-“Sergio, ¿Qué vas a querer por tu cumple?”
-“La camiseta de Eli Pinedo”
-“Pero hijo, pide la de algún chico, además, tu hermana ya tiene dos, te puede dejar una”
-“No papá, quiero la suya”
Me considero un bebé en este mundo del balonmano. Hace cuatro años, los Juegos Olímpicos de Londres me hacían descubrir a un grupo de mujeres luchadoras, que se dejaban la piel por cada balón y que por ello recibían el nombre de “Guerreras”. Veía todos los partidos, y después, iba corriendo a Twitter a ver qué comentaban, en especial me empezó a llamar la atención una de ellas, aquella extremo izquierdo que cogía los pases de contraataque a una mano y con el hombro medio fuera. Además esta chica comentaba todo lo que podía por Twitter, interaccionaba con la gente que le escribía, siempre tan amable.
“Mamá, quiero ser como Eli Pinedo” dije al conseguir aquél bronce.
Desde entonces y con el boom de las redes sociales, Eli se hacía más y más mediática. Siempre que podía, promocionaba el deporte femenino, en especial el balonmano. Esta es una de las razones por las que debemos darle las gracias, por poner la cara de parte de todas las mujeres deportistas españolas y hacer que nos oigan.
Si tuviera que destacar un momento suyo sería sin duda aquél gol ante Brasil, que daba el pase a semifinales en el Mundial de 2011, a toda España se le puso la piel de gallina y más aún con la reacción de Eli al gritarle quién sabe qué a la brasileña que prácticamente la había placado en ese contraataque y después levantarse y alzar los puños. Gracias por esto Eli.
Ha jugado prácticamente todo lo posible, ha probado el jugar fuera de España y después ha vuelto a su club, el Balonmano Bera Bera donde empezó su carrera profesional y donde la ha terminado, ganando todo lo jugado y como capitana este último año.
En una entrevista que nos concedió el pasado mes de febrero, Eli nos contaba que su rol tanto en la selección como en su club era “el de una jugadora ya veterana y con experiencia que trata de ayudar y empujar a sus compañeras en todo momento” cosa que es muy importante a la hora de formar “piña” en el equipo. Eli contagiaba con su garra luchadora a sus compañeras dando así un ejemplo de actitud a todos los niños y niñas que vieran sus partidos.
Me emociono al recordar el primer día que fui a entrenar con la camiseta de Eli del Bera Bera, todas mis compañeras se morían de envidia y las jugadoras más pequeñas me preguntaban que quién era “Pinedo”. Esas mismas chicas que casi no conocían a Eli ahora están afectadas porque se retira su primer ídolo.
Por si llegaras a leer esto, hola Eli, soy Rocío, la pesada de las fotos siempre que jugabas en Madrid. Gracias por tu amabilidad y paciencia siempre. Espero encontrarte paseando por mi ciudad, que sé lo mucho que te gusta.
Imagen destacada: libertaddigital.com
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