Creo que no se puede negar que Edwin Jackson ha sido el jugador más destacado de esta liga. Acapara el primer puesto de múltiples apartados estadísticos como puntos (21’9), valoración (22) o faltas recibidas (5’87), además con una amplia ventaja sobre sus perseguidores. Estos números – sin precedentes en la última década- hacen que pueda parecer casi imposible que este jugador no se lleve el máximo galardón individual de la Liga Endesa y, sin embargo, no lo va a ganar. No porque no lo merezca, sino por el equipo en el que juega.
No quiero que esto parezca un ataque a la liga o a los que votan el premio porque no es así, simplemente quiero decir que Jackson juega en un equipo muy irregular en el que no ha encontrado nadie que apoyase sus exhibiciones. Esto ha provocado que el Estu, a día de hoy, no pase de la duodécima plaza, un puesto que se antoja bastante bajo cuando tienes al mejor jugador de la temporada. En este artículo quiero exponer cuáles han sido las causas de que el equipo no haya podido estar, por lo menos, luchando por entrar en los Playoffs, condición que parece sin ecuánime para lograr hacerse con el MVP desde el nuevo sistema de elección.
1. El rebote
Willy Villlar, director deportivo de Estudiantes, diseñó desde el principio un equipo que fuese una auténtica amenaza desde el triple, estilo muy acorde al que tiene como entrenador Salva Maldonado, elegido para liderar este proyecto. Para eso se centraron los esfuerzos en construir un frontcourt que fuese muy fiable en el tiro (Omar Cook, Jamar Wilson, el propio Edwin Jackson…) y fichar a dos cuatros que también pudiesen amenazar desde fuera (Goran Suton y Dylan Page).
Hacían falta unos pívots que pudiesen rebotear con garantías y generar espacios a los exteriores. Uno de los elegidos fue Sitapha Savané, que parecía que llegaba al Magariños para aportar veteranía, unión del vestuario y 8-10 minutos por partido de intensidad y de dar descanso al titular, Ali Traoré (al menos eso parecía). Traoré llegó desde el Limoges y con un currículum que incluía varias convocatorias con la selección francesa y experiencia en Euroliga; todo esto hacía suponer que el pívot francés llegaba para ser el pívot titular y ser, junto a Edwin Jackson, una de las estrellas del equipo.
Pero desde el primer partido contra el Betis se vio que había un problema muy grave en el puesto de cinco. Los sevillanos cogieron 38 rebotes por los 26 de los colegiales, Ali Traoré cogió un sólo rebote y Savané dos. Por esta razón, Salva Maldonado pidió un refuerzo en ese puesto y llegó Victor Arteaga.
Arteaga mejoró a Traoré (tampoco era muy difícil), pero aun así no estaba como para ser titular en la Liga Endesa y Savané tampoco. Es por eso, por lo que se corta al francés y llega como cedido Ondrej Balvin desde el Bayern de Múnich, donde no estaba disfrutando de oportunidades para progresar en su juego. A partir de ese momento, la situación con los pívots cambia y Estudiantes empieza a ganar partidos y a acercarse a los Playoffs, hasta una inoportuna lesión del checo en el partido contra Andorra, rival directo para jugar los Playoffs. Él estaba siendo determinante para que su equipo estuviese ganando ese partido siendo superior al rival y el acontecimiento no sólo cambió la dinámica del partido sino también de los partidos posteriores, dejando al equipo sin opciones de jugar la post-temporada.
El problema con el rebote que ha arrastrado Estudiantes hasta la llegada de Balvin ha provocado que muchas de las exhibiciones de Jackson quedaran sin el premio de la victoria, Probablemente, ha sido el mayor lastre del equipo a la hora de conseguir una plaza para jugar los Playoffs.
2. Las lesiones
A la ya mencionada lesión de Balvin, se une la de Dylan Page. El veterano jugador era una pieza muy importante en el juego del equipo de Maldonado. Su altura y su gran mano de tres, hacían que fuese perfecto para amenazar desde fuera y para sacar de su posición a los pívots rivales, generando mucho espacio para las penetraciones de Jackson. Pero lleva toda la temporada arrastrando una lesión que le ha dejado fuera de las canchas prácticamente desde el principio de la temporada.
También fue una lesión clave la de Jordi Grimau, jugador que estaba siendo muy importante para el equipo en las primeras jornadas, realizando grandes actuaciones defensivas y entendiéndose a la perfección con Jackson y con los bases del equipo, hasta que un codazo en las costillas de Doornekamp le dejó sin poder jugar durante unas semanas cortando su buen estado de forma.
Las lesiones de jugadores que estaban resultando claves para el buen juego del equipo se produjeron en el momento en el que mejor estaban rindiendo, provocando que el Estu no pudiese mantener un juego más regular.
3. La primera vuelta de Goran Suton
El croata ex del Joventut fue petición expresa de Salva Maldonado, que fue su entrenador en la “Penya”. El croata es un jugador versátil que tira bien de tres, es rápido, ágil y encima tiene una gran capacidad reboteadora. Pero en la primera vuelta, el nivel de juego de Suton fue pésimo, sólo le salvó de ser cortado el hecho de que Ali Traoré estaba haciéndolo todavía peor. 4’7 puntos y 4’4 rebotes, siendo titular y jugando casi 30 minutos por partido hasta la jornada 14, a partir de la cual Traoré poco menos que pasa al ostracismo y como si se lo hubiese tomado como un aviso, Goran Suton comienza a rendir de verdad, 10’61 puntos y 6’7 rebotes por partido y 38’7% en triples a partir de esa jornada. La mala forma de Suton ha repercutido notablemente en la racha de su equipo. A partir de su recuperación, Jackson ha encontrado un compañero en el que descargar las defensas centradas casi exclusivamente en él. Pongo como ejemplo la irregularidad de Suton porque es el caso más claro, pero este equipo ha sido muy irregular en general durante toda la temporada.
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En conclusión, si el Estu no hubiera estado tan lastrado por la mala forma de los pívots (o de Traoré, que tampoco hay que faltar a Arteaga y Savané que hacen todo lo que pueden), las lesiones en el momento más inoportuno o la irregularidad general de la temporada, probablemente Edwin Jackson sería MVP de la liga sin ninguna duda porque probablemente el Estudiantes estaría en puestos de Playoffs. Ya sé que es basket ficción y que es aplicable a cualquier equipo, pero es que en este caso ningún equipo a tenido un jugador más determinante y “valioso” que Jackson.
De todas maneras, pase lo que pase, los dementes y todos los aficionados al baloncesto debemos estar muy agradecidos por haber visto a esta bestia semana a semana hacer estas brutalidades en nuestra liga.
¡¡GRACIAS EDWIN!!
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Foto destacada vía: marca.com
