas del conjunto de Oriol Alsina daban a la postre la que sería la mejor clasificación del equipo durante toda la temporada llegando a ocupar la 8ª posición en la 12ª jornada. Una de las mejores rachas del equipo que en cuatro encuentros lograba tres victorias. Poco duraría la buena fortuna para los de la Costa Brava que en los últimos siete encuentros de liga para finalizar la primera vuelta, solo conseguirían cuatro puntos en sendos empates y la perdida de un jugador clave para la zaga llagosterense como Rodri, que con una rotura de menisco y ligamento cruzado anterior decía adiós al resto de temporada. En 14ª posición, la UE Llagostera acababa un año especialmente complicado en la parcela deportiva.
Fuente: valledeelda.com
El mercado invernal ofrecería al club incorporar a algún jugador e intentar mejorar los resultados del equipo. Las llegadas de Javi Chica, ex-Valladolid, Raúl Fuster, ex-Ponferradina, el regreso de una figura entrañable y muy querida por parte de la afición llagosterense como Josep Mª Comadevall “Pitu” después de disputar la liga India con el Pune City y la incorporación de Manu Gavilán, ex-Eldense, lograban reforzar al conjunto en todas sus líneas. Con propósito de enmienda, el equipo afrontaba la segunda vuelta del campeonato con una visita a domicilio para enfrentarse al RCD Espanyol B, el 2:0 a favor de los locales era otro duro golpe a la moral de los jugadores y volvía a dejar al equipo en zona de descenso directo, 17º con 21 puntos. En las siguientes tres jornadas los llagosterenses lograrían salir de la zona complicada, con dos victorias y un empate parecía que el equipo había encontrado el camino. Pero un 4:1 contundente contra el Villarreal B dejaba a los hombres de Oriol Alsina otra vez en el alambre, 14º con 28 puntos y a tan solo tres del descenso directo. Las visitas del CD Alcoyano y RCD Mallorca B al Municipal Palamós-Costa Brava, con sendas derrotas, encendían las alarmas y auguraban un final de temporada convulso para el conjunto blau i vermell. La línea ascendente y descendente del equipo no dejaba dudas, había que sufrir. Tras otra dolorosa derrota por 4:0 contra el Barça B dejando al equipo 14º con 33 puntos y uno sobre el descenso, la reacción no se hizo esperar y en los siguientes tres encuentros el equipo lograría la mejor racha de la temporada consiguiendo once puntos en cinco encuentros con tres victorias y dos empates. A falta de tres jornadas los de la Costa Brava dejaban el descenso directo a nueve puntos, a un punto tan solo de la salvación pero con la posibilidad de disputar el play-out. Lejos de la realidad una derrota en casa contra el Lleida Esportiu por 0:1 no alejaba el fantasma. Tan cerca y tan lejos a la vez, la UE Llagostera apuraba una posibilidad más en su visita a la Feixa Llarga para enfrentarse a un CE Hospitalet que se jugaba, y se juega, su continuidad en la división de bronce. Un punto o un tropiezo del At. Levante B se interponían entre una rosa y sus espinas. El sufrimiento tras el 1:0 encajado por los hombres de Oriol Alsina y el resultado incierto en el encuentro que disputaba el filial granota, se alargaba de manera trágica hasta el minuto ochenta de encuentro. El punto necesario lo había conseguido el At. Levante con su empate frente al CD Alcoyano (2:2) y que dejaba a los blau i vermells fuera de peligro con la salvación matemática conseguida.
Foto: Roger Benet
Un año más la UE Llagostera seguirá disputando la Segunda División B, el camino ha sido difícil, lleno de obstáculos para un equipo y un cuerpo técnico que ha tenido que llevar la carga de ser uno de los favoritos para disputar el play-off. Una carga que ha pasado factura pero que ayuda a entender lo tremendamente complicado que es llegar ahí arriba y que este no es un camino solo de rosas. Una temporada que a pesar de ser de las más difíciles que ha visto la historia reciente de este club humilde, será otra temporada gloriosa por todas las circunstancias atípicas que rodean a esta entidad.
Fotomontaje: uellagostera.cat
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