En el artículo que ayer publicamos en Sexto Anillo sobre Ibai Gómez, resaltando su trayectoria futbolística en el Athletic Club, desde su llegada al filial hasta el momento actual, hasta su traspaso al Deportivo Alavés. No es un jugador cualquiera el que abandona esta vez nuestro equipo, y en virtud de ello creemos que es merecedor de una despedida más afectuosa. Así lo creemos y así lo merece ser.
Ibai,
Parece ser que nuestros caminos se separan, pero al igual que las venas y las arterias lo hacen en el cuerpo humano, tendrán como punto común el corazón. Todos sabemos que allá donde vayas y allá donde estés, de ese corazón, al igual que del nuestro, manará sangre rojiblanca. El Athletic no es sólo un equipo de fútbol, es una pasión que ni los más prestigiosos psicoanalistas del mundo ni de la historia serían capaces de describir, una pasión que sabemos llevarás en tu corazón.
Puede que sobre él lleves un escudo de otro club, de otro conjunto futbolístico en el que esperamos que todo salga a pedir de boca y en el que seas feliz, pero para nosotros siempre quedará tu imagen como león. Un león que hizo frente a inconvenientes e incidentes, y de los cuales se repuso para dejar su implanta en el equipo.
Cuando un jugador se deja la piel en el terreno de juego como lo has hecho tú, cuando nos regala momentos como el gol frente al Sporting de Portugal en las semifinales de aquella mágica Europa League que nos regalasteis, los aficionados del Athletic tendemos a agradecerlo, y tú eres merecedor de este agradecimiento.
Puede que en vista de la baja participación la temporada pasada hayas decidido que es el momento para cambiar de aires, y pese a que a todos nos entristece, no pondremos ninguna objeción. El Deportivo Alavés es un gran club, un club al que los seguidores zurigorris tenemos mucho aprecio, y del que nos sentiremos orgullosos si es representado por uno de los nuestros. Es un proyecto ilusionante, y como tal, esperemos que lo afrontes con la misma ambición con la que lo afrontarán los babazorros.
Es el momento del adiós y la separación, pero no de la ruptura y el olvido. Puede que algunos afirmen que es a Roma donde llevan todos los caminos, pero no es así. Es al corazón donde llevan todos los caminos. Adonde llevan, y de donde salen.
Eskerrik asko eta zorte on Ibai!
Imagen vía: http://www.marca.com/
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