El Gran Premio de Brasil es sinónimo de historia. En el Circuito de Interlagos se han vivido momentos que quedarán grabados en las retinas de los aficionados a la Fórmula 1. Pensar en Brasil es pensar en Ayrton Senna, en su mítica victoria en 1991. También es pensar en Fernando Alonso y su “¡TOMA!” cuando ganó su primer mundial, al que luego le siguió otro en 2006. La carrera de 2008 que seguro ni Lewis Hamilton ni Felipe Massa olvidaran nunca, o, cómo olvidar, 2012 donde Alonso volvió a perder un mundial en el último respiro. Cómo ya hemos dicho antes, Interlagos es sinónimo de historia, pero por si alguien lo dudaba, ayer, quiso volver a entrar en los anales de la historia de la categoría reina de la mano de un joven piloto holandés.
Los ganadores de Brasil:
Lewis Hamilton: El inglés ya ha dejado muy claro que su objetivo es ganar el mundial y no ha dejado de demostrarlos en las últimas carreras. Su agresividad, pero también su control podría hacer que el inglés diera la sorpresa en Abu Dabi. El tetracampeón está recuperando a marchas forzadas el tiempo que perdió a causa de los diferentes problemas mecánicos y de sus propios errores. La mejor versión del “Hammertime” salió ayer en Interlagos, mostrándose claramente superior a su compañero de equipo, tal y como demuestran los números. Entre la vuelta 7 y la 13, cuando salió el primer Safety Car, Hamilton ya había conseguido un gap de 6,130 segundos respecto a su compañero.
De la vuelta 31 a la 49, cuando salió el segundo Safety Car por el accidente de Felipe Massa, el inglés ya llevaba 28 segundos de ventaja sobre Rosberg. Finalmente, Lewis Hamilton pasó por la meta 11 segundos antes de que lo hiciera el alemán. Ayer Hamilton fue un martillo y Rosberg un simple tornillo.
Max Verstappen: Del espectáculo que dio ayer el holandés se va a estar hablando mucho tiempo e incluso años. Si alguien dudaba de las habilidades del joven piloto, ayer pudo comprobar que estaba equivocado. Red Bull nos tiene acostumbrado a grandes estrategias, sin embargo, ayer no fue su día. Los de Milton Keynes se la jugaron al montar neumáticos intermedios en el último stint de la carrera, pero ante la imposibilidad de correr con esas gomas, se vieron obligados a volver a parar a sus pilotos para montarles lluvia extrema. Fue en ese momento cuando empezó el show de “MadMax”.
En apenas 10 vueltas el holandés pasó de la 15º posición a subirse en el tercer escalón del podio. Y todo esto bajo la lluvia de Sao Paulo. Además, el holandés dejó otros momentos espectaculares, como una increíble salvada entrando en la recta de meta o el adelantamiento a Nico Rosberg en el primer relanzamiento de la carrera.
Carlos Sainz: El madrileño declaró a principios de semana que para poder hacer algo en Interlagos necesitaban lluvia, sino sería difícil lograr puntos en el trazado brasileño. Pues bien, la lluvia llegó y Carlos Sainz cumplió. El español acabó sexto, por tercera vez este año, pero nos hizo soñar con algo más grande durante muchas vueltas. A tan solo cinco de que cayera la bandera a cuadros Sainz rodaba en 4ª posición, pero no pudo evitar que el torpedo de Max Verstappen lo adelantara.
Sebastian Vettel, después de 15 vueltas detrás del español, consiguió pasarlo, quitándole la quinta posición. En una temporada muy difícil para Toro Rosso, Sainz ha traído oxígeno y esperanza al equipo italiano y se ha posicionado como una de las grandes promesas de este deporte.
También hay que destacar la magnífica actuación de Felipe Nasr, que en su gran premio de casa consiguió los primeros puntos para Sauber esta temporada y de momento hace que la escudería suiza adelante en el Mundial a Manor, pudiendo cobrar a final de temporada 20 millones de euros.
Los perdedores de Brasil:
Jenson Button: El campeón del mundo inglés ha estado desaparecido todo el fin de semana. El sábado, Button no pudo pasar de la Q1, mientras que su compañero llegó a clasificar entre los 10 primeros. El domingo tampoco le fue mucho mejor. El inglés acabó la carrera último y a mucha distancia de su rival más próximo, Pascal Wherlein.
Button fue incapaz de encontrar ritmo y grip, lo que hizo que su carrera se convirtiera en una agonía. Ver a Button sufrir en condiciones de lluvia es algo a lo que no estamos acostumbrados, ya que el inglés se mueve como pez en el agua, literalmente. A Button le queda una oportunidad para hacer una gran carrera y despedirse de la Fórmula 1 como el campeón que es.
Haas: El equipo americano son la demostración de cómo se puede tocar el cielo y el infierno en apenas unas horas. El sábado Romain Grosjean clasificó en séptima posición, algo que ni desde el propio equipo se esperaban. Aunque la alegría duró poco. Grosjean no pudo ni empezar la carrera, ya que en la vuelta de camino a la parrilla el francés sufrió un accidente que le impidió participar en el gran premio. La cosa tampoco le fue mucho mejor a Esteban Gutiérrez que se vio obligado a abandonar por problemas eléctricos. Además, dentro del box se vivieron momentos de tensión entre Gutiérrez y Gunther Steiner.
Y ya solo nos queda una carrera en el calendario. En Abu Dabi nos espera un fin de semana repleto de emociones. Nico Rosberg y su calculadora podrían conseguir su primer mundial, a no ser que un reforzado Lewis Hamilton se lo arrebate para convertirse en tetracampeón. No obstante, también será un fin de semana triste, ya que dos de las grandes figuras del deporte correrán su última carrera de Fórmula 1. Seguro que Felipe Massa y Jenson Button harán un gran papel en su despedida. Si algo hemos sacado en claro del Gran Premio de Brasil es que la Fórmula 1 es una noria de emociones y eso es lo que nos hace quererla tanto.
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Imagen destacada vía: Motorsport
