Este sábado nos encontramos una vez más con nuestro vecino, con ese aire de venganza que da el ser el primer partido donde nos vemos otra vez las caras desde la final de Milán.
Desde que llegó Simeone a nuestras vidas, nos hemos quitado las telarañas de los años de ostracismo, nos hemos lavado la cara y deshecho de la timidez para mirar de tú a tú a los equipos más potentes de Europa, y ellos lo saben. No tenemos miedo a perder contra ellos porque sabemos que al final de temporada estaremos allí, peleando con ellos por los títulos y derramando hasta la última gota de sudor que nos queda en el cuerpo y hasta que no podamos cantar más desde la grada.
Pero éste no es un partido más, ya no es un encuentro a vida o muerte para poder justificar la temporada, ahora nos tienen miedo porque no dejamos de creer, porque no dejamos de luchar y no dejamos de animar. Nuestros vecinos saben que nos hemos convertido en un equipo difícil y por eso no dejan de recordarnos las dos finales contra ellos, porque necesitan agarrarse a esos momentos para racionalizar su miedo, porque en el fondo saben que el de mañana, no es un partido más.
Jugamos contra los medios que comunicación que ponen en marcha su maquinaria con noticias sobre fichajes de nuestras estrellas o de nuestro entrenador, porque saben que ya no es un partido más. Jugamos contra sus aficionados, que nos llaman segundones en las charlas del café porque saben que ya no es un partido más. Nos acusan de flojear porque saben que ya no es un partido más.
Pero mañana estaremos preparados con nuestras bufandas y nuestras camisetas listos para ir al estadio, con los nervios previos a una gran cita porque sabemos que no es un partido más. Listos para animar hasta el último aliento como todos los partidos, porque a pesar de las derrotas no nos rendimos nunca y para demostrarlo escogemos los grandes momentos porque este no es un partido más.
Mañana estaremos hasta el final con nuestro equipo porque sabemos que no es un partido más.
Fuente vía de la foto: terra.es