Que la solidez es garantía de éxito es un hecho. Que los cambios abren la puerta a muchas opciones inhóspitas, también. Los cambios provocan miedo a lo desconocido, inseguridad y la necesidad de reflexión y soluciones. Así en la vida como en el fútbol sala. Aspil Vidal Ribera Navarra lleva años caracterizándose por los constantes cambios en lo que a plantilla se refiere.
Continuos movimientos de entradas y salidas en el equipo que, de primeras, asustan. ¿Y si esto no funciona? ¿Y si nunca ”se hace equipo”? ¿Y si entre tanto ir y venir es imposible conseguir estabilidad?
Pero, ¿Y si las normas (y las estadísticas) están para romperlas?
En pasadas temporadas jugadores claves del equipo, dejaron Ribera Navarra en busca de nuevos retos, con destinos de mayor o menor autoridad; pero se fueron, a fin de cuentas. Y esta temporada no ha sido muy diferente.
El ”eterno capitán”, Andrés Alcántara ”Andresito”, tras seis años en el club puso en junio rumbo a ElPozo Murcia, en pleno despegue de su carrera tras ganar el Europeo. Por su parte, José Fernández ”Joselito” y Roger vuelven al F.C. Barcelona, el equipo que los vio nacer como jugadores, pero esta vez a la élite del primer equipo. David Pazos se reincorpora a la plantilla de Movistar Inter tras un año cedido en el equipo navarro. Luis López García ”Lucho” marcha a Levante para la próxima campaña; mientras Manuel García ”Manu” vuelve a Elche, firmando para una temporada en el equipo ilicitano de Segunda División y Juan Zardoya abandona el equipo de la ciudad que le vio nacer para vestir los colores del F.S. Zamora.
Esto deja en Ribera Navarra a sólo siete integrantes del equipo que defendió los colores durante la pasada temporada. Luis Martínez ”Luisma”, David García, Molina, Rubén Lemos ”Rubi”, Hamza, Pedro y Javier Mínguez ”Javivi” continúan en Aspil Vidal durante la temporada que se aproxima.
A ellos se unen cinco jugadores con un punto en común: su juventud. En primer lugar, Álvaro Pérez será el compañero bajo los palos de Molina. Marca de la casa, nacido en Tudela y tras años defendiendo la portería del equipo en categorías inferiores, hace realidad su sueño de jugar en la Liga Nacional de Fútbol Sala. Por otro lado, Daniel Mesa ”Lucas” regresa al equipo, en el que ya militó hace dos temporadas, antes de ser cedido a Segovia Futsal durante la campaña pasada, donde desempeñó un papel fundamental.
A estos chicos, los cuales no son desconocidos para la afición tudelana, se unen nombres interesantes provenientes de algunos de los mejores equipos del panorama nacional. Desde el F.C. Barcelona B llegan Ferrán Plana y Oussama Chefraou, dando un salto de altura hacia la Primera División. Y, desde la cantera de Movistar Inter, llegó el último refuerzo para esta temporada: Konstantinos Panou ”Kostas”.
Con edades entre los 19 y los 22 años, las nuevas adquisiciones del club siguen la línea de otros fichajes anteriores realizados por Ribera Navarra. La juventud como garantía de ilusión, ganas, energía y garra. Demostrando que los galones que concede la veteranía no tienen por qué desprestigiar al ímpetu que muestran jugadores de tan poca edad, que comienzan su carrera con el deseo de demostrar de qué son capaces, de competir al máximo nivel para alcanzar la cima, como equipo y a nivel individual.
Todo este panorama, en el que se apuesta por la mezcla de núcleo de equipo de años anteriores sumado a la energía renovada que transmiten las llegadas de nuevos fichajes, supone un horizonte de preguntas sin respuestas que, lejos de amilanar a equipo y afición, suponen un reto a superar desde el día uno. Un reto para un equipo liderado por el cerebro de toda operación que acaece en el equipo, dentro y fuera de las canchas, en el primer equipo y en la cantera.
José Lucas Mena ”Pato” renovó su contrato para dos temporadas más, decidido a seguir compitiendo al máximo nivel, a intentar llegar lo más alto y lejos posible y orgulloso de trabajar con el club que tantas alegrías le ha dado en los últimos años.
Y así, con una columna vertebral casi a estrenar, mezcla de veteranía y nubilidad, el hombre que comanda esta aventura seguirá firme a su estilo de juego: temperamental, cuidado, vistoso, ofensivo y competitivo; en el que ataque y defensa se equilibran constantemente, dando la cara encuentro tras encuentro. Y si ya funcionó antes, ¿por qué no iba a funcionar esta vez?
Ahora sólo queda esperar a que la Liga dé el pistoletazo de salida el próximo 12 de octubre, para poder disfrutar de un equipo que, tras campañas verdaderamente brillantes, se presenta como una incógnita a despejar jornada tras jornada. Los resultados no pueden preverse, pero el disfrute está garantizado.
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