El Córdoba se aprovecha de una de las peores defensas que se recuerdan por la Costa del Sol para llevarse un partido que le hace pasar de eliminatoria merecidamente al ganar ambos partidos de la eliminatoria siendo de inferior categoría. El Málaga finaliza el año con el ambiente muy, muy caldeado y con la afición enfrentada con el equipo y entrenador.
Juande Ramos no reservó a nadie, puso un 11 que ha sido el 11 inicial en varios partidos de liga para intentar remontar el 2-0 sufrido en la ciudad califal, y hacía ver que quería pasar de ronda y ya de paso apaciguar las aguas tras el varapalo en forma de goleada en el derbi andaluz ante el Sevilla. Enfrente, el entrenador cordobesista Luis Carrión, volvía a hacer un 11 con bastantes ‘no habituales’ pero con la mentalidad de ir a por el partido ya que para el entrenador, era la única manera de poder pasar eliminatoria. Y al final, esa mentalidad ganadora se cumplió y el pase vino de la mano.
El partido empezó como se esperaba, con un Málaga dominador, queriendo ir desde muy pronto a por un gol que alimentara las esperanzas para clasificarse y a la vez, calmar los nervios de la afición presente. Ese gol llegó de quién si no, de los pocos que se salvan en esta primera parte de la temporada. Sandro Ramírez aprovechó un gran pase de Javier Ontiveros por medio de los centrales, que tras salvar la salida de Razak y la obstaculización de Hector Rodas, consiguió mandar el balón al fondo de la red. El central acabó lesionado tras esta jugada, siendo sustituido por Luso.
La afición se animaba y el Málaga se soltaba. En un lanzamiento de falta extraordinario, Sandro estuvo a punto de poner el 2-0 en el marcador y hubiera igualado la eliminatoria, pero dio en el larguero y en la jugada siguiente el Córdoba entró “como Pedro por su casa” y Piovaccari empató el encuentro empujando a placer un balón proveniente de Esteve. El Córdoba ya había hecho lo que tenía que hacer, marcar en campo contrario para que en caso de empate en el cómputo global, su gol valiera doble. No había hecho mucho más el equipo cordobesista pero no le hizo falta mucho más ante la pasividad de los defensas malaguistas.
Pero el equipo malaguista quería seguir intentándolo, y de nuevo, de las botas del canario Sandro, tras una dejada en la frontal de Michael Santos, fusilaba con un balón raso y certero, ajustado al palo derecho de Razak. De nuevo las esperanzas malaguistas duraron apenas 2 minutos. Lo que tardó el equipo de la ciudad califal en querer acercarse a la meta defendida por un nervioso y señalado, Dennis Boyko, y de nuevo Piovaccari, batir la porteria malaguista, a pesar del esfuerzo en linea de gol de Roberto Rosales.
Con ésto se llego al descanso, con la sensación de que el Córdoba si quería podía meter los goles que quisiese pero que tampoco se podía confiar porque Sandro estaba con ganas de alegrar a la parroquia malaguista. Pero la afición boquerona, muy nerviosa todo el partido y haciendo notorio su descontento con varios jugadores de su equipo, hizo que el ambiente se enrareciera en la segunda parte más aún de lo que estaba en el inicio del partido y el equipo parece que lo acusó.
El Málaga ya no parecía con tanto peligro como en la primera parte, Sandro estaba más vigilado por los defensores cordobesistas, y para más inri, la defensa malaguista (con Llorente como cabeza de turco) hacía aguas otra vez más y con un pase en profundidad a Pedro Ríos que hacía que se presentara frente a Boyko perseguido por Rosales y Llorente, siendo éste último el que lo derribara en el esfuerzo de querer tocar balón pero haciendo ver una vez más su bisoñez en defensa. Tarjeta amarilla y gracias… El penalti, que tuvo que ser repetido, lo transformó el mismo Pedro Rios para alegría de los cerca del millar de cordobesistas presentes en la grada del feudo malaguista.
Ya el ambiente, si de por si estaba caldeado, se volvió inaguantable y el equipo dejó de creer en cualquier milagro en forma de remontada y aunque lo intentaba, más para intentar calmar a la afición que porque creyesen que iban a poder remontar, no conseguía llevar apenas peligro a la portería defendida por Razak.
Para rematar la faena, el equipo malaguista logró empatar el partido por medio de Chory Castro, que tras rematar un centro de Ontiveros, rebotó en Michael Santos y despistó a Razak que no pudo hacer nada. Ya lo hacía la defensa malaguista que quiso rizar el rizo y volver a hacer el ridículo antes de terminar el partido, y dejó que el chaval Traoré, que entró en la segunda mitad en el Córdoba, se metiera hasta la línea de fondo y dejarle centrar con toda la comodidad del mundo, no menos cómodo fue el remate de Pedro Ríos para hacer la machada completa y llevarse la victoria y pase de eliminatoria en el estadio de un equipo de Primera División.
Cara y cruz en la grada, con la afición del Málaga pidiendo la dimisión por parte de Juande Ramos como cruz y cara la alegría de la afición cordobesista que disfrutó de un partido lleno de goles, de la victoria de su equipo y que siguen como invicto fuera de casa desde que Luis Carrión se hiciera cargo del primer equipo.
Ficha Técnica:
Goles
1-0: Sandro (22′) 1-1: Piovaccari (28′) 2-1: Sandro (39′) 2-2: Piovaccari (40′) 2-3: Pedro Ríos, de penalti (68′) 3-3: Chory Castro (88′) 3-4: Pedro Ríos (89′)
Alineaciones
Málaga C.F. (3)
Boyko; Rosales, Llorente, Torres, Mikel (Jony, 58′); Fornals, Juanpi (Duda, 69′); Ontiveros (69′), Santos, Chory Castro; y Sandro
Córdoba C.F. (4)
Razak; Samu, Rodas (Luso, 21′), Caro, Bijimine; Caballero, Edu Ramos; Guille (Traoré, 78′), Esteve (Alfaro, 71′), Pedro Ríos; y Piovaccari
Árbitro
Ocón Arráiz (Colegio Riojano)
Tarjetas
Amonestó a Luso, Llorente, Sandro
Incidencias
Estadio de La Rosaleda. 13.000 espectadores
Foto Destacada: Diariosur.com
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