Análisis

Cristiano, héroe; Bale, actor secundario; Vidal, villano perfecto

El Real Madrid ha vuelto a apagar un incendio en Múnich con dos tantos de Cristiano Ronaldo, tal y como sucedió varios años atrás. Sin embargo, además de este héroe, que llevaba su tiempo sin aparecer, han existido otros actores de segundo rango que merecen ser analizados.

Un partido de estas características puede dejar muchos titulares. Probablemente Javi Martínez echará de menos el ayudar a su equipo en la vuelta por la doble amarilla vista en tres segundos, o a lo mejor Ancelotti se maldecirá por ceder el penalti de la gloria a Vidal cuando podría haber sentenciado el enfrentamiento. Sin duda alguna, no podemos pasar por alto ninguno de los alicientes que han condicionado el devenir de este envite, pero sí podemos dejarlos a un lado y obviarlos para centrarnos en otros ejes más llamativos.

Muchos se sorprenderán cuando diga que, a juicio personal, el equipo no ha estado todo lo correcto que debería estarlo (tácticamente hablando), aunque ha sabido corregirse automáticamente con algún que otro cambio.  A raíz de ello surge una pequeña incongruencia, y es que, para entender este enfrentamiento debemos tomar tres puntos de referencia, tres estandartes que simbolizan este Bayern de Múnich – Real Madrid: Cristiano Ronaldo, Gareth Bale y Arturo Vidal.


Empezando por el portugués, bigoleador en Alemania como en aquella mágica noche del 29 de abril de 2014, tenemos que destacar un par de hechos. El primero es su salida al campo, una que no ha sido del todo correcta al ser situado en la gloriosa banda izquierda de la que debe prescindir si quiere seguir manteniéndose en el once titular de Zidane. El segundo es su corrección a posteriori, su paso a ser el nueve del equipo, el que remacha las ocasiones. De esta forma, comprendemos el porqué de esos dos tantos. Y es que, Ronaldo ha participado de manera adecuada durante la primera mitad con varios disparos y alguna que otra carrera por banda, sin embargo, ha desplegado verdaderamente su arsenal en la segunda.

Cristiano Ronaldo del Real Madrid celebra el segundo gol ante el Bayern.
Ronaldo celebra su segundo tanto. (Fuente: Mundo Deportivo).

En efecto, los años pasan factura hasta al deportista más sacrificado de los últimos lustros. Cuatro tristes goles en Liga de Campeones en lo que llevamos de temporada es algo que ya en años anteriores se había apuntado en escasos dos choques. Su nivel no se debe decir que es bajo, pero sí es cierto que debe readaptarse.


Acto seguido, nos vamos con el galés, uno que, claramente, tras una serie de enfrentamientos en los que ha rozado el desastre, ha confirmado su mal estado. Bale no ha podido volver a retomar esa buena línea que estaba llevando hasta antes de la lesión. Se le ve lento, poco participativo, con desmarques que, en ocasiones, son adecuados, solo en ocasiones. Esa chispa que se presencia en un futbolista cuando está en un momento de forma adecuado es la que le falta a este portento que ve cómo su temporada empieza a ponerse cuesta arriba.

El jugador del Real Madrid Gareth Bale (d) reacciona luego de una jugada fallida ante el Bayern.
Bale lamentándose por fallar una ocasión. (Fuente: Mundo Deportivo).

La primera mitad fue para olvidar, cosa que llevó a ‘Zizou‘ a prescindir de él a mediados de la segunda, justo cuando empezaba a carburar. Sí, en los mejores momentos de una BBC que no estuvo precisa tampoco en el primer acto, Marco Asensio le sustituyó durante casi media hora y dejó bien claro que se encuentra disponible para cuando el técnico le necesite.

Cada vez son más las voces que piden a gritos que se siente a algún componente de la BBC. En este análisis no se hace mención especial a Benzema, quien se ha mantenido con el ritmo constante que lleva en estos pasados encuentros, aunque está claro que si se quieren piernas frescas, se necesitan rotaciones, unas de las que los blancos pueden presumir al contrario de otros y de las que no suelen hacer uso.


Finalmente, tenemos al señor que ha creado todo un revuelo en el partido y que ha llevado a las casas de apuestas a poner la victoria del Madrid a la altura de un milagro. Hablamos de Vidal, un chileno que ha cambiado el devenir del partido desde primera hora, y que, cuando ha bajado el pistón, se ha notado hasta el punto de que su equipo se ha desmontado por completo. Arturo, un hombre que lleva la palabra ‘sacrificio’ tatuada en la frente, se ha dejado la piel en cada presión, balón dividido, remate y colocación en el campo.

El jugador del Bayern Arturo Vidal (D) celebrael gol ante el Real Madrid.
Vidal celebrando su gol. (Fuente: Mundo Deportivo).

Para entender el porqué de su buen juego, debemos saber que Carlo Ancelotti le coloca como componente de contención en el centro del campo en un rol parecido al que tenían los centrocampistas del club merengue cuando este le entrenaba. En cualquier caso, cuando el bloque sube a atacar, su presencia va aumentando paso a paso, llegando a recordar en ocasiones a aquella mítica posición de Clodoaldo llegando desde atrás con la Brasil de los ‘Cinco Dieces’. Es su multiusos, su chico para todo, ese que podría haber sentenciado el partido cuando peor le venía al Madrid y que no ha podido porque el destino no se lo ha permitido, algo que, de no ser por ello, su lugar en este artículo sería otro.


Tal que así, y con poco más por contar, se ha cocido la acción en el Allianz Arena de Múnich en una noche del Miércoles Santo en la que unos chicos vestidos de blanco han decorado a su gusto, a su manera, flaqueando, pero siempre sacando esa bestia que tienen dentro, esa ‘Bestia Blanca’ que empieza a asustar a la ‘Negra’.

Imagen: Mundo Deportivo.

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