Opinión Rugby VI Naciones

“Nemo censetur” infravalorar un “no ruck” italiano

El domingo asistimos a un partido que sorprendió a más de uno (por no decir a todos), que enfadó a una parte y entusiasmó a otra, pero que no dejó a nadie indiferente. ¡Los italianos se “negaban al combate”!

Resumiendo mucho podemos decir que el rugby es un deporte de contacto en el que 8 “gordos” luchan para hacerse con el control del balón, para poder luego pasarlo a los 7 “rápidos” que corren para marcar ensayos.

Existe una tendencia general en el rugby actual a limitar el papel de los “gordos” para, teóricamente, favorecer el juego de los “rápidos”, más vistoso. De la influencia de la tele, mejor no hablar, y menos aún de la teoría según la cual los “rápidos” sólo pueden cumplir su papel si los “gordos” han cumplido el suyo antes. Nos limitaremos aquí a hablar del partido del domingo.

Para que las cosas queden claras, la regla dice que en el momento en el que el balón está siendo disputado por los dos equipos, cada equipo se tiene que situar detrás del balón. Y la teoría dice que cada vez que un jugador, portador del balón, es placado, ambos equipos forman un ruck (antiguamente “mélée abierta”) luchando para recuperar el balón. Esta teoría es la que los italianos han ignorado totalmente durante el partido del domingo.

El desarrollo era el siguiente: Un inglés avanza con el balón. Es placado por un italiano. Los ingleses vienen en seguida a apoyar al placado (formando la mitad de un ruck). Pero los italianos no van a enfrentarse, sino que se posicionan para impedir una transmisión clara del balón desde el punto de placaje al apertura.
Reacción de los ingleses: Pedir a gritos (con mucha educación, eso siempre) un fuera de juego… Que el árbitro negaba reiteradamente ya que “si no hay ruck no puede haber fuera de juego” (en este caso sólo existía “medio ruck” por llamarlo de alguna forma).

El planteamiento puede parecer baladí, pero, al no componer los italianos su mitad del ruck tenían siempre varias ventajas: 3 o 4 jugadores de más en la línea de defensa que los ingleses en ataque (los 3 o 4 que sí habían compuesto su mitad de ruck); varios jugadores en “defensa adelantada” (que hubieran estado en posición de fuera de juego si hubiera habido ruck); y sistemáticamente uno, descaradamente plantado entre el medio mélée y el apertura, sobre el que los ingleses habrán llamado la ira divina más de una vez.

La eficacia del planteamiento no se puede discutir. Me gustaría saber lo que daban las casas de apuestas por el resultado al descanso, pero si alguien lo ha acertado, ¡está de vacaciones! La segunda parte vio una reacción de Inglaterra, que supo reaccionar y hacer valer su superioridad. Aun así, el partido distó y mucho, de lo que se esperaba la mayoría de los aficionados, para alegría de los italianos y nervios de los ingleses.

Mi gran duda a día de hoy sigue siendo la misma que surgió a los 10 minutos de empezar el partido: ¿Si no pelean los italianos, por qué no se levantan los ingleses y echan a correr hacia adelante? Espero que alguien sea capaz de explicármelo. Por otra parte quisiera resaltar dos reacciones. la de Eddie Jones, seleccionador inglés indignado, se puede resumir con su tajante “Esto no es rugby”. La de Clive Woodward, ex seleccionador inglés y único europeo vencedor de un Mundial con Inglaterra, “Apoyo totalmente a Italia y a sus innovadoras e inspiradoras tácticas”. ¡La controversia está servida!

Para mí hay una cosa clara: Si no está expresamente prohibido es que está autorizado. Me parece que E. Jones se equivoca, y, lo que es más grave, que no ha sabido reaccionar, ni bastante bien, ni bastante rápido, a lo que han ingeniado los italianos. La capacidad de adaptación, es lo que ha faltado a Inglaterra. Su superioridad, física en particular, le ha permitido solventar el escollo, pero si llega a ser un equipo más solvente, Inglaterra hubiera sufrido mucho más. Se ha planteado la ética de la estrategia, y no lo veo planteable. Insisto, en todo caso, esto se podría resolver tirando hacia adelante (pick-and-go), hubiera obligado a los italianos a colocar gente en el ruck, y automáticamente hubiéramos vuelto a un esquema táctico clásico (con 6 italianos en fuera de juego). Un ex entrenador all-black lo resume así: “La primera vez, puede funcionar, pero como insistas, te van a hacer picadillo”

Un detalle más para añadir a lo complicado de la situación, y felicitar de paso a los italianos. Para que esto funcione, hace falta una disciplina de equipo estupenda, y que, insisto, va en contra de lo que se enseña en todas las escuelas de rugby. No ir a por el balón en cuanto un jugador cae placado. Por otro lado, se ha argumentado que los mismos jugadores ingleses no conocían la regla a la que se refería el árbitro para no señalar el fuera de juego. Lo resumió Romain Poite con un lacónico “Soy árbitro, no entrenador”. La regla se llama “nemo censetur” desde hace muchos años, y dice en español que el desconocimiento de la norma no exime de su cumplimiento.

Para concluir, un apunte. Lo que hemos visto va en la línea de lo que está favoreciendo World Rugby, y no se puede pedir un fin más noble: Preservar el bienestar físico de los jugadores. Pero, ¿quizás haya que replantearse los medios?

Foto vía: www.marca.com

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