Análisis

2016, un buen año para el Athletic

El 2016 llega a su fin y como dicta la costumbre, es tiempo de uvas y de balances. Tiempo de hacer un resumen y englobar en pocas palabras las grandes proezas y los errores para madurar y empezar el nuevo año de la mejor forma posible. En esa línea, se puede sacar en claro que, al margen del juego poco vistoso que ha desarrollado el Athletic Club en este último tramo del curso, la realidad es que los leones terminan el año con buen sabor de boca y con unas estadísticas más que eficientes.

Al término de la temporada pasada, los rojiblancos finalizaron la Liga en una meritoria quinta posición, con un juego que gustaba en San Mamés y con un Aduriz pletórico que a sus 35 conseguía su segundo trofeo Zarra. Una dinámica que se ha trastocado un poco tras la pretemporada pero que, sin embargo, goza de una efectividad a la altura de las expectativas del equipo. El Athletic juega menos, realiza más pases en largo y sufre excesivas pájaras en defensa a lo largo de los partidos. No obstante y a pesar de las observaciones negativas, el conjunto rojiblanco empezará el 2017 ocupando la séptima plaza en Liga y clasificado para octavos de final en la Copa del Rey y para dieciseisavos de final en la Europa League.

Los rojiblancos han transformado su estilo a lo largo del año y han pasado de asombrar con su fútbol a pelear con las garras del león cada partido. Muchos distan de esta transformación y se acostumbraron al ‘tiki-taka’, pero lo cierto es que el Athletic es más eficiente con su lucha, y es que a estas alturas de la campaña pasada, el conjunto bilbaíno tenía 2 puntos menos en el torneo doméstico. Un intercambio de músculo por estrategia que al margen de los detractores permite a los leones encarar el año próximo desde una buena posición.

Lo mejor

Este ejercicio deja bastantes noticias agradables en el club. El término de la pasada campaña reconciliaba a la parroquia rojiblanca con un Raúl García que se ha dejado la piel en cada partido para ganarse con creces a la Catedral. Aduriz continúa marcando goles y batiendo algún que otro récord. En esa línea, el ariete llega al parón invernal con 12 goles en lo que va de temporada y todo indica a que al donostiarra todavía tiene pólvora de sobra para 2017.

Raúl García celebrando un gol. Vía: elmundo.es

Por otro lado, aparece Mikel San José, un jugador que hasta la fecha únicamente cumplía su trabajo y pasaba desapercibido. Sin embargo, este año ha pegado un salto cualitativo y se ha hecho un hueco junto a Beñat en el centro del campo, puesto que le llevó este verano a ser convocado por Del Bosque para la Eurocopa 2016. Un jugador que no termina el año en su mejor estado de forma, pero que seguro volverá a su mejor nivel después del parón.

En cuanto a la zaga, el Athletic ha recibido dos regalos anticipados procedentes de la cantera. Por una parte, los leones ha repescado este año al portero Kepa Arrizabalaga, quien a base de esfuerzo, sacrificio y paradas de escándalo, ha conseguido hacerse con la titularidad, relegando a Iraizoz a la Copa y la Europa League y provocando la cesión de Herrerín. Una llegada estelar que tendrá que asentar con mucho trabajo debido a su temprana edad.

En esa línea, otro cachorro también se ha adueñado del centro de la defensa. Yeray Álvarez, quien disfrutó de muchos minutos en la pretemporada, ha sabido aprovechar su debut esta campaña tras la lesión de Bóveda y ha desbancado al resto de centrales diestros a pesar de tener 21 años. El baracaldés demuestra una madurez digna de veteranos, una anticipación impecable y un poderío aéreo contundente que han provocado que Valverde le haya anclado en firme como titular en el centro de la defensa.

Lo peor

En la cara opuesta de la moneda también hay que mencionar a Yeray, ya que por desgracia, ha tenido que ser operado de un tumor en un testículo. Una noticia de esas que no gusta ni leer ni escribir, pero que por suerte se ha saldado con una operación exitosa y que pronto quedará en el olvido cuando el central reaparezca en los terrenos de juego.

Williams y Etxeita, que celebra su gol ante el Racing. Vía: mundodeportivo.com

Dentro del ámbito de los jugadores, se aprecia que varios miembros del equipo no están disfrutando de todos los minutos que desearían jugar. Mikel Rico, Etxeita, Eraso y Susaeta son un claro ejemplo de ello. La aparición de jugadores como Vesga, Williams, San José o Yeray ha provocado que Valverde se olvide de estos jugadores hasta el momento de cubrir lesiones o realizar rotaciones. Futbolistas que seguro no acaban contentos el año, pero que estarán deseosos de mostrar su fútbol en el 2017.

Finalmente, destacar la mala racha del equipo fuera de casa, donde la mayoría de partidos se cuentan por derrotas. Una racha que contradice la de casa, donde los leones sólo han perdido un partido. De seguro que Valverde hará hincapié en esta dinámica. Un problema que se une a la falta de toque del equipo. Un conjunto que ha pasado de adorar y acariciar el balón en cada pase, a maltratarlo con pases kilométricos y abandonarlo para que lo juegue el equipo rival. Un estilo que de momento deja al Athletic en buenas posiciones, pero a la afición con malas sensaciones.

Un año que como todos, deja sus cosas buenas y sus aspectos malos, pero que en el cómputo global deja a los leones con un buen sabor de boca y a la afición con ganas de que llegue el nuevo año para continuar animando a su equipo. Un año que podrá ser recordado de forma agradable por todos y que permite que el Athletic se tome las uvas con optimismo de cara a lo que resta de temporada.

Fuente de imagen: www.elcorreo.com

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