Crónicas Tenis

Nadal deja atrás a Bellucci en un apasionante choque

El español ha dejado atrás al brasileño Thomaz Bellucci por 2-6 6-4 6-2 en los cuartos de final de Río de Janeiro para asegurar la lucha por la medalla de bronce para nuestro país.

Era el partido de tenis perfecto para toda una nación. Era ese partido que todos y cada uno de los brasileños esperaban en sus casas y miles de ellos en la Pista Central de Río de Janeiro. Era el momento de un chico llamado Thomaz Bellucci que quería demostrar a los seguidores de su país que debían creer en él. Eran unos simples cuartos, hasta ahí bien, pero iban a tener historia, tal vez demasiada.

Thomaz, sí, aquel chico que se había enfrentado hasta cinco veces a Rafa Nadal, a uno muy distinto al que se ha encontrado hoy, jamás había conseguido la victoria frente a él. Tan solo, con un golpe de suerte, se había llevado un set a su favor. Así pues, el panorama se situaba muy a favor del manacorí en este enfrentamiento arbitrado por el juez de silla Jake Gardner.

Tanto se situó que la balanza se desequilibró y lo hizo de manera estrepitosa. Ya se conocía la calidad de Bellucci, sin embargo, pocos sabían que era capaz de crear tal atmósfera en una pista y convertirla casi en una cárcel para su rival. Rafa, pues, jugó su juego hasta que este se vio bloqueado. El local tenía a su espalda a un público volcado al cien por cien, uno que no iba a parar de animar por mucho que la organización lo pidiese, hecho que le ayudó a ser capaz de ceder tan solo tres puntos al servicio y romper hasta en dos ocasiones el saque del balear.

La primera quiebra llegó en el 1-1, momento en el que ‘Rafalet‘ se durmió en los laureles y cedió el juego con un solo punto a su favor. Acto seguido, pareció verse una cierta mejora de nuestro número uno, una que fue anulada rápidamente por otra rotura surgida en el 2-4, esta vez con un 30-40 convertido en break. En poco menos de una hora, el brasileño encaminaba el partido y de qué manera.

De tal forma, se planteaba esta situación que algo debía mejorar el abanderado español. De esta manera, se puso el mono de trabajo y enseñó el espíritu de ganador por el que se caracteriza. Lidiando con el dominio en el saque de su contrincante, Nadal intentó sacar partido de sus pocas opciones al resto y, tras tener un 0-40 a favor desperdiciado, selló con una ventaja el 3-1 que desequilibraba el parcial.

Bellucci tuvo que rearmar su tenis paso a paso, tuvo que rehacerse y, sobre todo, tuvo que tirar de orgullo para desestabilizar a su oponente. Teniendo a su favor nuestro representante un saque con el que podía cerrar el set, se vio ahogado y sin oportunidad alguna de terminar esta pequeña y exitosa travesía. Thomaz quebró y se colocó 5-4, pero no aguantó el golpe de inspiración y calló por 6-4 en la segunda manga.

Era el momento crucial del partido crucial en la competición crucial. Era el instante que se esperaba, con el que soñaban los presente. Era el tercer y definitivo set que decidiría la medalla.

Luego de haber pasado un momento claramente decepcionante en el primer parcial, Rafa no se había asentado a la pista hasta bien entrado el segundo. Sin embargo, en aquellos momentos se situaba en el tercero, un punto del choque en el que tenía que dar el todo por el todo. Ahora, aquella red levemente endeble que permitía el paso de bolas bajas, no era excusa. No había excusas, solo trabajo por delante. Y así se hizo.

El nuestro izó la bandera por todo lo alto y se plantó a pasos de gigante en la lucha final. Con 2-1 a su favor, rompió a su rival con un espléndido juego en blanco que le regaló la ventaja más importante del cara a cara. Muy cerca estuvo el sudamericano de devolverle el obsequio, no siendo este otorgado y sí confirmada la ventaja del ‘Rey de la Tierra’ de 4-1. Cada uno se llevó su servicio y luchó con lo que tenía en sus manos, no cayendo en cuenta de que los puntos seguían contando igual que al comienzo del partido, pero no la intensidad. El último golpe de Bellucci se quedó en la red y el estadio saltó por todo lo alto. Nadal ganaba demostrando que era el chico que siempre había sido.

Tal que así, solo quedaba esperar a su rival en semifinales, un lugar en el que ya podría luchar por la medalla y que le otorgaba la posibilidad de igualar su andada en los Juegos de Londres 2012.

Imagen: www.tenisweb.com.

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