El Silverstorm El Salvador se proclamó campeón de la Copa Ibérica al derrotar al GD Direito de Lisboa por 27 a 22, convirtiéndose en el equipo más laureado en este torneo, pudiendo exhibir en sus vitrinas nada más y nada menos que cinco ejemplares.
Pepe Rojo fue testigo de un vibrante y emocionante partido, muy igualado en todo momento y que cayó del lado vallisoletano en los últimos minutos. El equipo lisboeta, sin extranjeros en sus filas, fue un durísimo y muy digno rival, que a punto estuvo de llevarse el trofeo a la desembocadura del Duero.
Comenzó el partido de cara para los portugueses. Muy conscientes de sus fortalezas y sus limitaciones, procuraban pasar el mayor tiempo posible en campo de los blanquinegros. En los primeros doce minutos se mostraban muy concentrados y lograban forzar dos golpes de castigo que pasaba entre palos su zaguero Nuno Guedes adelantando al Direito por 0-6. Esto hizo despertar al Salvador, que consiguió recortar la diferencia con una patada a palos de Graaff (destacadísimo todo el partido) y en un posterior ataque, mostró su superioridad en melé y consiguió un ensayo por medio de Mamea, en una jugada que se repite día a día en las filas colegiales. Aprovechando el tirón, una buena jugada de delantera permitía a Graaff pasar un espectacular drop que ponía el marcador en 13-9. Y cuanto todo parecía que iba a quedarse así para ir al descanso, un nuevo golpe de castigo transformado por el 15 portugués mandaba a ambas escuadras a vestuarios con 13 a 12.
Comenzó más enchufado la segunda parte el equipo portugués. Con una línea de tres cuartos eléctrica e incisiva, creaba muchos problemas a la línea defensiva chamiza. El partido discurría en campo colegial y el Direito sacaba fruto de su insistencia con un ensayo transformado en el mínuto 48. Trabajo de hormiga de los lisboetas les permitía mantenerse arriba y provocar en el 56 una preocupante tarjeta amarilla para los vallisoletanos a su pilier derecho Leandro Wozniack. Tres puntos más en una nueva patada hacían saltar las alarmas en Pepe Rojo.
Pero El Salvador sabía que estaba ante una ocasión histórica. Juan Carlos Pérez empezó a mover el banquillo y arropados por su afición, salieron del sopor y consiguieron un ensayo de castigo, apoyándose una vez más en su poderosa melé. El marcador reflejaba un 20-22 a falta de 14 minutos. Los portugueses perdían la oportunidad de ampliar la diferencia con una patada fallida y en el minuto 74, un saque de touch para los vallisoletanos, en el que gracias a la picardía de Walker- Fitton consiguieron montar el maul, secundado por una jugada de lucha y entrega, con varias fases y numerosos pick and go que tuvieron como fruto el ensayo de Gonzalo Núñez, también transformado, que les daba la victoria final.
La grada estalló de júbilo. El colegiado francés decretó el final del partido y se procedió a la coronación de Silverstorm El Salvador como rey de España y Portugal.
Imagen vía: JL USEROS www.marca.com
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