El Atlético de Madrid superó con una goleada la eliminatoria de Copa del Rey contra el Guijuelo en casa para cerrar el año 2017.
Se presentaban los del Cholo ante un partido sin demasiada relevancia, con una eliminatoria sentenciada en el partido de ida (0-6) y con una noche en la que el frío se metía en los huesos, buscó entonces un aliciente con el que ilusionar a los aficionados que fueron al Vicente Calderón. Varió el esquema desde el inicio para devolver a Juanfran a su posición natural, la de extremo por delante de Vrsaljko, con Thomas en la medular y Gaitán y Correa arriba. Era la noche de las reivindicaciones y la supieron aprovechar.
Buscaba Gaitán su noche, pidiendo el balón y buscando ser importante en el juego del equipo y lo consiguió abriendo el marcador en el minuto 16, tras una gran jugada de Thomas, con un derechazo a la escuadra desde el centro del area. El Guijuelo, que intentaba quitarse los nervios del inicio, trataba de trenzar jugadas en el centro en lo que llegó el segundo del Atleti de los pies de Correa, en la versión de sus mejores noches, tras recoger el rechace de un cabezazo de Gaitán que había golpeado en el larguero en el minuto 21.
Con la eliminatoria sentenciada por completo, llegó el momento de disfrutar, otro pase de un Correa eléctrico, dejó el balón perfecto para la carrera de Juanfran que culminó con un derechazo a la escuadra y poner el 3-0 en el marcador. Corría el minuto 28 y el equipo Salmantino no podía hacer otra cosa más que intentar frenar la sangría de goles a base de faltas acabando con la expulsión de Raúl Ruiz en el `32 por doble amarilla. Castigo exagerado para el transcurrir de la eliminatoria.
Continuaban los rojiblancos con su noche de reivindicaciones con una acrobática estirada de Moyá, protagonista inesperado en los últimos días, por la lesión y posterior operación de Oblak, para llevar el partido al descanso. Y llegó el momento de Torres cuando el partido parecía destinado al descanso, otra vez Correa vuelve loca a la defensa del Guijuelo y filtra un pase al Niño que falla en su primer remate, pero recoge el rechace y desde el suelo deja el balón en la red. Acabó con una sequía de tres meses sin marcar.
Y volvió el partido tras el descanso y seguía Simeone con las probaturas cuando se sacó de la chistera el truco final, minuto 61 del partido y volvía a jugar Cerci con la elástica rojiblanca tras más de un año fuera. Y así parecía que concluiría el partido, con el italiano demostrando su clase con la pierna izquierda cuando el Guijuelo quiso reivindicarse con el gol del honor de la cabeza de Pino que remató de forma imparable para Moyá, un fantástico pase de Hector. Era el minuto 79 y ya no dio lugar a más. Se fue el Atlético de vacaciones con los deberes hechos, tantas ganas tenía el Cholo de cerrar el año que ni siquiera dio la rueda de prensa.
Imagen via: Mundo deportivo
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