Todo levantinista mortal a día de hoy, después de todo lo bueno y positivo que aportó su estado de forma y sus paradas, tiene cierta devoción por un portero que vino a España con lo puesto y recaló en el Levante UD en calidad de portero suplente tras descender a Segunda División B.
Todas aquellas expectativas puestas en ese portero desconocido procedente de Costa Rica se esfumaron de manera radical en el momento que se le dio cavidad y protagonismo, llegando a ser alguien trascendental en la mayoría de puntos y en el devenir direccional del conjunto de Orriols por la clasificación de la actual Liga Santander, que por cierto, finalizó aquella campaña en décima posición. Como habrán intuido todos ustedes, estamos hablando del halcón Keylor Navas, que tras una imperial y espectacular temporada después de haber estado dos temporadas en la sombra, y para variar, lideró un histórico mundial para su país donde él fue el principal protagonista, puso rumbo a la capital para recalar en el Real Madrid, siendo este acontecimiento el mejor reconocimiento y premio hacia su persona por su trabajo, esfuerzo y constancia.
fuente: google+
El legado y rastro que dejó este señor se puede comparar con algo bestial que difícilmente se podría igualar, pero con la intención de aproximarse y hacerle olvidar, llegaron durante dos temporadas en el siguiente orden Jesús Fernández, Diego Mariño y Rubén Martínez, siendo su nivel demasiado bajo pese a ser hombres con buen nombre y cartel dentro del mercado de los tres palos en aquel entonces. El primero demostró tener un nivel paupérrimo, el tercero era poco eficaz y el segundo, pese a sus buenas actuaciones en su última temporada, fue muy señalado y cuestionado todo el primer curso que estuvo defendiendo la elástica azulgrana. Por lo que el experimento y la apuesta fue una decepción en mayúsculas. Pero, pese al mal que supone un descenso, hay parcelas que necesitan un lavado de cara, y en especial, la que más necesitaba ese cambio era la portería.
fuente: mundolevante.com
En esa renovación que, recordemos todos, se realizó de la noche a la mañana y prácticamente en un abrir y cerrar de ojos, podemos permitirnos el lujo de alabar y elogiar a los dos porteros que llegaron a la entidad levantinista, pero hay uno que, tras haber estado las primeras cinco jornadas bajo la sombra de Alejandro Remiro, portero que tiene una proyección envidiable, podemos confirmar que Raúl Fernández es uno de los principales culpables del poderío levantinista en LaLiga1|2|3. Y no es pura casualidad. Seis goles encajados en nueve partidos hacen ser al Levante el equipo menos goleado de la temporada, y todo gracias a la seguridad, solvencia, autoridad y picardía de un Raúl que no ha pasado desapercibido en los partidos que ha disputado. De esos nueve, si previamente hablábamos de lo trascendente que era el tico, podemos recordar el partido de Anduva donde Raúl se vistió de pantera para desquiciar a base de paradones al Mirandés en ese tramo de asedio local de los primeros compases de partido, para que minutos más tarde el Levante mostrara su caché anotando tres goles al rival. También podemos recordar la mano que le sacó mediante unos eficaces reflejos a Mayor tras un remate a bocajarro con todo a favor para que el futbolista que milita en el Reus pusiera el empate en aquel Reus-Levante, y, sin ir más lejos, el paradón a Ortuño en un partido que, si hubiera entrado ese esférico, se hubiera hablado seguramente de una derrota del líder de la Segunda División Española viendo cómo se desarrolló el partido.
fuente: valencia.eldesmarque.com
Visto esto, pueden llamarme loco tras haber comparado a un mito del levantinismo como Keylor Navas con un portero procedente del Mirandés sin intención de menospreciar ni al equipo de Miranda del Ebro ni a Raúl. Pero, lo que nadie duda, es que Raúl se ha ganado a pulso su titularidad y el reconocimiento de todo el levantinismo gracias a su meritorio trabajo.
Fuente imagen destacada: levanteud
Podéis seguirme en @Rafa_Esteve_98 y seguir toda la actualidad deportiva en @SextoAnillo ( Twitter ) y en sexto anillo ( Facebook e Instagram ).
