Raymond Kopa nos ha dejado este viernes 3 de marzo del 2017 a los 85 años de edad después de una vida cargada de emociones, ilusiones y, sobre todo, de madridismo.
Raymond Kopaszewski nació un 13 de octubre de 1931. Desde ese momento en adelante, dejó claro a todos que en su vida todo lo que se propusiese lo conseguiría. Fue un señor ejemplar. Ocupando la demarcación de delantero, se ganó la vida como futbolista, llegando a militar en varios equipos de sobrenombre y en uno en especial: el Real Madrid.
Kopa comenzó su andada futbolística en el SCO d’Angers, ciudad en la que fallecería. Allí jugaría durante dos años hasta que un poderoso Stade Reims decidió hacerse con sus servicios y comenzar una carrera hacia el éxito absoluto. En 1951, firmaría con los franceses, permaneciendo allí hasta la primera final de la Copa de Europa de la historia (1956), y ganando dos Ligas Francesas, una Supercopa de Francia y una Copa Latina.
Por aquel entonces, todo el viejo continente deseaba tener en su equipo un extremo de tales características que prometía de lo lindo de cara al Mundial de Suecia del 58. Era un portento, un ejemplo de futbolista y una estrella para la época. Así pues, después de derrotarlo y hacerse con la primera de las 11 Copas, los merengues, bajo la tutela de don Santiago Bernabéu, le contrataron.
Empezó así una vida plagada de éxitos que no terminó hasta que en 1959 abandonó Chamartín. Conquistó tres Copas de Europa, dos Ligas Españolas y una Copa Latina. Fue galardonado como Balón de Oro en 1958, como Balón de Plata en 1959, y como Balón de Bronce en 1956 y 1957. Además de ello, se le consideró el M.V.P. del Mundial, pese a tener junto a él al histórico Just Fontaine, quien llegó a anotar en esa competición hasta 13 tantos con unas botas prestadas.
Raymond será siempre recordado vestido de blanco y cabalgando por una banda en la que compartía la posesión de balón con estrellas como Pago Gento o Alfredo Di Stéfano. En cambio, aquellos que vivieron sus años siempre mantendrán en su memoria el recuerdo de ser un hombre sacrificado que daba todo por el entrenamiento.
En cualquier caso, este homenaje se guarda también en un club muy especial para él como fue el Reims, conjunto con el que, en su vuelta de España, consiguió el campeonato doméstico en los años 1960 y 1962.
No fue casualidad que le denominasen ‘Napoleón‘, ya que su inteligencia y su dominio quedaban demostrados cada día en el terreno de juego, consiguiendo así dominar, no solo el territorio francés, sino también el nuestro.
Imagen: Goal.com.
Pueden seguirme en Twitter (@neyfranzambrana) o consultar toda la información deportiva en nuestra cuenta oficial: @SextoAnillo. Además, si no disponen de él, también nos encontramos en las plataformas de Facebook (www.facebook.com/sextoanillo/) e Instagram (sextoanillo).
