El Alavés deja al Sporting tocado y hundido

Un efectivo Alavés demuestró su poderío derrotando al Sporting de Gijón por 2-4 en el Molinón. Los rojiblancos firmaron un partido pésimo que ahonda mas su crisis deportiva.

Tarde desapacible en Gijón la de este sábado, donde se disputó el encuentro correspondiente a la  jornada 21 del campeonato casero. El Alavés llegó a este partido en un momento dulce en su regreso a la primera división: semifinalista de Copa del Rey y con un colchón de puntos importante sobre los puestos de descenso.

En cambio el Sporting salió al terreno de juego con la necesidad imperiosa de puntuar, en medio de una tormenta deportiva y social alarmante. Rubí, en su estreno en la tapete gijonés, salió con el once formado por Cuéllar, Lillo, Jorge Meré, Amorebieta, Canella, Afif, Mikel Vesga, Nacho Cases, Carmona, Isma y Cop, mientras que Manuel Pellegrino decidió salir con los menos habituales, con vistas al partido copero de la próxima semana: Pacheco, Vigaray, Feddal, Alexis, Raúl García, Krsticic, Dani Torres, Édgar, Sobrino, Katai y Christian Santos.

Con un Molinón pletórico de espectadores, a pesar de la ciclogénesis Leiv, el colegiado Gil Manzano pitó el inicio del encuentro a a las 16.15. Los primeros minutos fueron de tanteo para ambos equipos, con el Alavés trenzando con mas criterio que los de Rubí. En el minuto 10, una buena contra del equipo blanquiazul acababa con Sobrino batiendo por abajo a Cuéllar, tras un despiste monumental de los centrales sportinguistas. El tanto sentó como un jarro de agua fría al conjunto asturiano, que no supo recomponerse a lo largo de toda la primera mitad.

A partir del gol visitante, al Sporting se le esfumaron las ideas y no supo que hacer con el balón; jugadas cortas, balones al contrario, pases fallados y muy poca intensidad. En cambio, el Alavés sí que hizo su partido, reteniendo el balón y cortando el juego en el momento oportuno, algunas de ellas merecedoras de tarjeta. Sin mas, intercambiando golpes, los mas duros y peligrosos de color blanquiazul, se llegó al final de la primera parte.

Tras el descanso, Rubí decidió sacar a jugar a Burgui por Afif, que no encontró su lugar en ningún momento de la primera mitad. Por su parte, Pellegrino confió en el mismo once para afrontar la segunda parte. Los rojiblancos salieron mejor, presionando más, con más tranquilidad y sabiendo trenzar las jugadas, buscando el gol continuamente y obligando al Glorioso a cerrarse en su campo.

Fue en el minuto 51 cuando el Sporting tiró su primer disparo a puerta del encuentro. La alegría duró poco, y en el minuto 56 una inocente y pueril falta de Meré sobre Vigaray en la línea de fondo fue señalada por el linier como penalti, Christian Santos desde los once metros transformó el gol, poniendo el marcador en 0-2, y ahogando mas las esperanzas de los rojiblancos.

A partir de este momento, el Sporting perdió el norte, volviendo a la inseguridad y al mal juego que habían desarrollado durante la primera parte. Diez minutos después de encajar el 0-2, en el minuto 70, Gil Manzano señaló otro penalti para el conjunto vasco, tras un codazo de Amorebieta sobre Deyverson y que Édgar transformó sin posibilidad de atajo para Pichu Cuéllar. Era el 0-3 y el Alavés, casi sin despeinarse, le sacaba las vergüenzas al conjunto asturiano. El público gijonés comenzó a abandonar el estadio, como en los viejos tiempos de segunda.

Los de Rubí seguían por el campo deambulando, sin ideas y sin saber cómo llegar a la portería contraria. A la desesperada, el técnico catalán dio entrada a uno de los flamantes fichajes de este mercado de invierno, LacinaTraoré. Todo siguió igual, sin mejora alguna, pero en una jugada aislada, un balón muerto dentro del área pequeña, el costamarfileño consiguió empalarlo dentro de la portería defendida por Pacheco. Era el 1-3 y hubo poco festejo en el Molinón.

En la siguiente jugada, el Alavés enseñó los dientes, y en otra contra perfecta volvió a perforar la portería sportinguista. Demoledor 1-4. En los últimos minutos, en los de la basura, Cárlos Castro, que había salido en lugar de Dujen Cop, supo fabricarse una filigrana en el borde del área y perforar la portería blanquiazul con un disparo ajustado al palo derecho. Y así se acabó el partido, en esta tarde fría y lluviosa cantábrica. Un resultado demoledor, 2-4, que refleja de gran debilidad del conjunto de Rubí y el buen hacer de Pellegrino y de la directiva alavesa en su regreso a Primera.

En las comparecencias posteriores al encuentro Castro se sinceró muy apenado sobre la realidad del club: “Estamos horribles. No sé ni qué nos ha pasado. Era un partido clave, ellos salen con los suplentes y nos meten cuatro goles. La plantilla está muy jodida. No levantamos cabeza y no somos capaces de ganar un partido. Así no podemos salir del descenso”. Carmona por su parte comentó que “están en una dinámica negativa y que luego con el penalti se puso todo cuesta arriba” y que “ hay que levantarse y ser positivos e intentar arreglar los errores e ir a morir a Leganés”.

El entrenador rojiblanco Joan F. Rubí señaló que “ha sido un partido muy extraño. Quise dar continuidad a los interiores que empezaron conmigo. La única lectura positiva es que la gente nueva nos ha ayudado y el gol de Castro. Si se analizan en detalle los goles, todos son muy evitables” y arengó a los suyos ante el próximo encuentro ya que “una derrota en Leganés sería muy dura. A los chicos les transmito que hay que ponerse a un partido”. Por su parte el técnico alavesista, Manuel Pellegrino destacó la “buena actitud del equipo”, se felicitó por el resultado ya que “además de los tres puntos, la mayor satisfacción es que hicimos 9 cambios y dimos una gran imagen. Planificamos este partido sabiendo la cantidad de encuentros que tenemos por delante” y finalizó teniendo unas palabras para su equipo rival esta tarde: “El Sporting es un club que viene competiendo y que está acostumbrado a sufrir. Falta mucho y hay margen”.

Por su parte Pellegrino se mostró contento con la victoria en sala de prensa e hizo un análisis del partido: “A pesar de que los goles llegaron en la segunda parte, su equipo jugó mejor en la primera y que la necesidad de ganar del Sporting dio opciones para la contra”.

De esta forma, y tras este partido, el Molinón apaga sus focos hasta dentro de 15 días, tras un partido donde al equipo local no le salió nada, y donde el equipo visitante, sin desplegar un juego vistoso pero sí muy efectivo, le sacó las vergüenzas al conjunto asturiano. Lo positivo: creo que un buen debut, y esperanzador, de Mikel Vesga, un tio con criterio, y el gol de Cárlos Castro, defendiendo con uñas y dientes su puesto en su club.

FICHA TÉCNICA

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