Crónica

El “teatro de los sueños” decidirá

Era el partido más importante de toda la historia del Celta en Balaidos. Su primera semifinal europea. La afición y la ciudad estaban entregados, pero ya amanecía algo nublado en Vigo. Aun así, nada pudo apagar a la afición celeste. Ni siquiera un jarro de agua fría en el minuto 66.

El partido empezaba con un ambiente de ensueño. Berizzo salía con el once de gala ante su afición, solo destacaba la presencia de Roncaglia en el lugar de Fontàs. El Celta intentaba hacer su juego, pero la disposición de los de Mourinho se lo impedía. Pogba y Ander Herrera controlaban el centro del campo, y los locales no fueron capaces de hacer visible ese atrevimiento propio de otras citas.

A pesar de que las dos primeras ocasiones más claras fueron para el Celta, ambas por medio de Wass, tocaba sufrir. El Manchester tuvo las más claras de la primera mitad, y casi del partido. Fue Sergio, el guardameta celeste, el que quiso dejar el partido más igualado en cuanto al resultado se refiere. Hasta tres paradones realizó en la primera parte del encuentro; primero Rashford, después Mkhitaryan y, por último, Lingard. Sin duda, Sergio Álvarez fue el mejor del cuadro celeste en la primera mitad.

Por parte de los locales, pocas ocasiones más se vieron en los primeros cuarenta y cinco minutos. Alguna llegada aislada de Pione Sisto o Guidetti, pero todo quedaba en nada. No le salían las cosas a los de Berizzo.

Tras la reanudación, el Celta era otro. Poco a poco se fueron haciendo con el control del partido, pero sin crear mucho peligro arriba. Tampoco ayudaba el árbitro, que pecó de bueno al no castigar las duras entradas que sufrió el delantero moañés, Aspas. Por su parte, Sisto y Guidetti llegaban más al área. Tanto, que en el minuto 58, Pione tuvo la más clara para los celestes, que paró con una mano extraordinaria el guardameta argentino del Manchester, Sergio Romero.

Foto de la afición antes del partido (vía @RobertoPousa4)

Pero en el minuto 66 llegó el jarro de agua fría. Ante un celtismo entregado, Rashford se cobraba su propia batalla contra Sergio. Esta vez, le salió bien. Así adelantaba a su equipo en un Balaidos que, a pesar de la adversidad, siguió animando hasta el pitido final.

A partir del gol visitante, los de Berizzo cambiaron el chip, y supieron reaccionar. Empezaron a crear más jugadas y a llegar a la portería rival. Aspas la tuvo en el minuto 72 tras un centro de Jonny, pero se fue fuera su disparo. Aun así, lo siguieron intentando los locales. Sisto y Guidetti no perdían la esperanza, al igual que los celtistas. Pero Mourinho supo jugar sus cartas.

Cerrándose atrás, perdiendo tiempo y haciendo cambios, el partido fue llegando a su fin. Berizzo hizo su primer cambio en el 73, quitando a Wass para meter a Jozabez. Pero Mourinho hizo dos cambios casi seguidos, en el 77 y 79. Primero quitó a Mkhitaryan para que entrase Young, y, después, hizo salir del terreno de juego a Rashford para meter a Martial. Este segundo cambio creó tensión no solo entre el celtismo, sino en los propios jugadores del Celta, que protestaron bastante por la tranquilidad del jugador del United para abandonar el campo.

Ya al filo del minuto 90, Young, que llevaba sobre el terreno de juego escasos 13 minutos, se tira al suelo con molestias. Tras entrar las asistencias médicas de los visitantes, se retira lesionado por Smalling. Agotaba así los cambios Mourinho. No como Berizzo, que realizó su segundo cambio en el descuento y no usó su tercero. Beauvue entró por Hugo Mallo, para crear más peligro arriba en los minutos finales de encuentro.

Pero a pesar de intentarlo en los últimos minutos y de la mejora tras el gol, el Celta no pudo hacer más. Se les escapó la victoria en casa a los de Berizzo, que tendrán que ir a por todo en el “teatro de los sueños” para pasar a la ansiada final. Es todo o nada, y en menos de una semana se decidirá. Será en Old Trafford, el jueves que viene a la misma hora. Y el Celta tiene que tirar, de nuevo, de la épica. Para enseñar, una vez más a Europa, qué significa “afouteza”.

Ficha técnica

Celta: Sergio; Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Jonny; Radoja, Tucu Hernández, Wass (Jozabed, 73′); Iago Aspas, Pione Sisto y Guidetti (Beauvue, 90′).

Manchester United: Sergio Romero; Valencia, Bailly, Blind, Darmian; Ander Herrera, Fellaini, Pogba; Lingard, Mkhitarian (Young, 77′) (Smalling, 89′) y Rashford (Martial, 79′).

Gol: 0-1: Rashford (66′).

Árbitro: Sergei Karasev (ruso). Mostró tarjeta amarilla por parte del Celta a Hugo Mallo mientras que por parte del Manchester United vieron cartulina amarilla Fellaini y Pogba.

Partido disputado en el Estadio Municipal de Balaidos ante 26.202 espectadores.

Imagen vía: www.farodevigo.es

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