Dice un antiguo proverbio latino que La suerte sigue a los valientes. Tan antigua es esta afirmación como cierta. Y es que, no se augura ningún éxito a aquel que carece de audacia. Y es esto precisamente lo que más le reprochan los aficionados del Estrella Roja a su entrenador Miodrag Božović. Aún nadie entiende cómo es posible que planteara un partido a la defensiva en su propio campo, frente a las 50.000 personas que llenaban casi absolutamente el estadio Marakana.
Cuando las agujas del reloj marcaban las 20:30 en Belgrado, el árbitro italiano Luca Banti señaló el inicio de un partido que acabaría dando mucho que hablar. Georgi Dermenžijev, el técnico de Ludogorets, introdujo dos cambios respecto al partido anterior: Abel y Kešeru iniciaban el partido en lugar de Saša y Lukoki, mientras que Božović optó por repetir once contando con los mismos jugadores que habían conseguido el empate en Bulgaria.
Este planteamiento sin una referencia clara en ataque por parte del equipo local suponía que los rojiblancos saldrían al campo más bien a esperar, cediendo el control del partido al campeón de la liga búlgara.
De este modo, el encuentro arrancó con una fuerte intensidad y muchas imprecisiones por parte de ambos equipos, aunque con más llegadas para el conjunto de Ludogorets. Sin embargo, contra todo pronóstico, en el temprano minuto 16 el centrocampista del Estrella Roja Mitchell Donald anotó un tanto desatando la euforia en los aficionados locales. Un mal despeje de la defensa búlgara, tras un centro por la izquierda de Luis Ibáñez, sirvió el balón en bandeja para que Donald, desde fuera del área, lo aprovechara y enviara el esférico al fondo de la red con un potente disparo con la pierna derecha.
Tras esto, respondió Ludogorets con varias llegadas sin crear demasiado peligro hasta que, en el minuto 23 de partido, Kafú anotó el empate en una jugada personal por la banda derecha dejando a cuatro defensas del Estrella Roja tras él y batió a Kahriman con un tiro impecable.
El partido continuó bajo el control de los búlgaros, aunque con llegadas tímidas por parte de ambos equipos, cuando, a falta de 5 minutos para el descanso, Wanderson hizo enmudecer a la grada local poniendo a su equipo por delante en el marcador. Un disparo desde la frontal teóricamente fácil para el portero, pero que Kahriman inexplicablemente no fue capaz de detener.
A partir de este momento, el partido se ponía muy de cara para Ludogorets, sin embargo, en cuestión de dos minutos el central ucraniano Plastun recibió dos tarjetas amarillas que lo mandaban a los vestuarios antes de tiempo, lo cual supondría una ventaja para el Estrella Roja que debían saber aprovechar para dar la vuelta al resultado.
Pero, nada en este martes de principios de agosto ocurrió según lo previsto. Con la oportunidad de iniciar el segundo tiempo en una superioridad numérica que hubiera facilitado mucho el trabajo al conjunto de Belgrado, ocurrió lo inesperado. Cuando el final de la primera mitad ya había sido señalado por el árbitro, el centrocampista gabonés Kanga se enredó en una innecesaria trifulca con un jugador de Ludogorets que al más mínimo contacto se dejó caer al suelo, tras lo cual el del Estrella Roja acabó expulsado con una tarjeta roja directa. Y así, de la manera más infantil, protagonizó una de las acciones más decisivas del partido que la grada rojiblanca tardará mucho tiempo en perdonarle.
De todos modos, a los aficionados de ambos equipos aún les quedaba mucho por ver- y por sufrir. El segundo tiempo arrancó con un cambio por parte de los búlgaros, que introdujeron al defensa argentino Palomino para cubrir el puesto que había dejado Plastun, y las primeras jugadas pertenecieron al equipo local, que no consiguió poner en apuros al guardameta Stoyanov. Božović optó por sustituir a Srnić, que llevaba un partido bastante gris, y ceder su puesto al delantero portugués Vieira en el minuto 52.
Uno de los pocos aciertos del técnico montenegrino en esa fatídica noche, sin duda. No llevaba ni diez minutos en el campo cuando Vieira recibió una falta en el área que Banti no dudó en señalar como penalti. Así, en el minuto 60 de partido, Luis Ibáñez empató el resultado con un disparo no especialmente brillante, pero suficiente para devolver la fe a los rojiblancos.
Después de esto, las fuerzas se igualaron bastante, con ocasiones para los dos conjuntos, y con mucho miedo de cometer errores por parte de los defensas. El tiempo reglamentario del partido acabó con una posesión del 55% para el campeón de Bulgaria, lo cual pone de manifiesto la mejora en el juego del Estrella Roja, que había acabado el primer tiempo con solo un 38% del control del balón.
Poco después de iniciarse los primeros quince minutos de alargue, Wanderson hizo desvanecerse todas las esperanzas en el estadio Marakana. Partiendo de una dudosa posición, se marchó con notable facilidad de Ibáñez- que ya contaba con una amarilla,- y golpeó el balón superando a Kahriman para acabar entrando en su portería por el palo largo.
Dominó Ludogorets durante los minutos siguientes y, de nuevo Wanderson sentenció el partido en el 96′ anotando un tanto que recuerda bastante al 3-2, ya que otra vez el atacante del equipo búlgaro, en esta ocasión Vura, supera en velocidad a Ibáñez. Esta vez Kahriman detiene el primer disparo del jugador holandés, y Wanderson aprovecha el rechace para mandar el balón al fondo de la portería vacía.
Muchos aficionados no quisieron seguir presenciando la derrota de su equipo y para el minuto 117 las gradas del Este ya se encontraban semivacías. También hubo quien encendiera alguna que otra bengala en la grada Norte mientras se escuchaban cánticos en contra de la UEFA y, finalmente, Banti pitó el final del partido en el minuto 121. Pero no solo acababa en ese momento la tercera ronda previa de la Champions League, también se ponía así fin a una etapa dentro del Estrella Roja.
Había muchas expectativas en este partido- demasiadas, quizás. Božović no tuvo más remedio que ”pedir perdón a la afición por haberles dado falsas esperanzas” y se mostró optimista ante el sorteo para la Europa League que tendrá lugar el viernes, aunque no podrá contar con Donald, Kanga e Ibáñez para la ida del play off.
Este último, que se mostró muy afectado al acabar el partido frente a la grada Norte del estadio Marakana, tiene muchas papeletas para pronto abandonar el club, ya que supuestamente tenía acordado con el club turco Trazbonspor permanecer en el Estrella Roja solo mientras duraran las clasificaciones para la Liga de Campeones.
Y así es como acabó el sueño del Estrella Roja. Muchos señalan como culpable a Božović, que salió a defenderse y sin un delantero centro en su estadio, con 50.000 personas animando sin parar durante los 120 minutos que duró el encuentro. Otros no consiguen entender cómo nisiquiera un ambiente así fue suficiente para motivar a los jugadores, y señalan a Kanga como el principal responsable del resultado en contra. Algunos culpan al árbitro de no haber señalado el posible fuera de juego de Wanderson en el tercer gol de Ludogorets, que fue el más decisivo y que, de haber sido invalidado, las cosas podían haber acabado de un modo diferente.
Pero ya no queda nada por hacer. Va a ser difícil mantener a los jugadores clave en el equipo. Y también va a costar mucho superar una derrota así. Queda la Europa League, que a finales de agosto sabremos si dará finalmente una alegría a los aficionados rojiblancos o acabará por hundir su ánimo definitivamente. Pero, recordando las palabras del difunto actor serbio Ljuba Tadić, gran aficionado del club de Ljutice Bogdana, ”no hay grandes amores sin grandes alegrías- pero tampoco sin grandes tristezas. Y eso es el Estrella Roja”.
Ficha técnica
Estrella Roja: Kahriman; Cvetković, Rendulić, Phibel, Ibáñez; Le Tallec, Donald; Mouche, Kanga, Katai; Srnić. También jugaron Vieira, Ruiz y Ristić.
Ludogorets: Stoyanov; Minev, Moti, Plastun, Nataniel; Dyakov, Abel, Kafu, Marselinho, Wanderson; Kešeru. También jugaron Palomino, Vura y Saša.
Goles: 1-0 Donald (min 16). 1-1 Kafu (min 23). 1-2 Wanderson (min 40). 2-2 Ibáñez (p.) (min 60). 2-3 Wanderson (min 92). 2-4 Wanderson (min 96).
Estadio: Rajko Mitić (50.000 espectadores)
Árbitro: Luca Banti. Tarjetas amarillas: Abel (min 8). Plastun (min 41 y min 43). Donald (min 45). Stoyanov (min 59). Le Tallec (min 67). Wanderson (min 92). Ibáñez (min 95). Tarjetas rojas: Plastun (min 44). Kanga ( min 45).
Imagen destacada: mondo.rs
Sígueme en @camifederighi y sigue toda la actualidad deportiva en @SextoAnillo, en www.sextoanillo.com y en nuestra página de Facebook www.facebook.com/SextoAnillo.
