La final de Salto masculina, lejos de ser aburrida, se volvió más emocionante todavía que la de anillas. Los finalistas que compitieron, grandes especialistas en el aparato, arriesgaron más que nunca, expandiendo, tal y comoviene siendo normal en estos Juegos, los límites del código de elementos.
Cada uno de los saltadores son merecedores de mención.
En octavo lugar, con 15.003 puntos quedó el gran Igor Radivilov. El primer gimnasta en presentar un salto de paloma triple mortal. La ejecución no fue perfecta, tocando con las manos y el culo al suelo, no sin antes haber puesto los pies. Esto le descontó mucha puntuación a pesar de haber presentado un nuevo elemento con una dificultad desmesurada. Su segundo salto fue muy bueno, un Tsukahara con doble carpado; sin embargo, no fue suficiente para subir la nota media del aparato.
En la séptima posición acabó el chileno Tomas Gonzalez. El gimnasta ejecutó un Tsukahara doble carpado con una recepción justa y un Yurchenko con dos piruetas y media. Muy buenos saltos, pero no lo suficiente como para llegar a la medalla.
El sexto y quinto puestos fueron para Nikita Nagornyy, de Rusia y Oleg Vierniaiev, Ucrania, con un empate. Ambos ejecutaron un Dragulescu, elemento creado por uno de los participantes (Marian Dragulescu) y un Tsukahara con triple pirueta en plancha. El ucraniano exhibió el mejor Dragulesku de la competición, sin embargo, el segundo salto lo hizo mejor Nagornyy.
Con el cuarto lugar se quedó Marian Dragulescu, gran gimnasta que ha servido de inspiración y modelo para el resto del mundo con sus saltos. El rumano de 35 años fue el rival directo de Gervasio Deferr, el gran campeón ya retirado de España. Así, el veterano Dragulesku mostró una vez más su elemento de salto y un Yurchenko twist que acabó con dos piruetas y media. Gran saltador que se quedó a las puertas del podio por errores en la recepción.
Entrando en el podio, en tercer lugar, escaló posiciones el japonés Kenzo Shirai. El japonés que se quedó sin la medalla de suelo en la final, logró sacar un Yurchenko con tres piruetas y media y un Tsukahara también con tres piruetas y media. El gimnasta, con un gran talento por los giros, consiguió complicar un ejercicio ya complicado de por si mismo.
La segunda clasificación fue para el ruso Dennis Abliazin. Obtuvo 15.516 puntos gracias a un Tsukahara con pirueta de nota altísima y un Yurchenko twist con dos piruetas y media en plancha. Un gran ejercicio que sin duda merecía la plata.
En primer lugar y proclamándose el gran ganador de salto, el coreano Ri Se Gwang ejecuto un Dragulescu carpado y un Tsukahara doble con pirueta, llevando unos ejercicios de extrema dificultad a una perfección técnica increíble.
Se vivió una gran final, intensa y con novedades que hará que evolucione una vez más a pasos agigantados éste emblemático deporte olímpico.
Imagen destacada: Ri Se Gwang, ganador representante de Corea. Fuente: Eurosport.
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