Si en todas las temporadas de la liga española hay partidos en los que se dan situaciones inverosímiles y dantescas, ya podemos afirmar que se ha abierto la veda. El partido que este sábado ha enfrentado a Athletic y Sevilla en La Catedral, ha estado plagado de surrealismos que ni de la mano de Dalí podrían haber salido, y que han hecho que este encuentro sea casi imposible de explicar con palabras.
Este partido también tenía antecedentes que presagiaban lo que iba a ocurrir. Por una parte, la racha de 16 meses sin ganar fuera de casa en liga es más que bizarra, y parece que los hispalenses son incapaces de acabar con ella. Ya son muchos puntos los que se han perdido, y pese a haber comenzado fuerte esta temporada, si esto sigue así será un lastre que les impida alcanzar cotas más altas. En el polo opuesto, el Athletic encadenaba una impecable racha de 3 victorias seguidas, siendo 2 de ellas encima fuera de casa contra Deportivo y Granada.
Pese a ello, el partido se pronosticaba igualado, con ambos equipos buscando llevarse los 3 puntos, y con un fútbol vistoso de dos equipos de categoría. Sampaoli sorprendía con la inclusión del canterano Carlos Fernández en ataque y la no convocatoria de Ben Yedder y Ganso, mientras que Valverde lo hacía con la incorporación de Yeray y de un De Marcos que en principio todavía estaba pendiente de recuperarse de su lesión. En la portería local repetía Kepa Arrizabalaga, mientras que en la visitante se encontraba Sirigu, a la postre protagonista negativo del envite.
Una vez el balón puesto en juego, el Athletic trató de hacer valer la seguridad derivada de sus últimas victorias aplicando intensidad a la presión y al ritmo de juego, y el Sevilla trató de contrarrestar esto utilizando la posesión como aliada. Fruto de ello, durante los primeros veinte minutos apenas hubo ocasiones, siendo la excepción una mala volea de Williams cuando lo tenía todo para empalmarla y una oportunidad de Raúl García que la zaga sevillista se encargó de solucionar sin mucho problema.
Fue cuando a punto estaba de cumplirse la primera media hora de juego cuando ocurrió la primera acción medianamente reseñable del partido. Un saque de esquina rojiblanco terminó en las botas de un Mikel San José que, casi consigo mismo, introdujo en la portería de Sirigu. El navarro adelantaba al Athletic y volvía a dejar al Sevilla ante el mismo problema que le aparece en todos los partidos a domicilio.
A partir de entonces la emoción del choque aumentó, y con ello también la cantidad de ocasiones, sobre todo por parte del Athletic. Para destacar queda un posible penalti de Iborra tras interceptar con la mano un tiro de Beñat desde fuera del área. No obstante, el árbitro de este encuentro, Alejandro Hernández Hernández, no señaló nada.
Tiempo de descanso y estaba claro que los visitantes debían reaccionar de algún modo. El Athletic se encontraba con un marcador favorable y además su juego ofrecía una sensación de solvencia y seguridad que no les convenía en absoluto. Fue por ello por lo que una vez reanudado el juego el Sevilla trató de enfocar la portería de Kepa con mayor obstinación, pero le era muy complicado generar ocasiones y más aún tener la ocasión de materializarlas.
Sin embargo, ya cumplidos diez minutos de la segunda mitad, un pase filtrado por Nasri para Sarabia acabó en un chut que despejó Kepa a los pies del propio exjugador del City, que no desperdició el rechace y anotó el 1-1 en el marcador.
El Sevilla, con poco, había logrado equilibrar la balanza, y Sampaoli estaba dispuesto a arriesgar incorporando a Vitolo y al “Mudo” Vázquez con la intención de llevarse el partido. Fue nada más realizados estos cambios cuando surgió otra polémica. Pareja y Raúl García tuvieron sus más y sus menos a la hora de luchar por un balón dentro del área sevillista y la pugna acabó con el segundo por los suelos. En esta ocasión tampoco se señaló penalti, pese a las quejas de la afición y de los propios jugadores rojiblancos.
Al minuto de ello ocurrió algo que, a cuyo lado, la mala racha a domicilio del Sevilla parece algo anecdótico. Tras recuperar un balón cerca del área rival, Mikel Balenziaga se tiró un autopase con el que superó a la zaga rival y una vez dentro del área rompió la pelota para marcar su primer gol como jugador del Athletic. Tras casi 8 temporadas como profesional (5 de ellas como león), por fin pudo el lateral estrenar su casillero goleador. No es su función, pero no ha mostrado ausencia de sangre fría después cocinarse el sólo ese tanto.
El partido no estaba acabado, ni mucho menos, y todavía no era hora de relajarse para unos ni de bajar los brazos para otros. El Sevilla, estéril en ataque durante casi la totalidad del encuentro, buscaba arañar un punto que le permitiese no descolgarse de Madrid y Barcelona, pero en tanto que buscaba eso, ocurrió la enésima excentricidad del encuentro.
Por si fueran pocos la racha que arrastraba el Sevilla, las polémicas con los penaltis, el primer gol de Balenziaga… Tras interceptar un envío largo rival, Sirigu propinó un codazo incomprensible a Aduriz teniendo al árbitro a apenas 10 metros de su posición. Penalti y expulsión del portero italiano que tuvo que ceder su camiseta y puesto a Iborra para que éste intentase detener la pena máxima. Aduriz no falló y certificó que los tres puntos se quedarán en San Mamés.
El 3-1 fue definitivo, y ambos equipos vieron aumentadas sus rachas. Una positiva y otra negativa. El caso es que, en sus visitas, el Sevilla dista mucho de ser el equipo que es en su campo, y debe establecer como prioridad el acabar con esto cuanto antes. El Athletic certifica su buen estado de forma y su recuperación tras los traspiés en los debuts nacionales e internacionales, y ya ocupa los puestos nobles de la clasificación.
Los que hemos sido testigos de este encuentro, somos conscientes de que lo hemos sido de un partido atípico, con muchos sucesos fuera de lo común. El fútbol es así, y aunque a priori puede parecer simple describir como un equipo busca introducir el balón en la portería contraria, a veces puede resultar algo casi imposible. Algo inefable.
Ficha Técnica:
Árbitro: Alejandro Hernández Hernández
Goles: 1-0 San José, 1-1 Nasri, 2-1 Balenziaga, 3-1 Aduriz (pen)
Alineación Athletic Club: Kepa, De Marcos, Laporte, Yeray, Balenziaga; San José, Beñat (Sabin 91´); Williams, Raúl García (Saborit 77´), Susaeta (Iturraspe 70´); y Aduriz.
Alineación Sevilla FC: Sirigu; Mariano, Mercado, Pareja (Vietto 69´), Kolo; Kanrevitter, Iborra; Sarabia, Nasri, Correa (Vitolo 59´) y Carlos Fernández (Vázquez 62´)
Tarjetas Amarillas: Aduriz (33´) Mercado (56´) Williams (93´) Mariano (93´)
Tarjetas Rojas: Sirigu (88´)
Imágenes vía: Mundo Deportivo
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