O cambian mucho las cosas, sobre todo en el tema económico, o la Liga ACB se va a aparecer a una cigüeña blanca, es decir, que va a pasar a ser una especie en peligro de extinción. No sólo por el nuevo tope salarial del año que viene en la NBA, que va a dejar a las ligas europeas sin sus estrellas, si no porque además los equipos grandes de Euroliga y Eurocup van a tirar la casa por la ventana, dentro de sus posibilidades, para retener o en su caso en fichar a los mejores de los clubes humildes.
Equipos como Real Madrid, Panathinaikos, Barcelona, los equipos turcos…. En definitiva los conjuntos más potentes económicamente, van a incrementar la distancia entre ellos y los más modestos de sus respectivas ligas.
A los equipos de Euroliga cada vez más les va a “molestar” jugar la competición doméstica para centrarse en lo que les da más beneficio económico y prestigio europeo. Y los de segunda fila europea, aunque algunos rusos, españoles y alemanes, son equipos de nivel de Euroliga, van a matarse entre ellos en Eurocup para tener plaza en la máxima competición.
Y con el tiempo todo va confluir en una NBA a la europea, con más de 30 equipos, con un formato potente de televisión y unos ingresos que les va a convencer para abandonar la liga de sus países.
Y la liga ACB tenderá a la desaparición y solamente habrá baloncesto en las competiciones LEB, es decir, las que estén bajo el paraguas de la Federación Española de Baloncesto.
Y es ahí donde tenemos que aprovechar la ocasión de empezar a dar de una vez por todas protagonismo a los jóvenes que verano tras verano consiguen magníficos resultados con las selecciones inferiores. Y conseguir que cuando se acabe la generación de oro del baloncesto español y vivamos un periodo de sequía en títulos (que llegará), que la travesía por el desierto sea lo más corta posible.
Que los equipos LEB confíen en las promesas de nuestro baloncesto, por que ese va a ser una de las fuentes de ingreso que van a tener. Y será el mercado donde se nutran los equipos de competiciones europeas y sobre todo nuestra selección.
Por todo esto creo que la liga ACB se le está poniendo patas alargadas y pico largo y fino. Dentro de poco empezará a crotorear y a buscarse un buen campanario mientras activistas de Greenpeace y Pacma se hacinarán en la puertas de la sede de la Euroliga. Y si no… ¡al tiempo!.
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