El virus del Zika es uno de los temas más comentados acerca de estos Juegos Olímpicos de Río 2016. Este virus que no es totalmente letal, puede causar grandes complicaciones en un ser humano, pero, ahondando en él, ¿desde cuándo se conoce? ¿Cómo se detecta? ¿Cuáles son sus síntomas? ¿Cómo se combate? Y, sobre todo, ¿cómo se evita?
Zika, una simple palabra, un simple sustantivo. Cuatro letras capaces de hacer temblar a la población brasileña cuando son pronunciadas. Zika, sí, es esta la enfermedad de moda en el mundo. Es ella la que ha tomado Brasil y la que ha provocado que muchos de los mejores deportistas del mundo y de la historia decidan no acudir a esta cita olímpica celebrada cada cuatro años. Zika, sí, tú.
Pocos saben qué es realmente este virus. Sin embargo, la realidad es que ya fue registrado en 1947 en Uganda por varios investigadores, por lo tanto, lleva 69 años rondando por los cuerpos de seres humanos situados en las áreas tropicales. El porqué de que surja en estos lugares se debe a que este virus se propaga por la familia de mosquitos Aedes, los cuales se sitúan en estos puntos del planeta. Los mosquitos Aedes son una especie conocida así debido a que son capaces de contagiar el Flavivirus y otro tipo de enfermedades como la conocida Fiebre Amarilla o el Dengue, estos más populares en África.
Como dato, cabe destacar que el que estos mosquitos nos penetren nuestra piel no es la única forma que existe de contraer esta anomalía. Las relaciones sexuales son también uno de los ejes más llamativos, ya que es capaz de propagar la enfermedad de manera más veloz. Además, una madre embarazada que ostente la enfermedad, puede contagiársela al feto, sufriendo este variaciones físicas parecidas a las de los afectados por otro tipo de enfermedades. Junto a ello, pese a no haber sido aún demostrado, se estipula que puede ser traspasada por transfusiones sanguíneas en caso de que el contagiado otorgue parte de su sangre a un necesitado.
El problema llega cuando una persona no sabe si lo tiene o no en su organismo, si tiene los síntomas; y si se lo detectan, ¿cómo se combatiría? ¿Y si desea evitarlo? ¿Qué debe hacer? Aquí lo solucionamos.
¿Cómo se detecta?
El virus del Zika es uno de los más simples de detectar, debido a que con un simple análisis de orina o de sangre se puede obtener el resultado más certero. El infectado no notará nada durante los primeros días. Los síntomas empezarán a surgir efecto a partir del séptimo día, que será cuando el virus habrá calado ya en el organismo de la persona en cuestión. Previamente a ello no podrá ser tratado aunque sí detectado.
¿Qué síntomas tiene?
Sus síntomas, llegados a partir del día 7, son similares a los de una gripe cotidiana. El infectado sentirá dolores de cabeza y de extremidades, así como conjuntivitis, y notará como en su cuerpo comienzan a surgir ciertos sarpullidos.
El problema no es que se origine en un ser humano adulto, sino que se traspase a un feto en desarrollo. En caso de que esto ocurra, el feto podría ostentar microcefalia, defectos graves irreparables en el cerebro e incluso el Síndrome de Guillain-Barré, el cual se trata de una anomalía en la que el sistema inmunológico daña a las neuronas y causa debilidad muscular.
¿Cómo se combate?
Una vez diagnosticado, el virus en sí tiene poco que tratar. Según marcan las instrucciones, no pueden ser ingeridos ningún tipo de antiinflamatorios del tipo AINE, tales como el ibuprofeno, ni vacunas, ni fármacos. En resumidas cuentas, el virus no podrá ser aliviado, tan solo se podrá esperar a que los efectos se pasen por sí solos descansando en cama durante varios días y procurando que no se complique con otra enfermedad.
¿Cómo se evita?
Para este apartado es preciso dividir en tres los métodos de contagio:
Contagio vía mosquitos Aedes: En este caso, se debe portar ropa larga tratada con permetrina o aceite de eucalipto, dos repelentes capaces de ahuyentar a estos insectos portadores del virus.
Contagio vía sexual: En este apartado, es preciso recalcar lo comentado en cualquier enfermedad: usar preservativos, o anticonceptivos seguros que limiten el contacto entre los aparatos reproductores lo máximo posible.
Contagio vía donación sanguínea: En este punto, simplemente hay que abstenerse a realizar transfusión alguna de sangre cuando se está infectado por el virus.
Es esta la carta de presentación del suceso que más ha aterrorizado a los deportistas de élite en Río. La única ‘buena noticia’ de este virus es que no es mortal, por sí solo no es capaz de acabar con la vida de un ser humano adulto, aunque en un bebé recién nacido que haya sufrido la enfermedad, puede producirle graves lesiones que sí pueden costarle la vida.
Información otorgada por Javi Gayol, redactor de Sexto Anillo y especializado en ciencias de la salud.
Imagen: www.radiolaprimerisima.com.
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