La temporada no ha hecho más que empezar, y el Estrella Roja de Belgrado la semana que viene probablemente jugará su partido más importante. El próximo martes 2 de agosto, en el mítico estadio Marakana, esperan al potente rival búlgaro Ludogorec de Razgrad para disputar la vuelta de la tercera ronda previa de clasificación de la Champions League.
El club más laureado de la antigua Yugoslavia busca retornar a la competición que un no tan lejano 29 de mayo de 1991 los hiciera colocarse en lo más alto del fútbol del viejo continente, para entrar en el exclusivo grupo de equipos que han conseguido coronarse campeones de Europa y dejar así su nombre para siempre en la historia.
Muchas cosas han cambiado desde aquellos tiempos, y, tras una turbulenta década de los 90 tras la que el fútbol serbio ha sido relegado a un segundo plano, Estrella Roja ha tenido que enfrentar numerosas situaciones complicadas que han llegado en ocasiones incluso a poner en jaque la existencia del club.
Después de la separación de Serbia y Montenegro, la Superliga serbia ha sido un campeonato que ha pertenecido casi íntegramente a Partizan de Belgrado, el máximo rival de los rojiblancos. Solo se alzaron campeones los de Ljutice Bogdana 3 veces en casi 10 años. Debido a ésto las esperanzas de ser un habitual en competiciones europeas se han ido esfumando poco a poco y desde la temporada 1991/1992 el equipo serbio no disputa una fase de grupos de Champions League, mientras que en el caso de la Europa League han participado por última vez en la 2007/2008, perdiendo todos los partidos jugados en aquella ocasión.
El equipo la campaña pasada consiguió la friolera de 24 victorias seguidas, rompiendo todos los récords en la Superliga serbia. Los hombres de Miodrag ‘Grof’ Božović esperan poner la guinda al esfuerzo del año pasado consiguiendo devolver al equipo a la competición a la que históricamente pertenece: la mítica Liga de Campeones.
Antes de este encuentro, sin embargo, tocará enfrentar a Metalac de Gornji Milanovac en el choque correspondiente de la segunda jornada de la Superliga de Serbia. Se espera que sea un partido difícil, no por el nivel de los de Gornji Milanovac – que pueden dar la sorpresa,- sino porque todas las vistas del club rojiblanco están centradas en el gran partido del martes.
Lo cierto es que, pese a llevar solo una jornada de liga, los jugadores de ‘Grof’ Božović no han tenido un comienzo para nada convincente. El primer partido, frente a Napredak, se saldó con un empate a dos en el que se pusieron en evidencia las carencias, sobre todo defensivas, del Estrella Roja.
En un encuentro plagado de suplentes la presión recayó sobre aquellos jugadores que normalmente reciben menor cantidad de minutos, y la verdad es que el choque no fue en absoluto atractivo para el espectador. Los rojiblancos tuvieron que igualar un 0-2 en contra durante la segunda mitad, con la ayuda del destello del partido, el zurdazo de Srđan Plavšić desde 20 metros, y el tardío cabezazo del suplente Sikimić para rescatar un punto.
Todo apunta a que el partido del viernes frente a Metalac tendrá mucho que ver con este pasado, ya que nuevamente habrá rotaciones que permitan a los jugadores clave descansar para poder dar el 100% en el partido frente a Ludogorec. Esto sin duda es un sacrificio necesario vista la importancia de lo que se juega el Estrella Roja en este choque, que va más allá de un simple partido.
Respecto al camino hacia la Champions League, como campeones de la liga serbia entraron en la segunda ronda de clasificaciones y tuvieron que enfrentar al equipo maltés La Valletta. Un rival presumiblemente inferior pero que, a pesar de ello, hizo saltar las alarmas poniéndose por delante en el primer partido de la temporada, sacando así a relucir las dificultades defensivas de los de Ljutice Bogdana, quienes, sin embargo, fueron capaces finalmente de dar la vuelta al resultado según lo esperado y vencieron al campeón de Malta tanto en su campo como en un Marakana repleto de aficionados.
En el partido correspondiente a la ida de la siguiente ronda, tras un empate a 2 en el Ludogorec Arena, la confianza ha sido parcialmente restablecida ya que, pese a la mayor posesión del control del partido por parte de los búlgaros, el equipo belgradense supo jugar bien sus cartas, remontando el inicial 1-0 primero con una maestría de Katai al comienzo del segundo tiempo y más adelante con un golazo del gabonés Kanga. Con el partido muy de cara- contra todo pronóstico- la defensa volvió a sacar a relucir sus carencias concediendo un gol bastante infantil que complicará sin duda el planteamiento del partido de vuelta.
La clasificación frente a Ludogorec aseguraría a los serbios el disputar una competición europea esta temporada, ya que, incluso si fueran eliminados en el play off de Champions disputarían directamente la fase de grupos de Europa League, además de suponer, tanto esta opción más realista como una posible entrada a la fase de grupos, una importante suma de ingresos que aliviaría bastante la complicada situación económica del club.
En caso contrario, de caer eliminados contra los búlgaros, deberían jugar aún otra ronda más, esta vez de Europa League, para conseguir llegar a la fase de grupos de esta competición. Lo más probable es que, de ser así, muchos de los jugadores que han sido claves bajo el mandato de Božović abandonen el club. Numerosos rumores acercan al vital lateral izquierdo Luis Ibáñez al Trazbonspor de la liga turca, mientras que, por su parte, el jugador más destacable de la plantilla Aleksandar Katai podría poner rumbo a la primera división española llegando al Celta de Berizzo.
Esto sin duda supondría una situación bastante complicada. Fueron inevitables durante la pasada campaña las marchas de las jóvenes promesas como el brillante portero Predrag Rajković al Maccabi de Tel Aviv ni bien comenzar la temporada, o la venta en el mercado invernal de los canteranos Luka Jović al Benfica de Portugal o Marko Grujić al Liverpool de Klopp. Bien es cierto que, el centrocampista de Belgrado, tras dejar una importante suma de dinero en las arcas del club de su alma, quedó cedido hasta final de temporada para poder ganar un título de liga antes de abandonar la que fue su casa durante tantos años.
Sin embargo, el club se ha sabido reponer de estas notables ausencias y han brillado las incorporaciones tanto del verano como del mercado de invierno; jugadores como Luis Ibáñez o el delantero Hugo Vieira han sido los más aclamados por la afición tras un espectacular comienzo de la temporada pasada -goles en el derbi frente a Partizan incluidos,- mientras que por su parte el francés Le Tallec se ha convertido en indispensable desde su llegada a Belgrado el pasado mes de enero.
Por otro lado, el equipo cuenta jugadores en su mayoría con experiencia, sin embargo el principal punto débil es la inestable defensa en la que jugadores como Rendulić o el lateral Cvetković no terminan de convencer y el teóricamente capitán Luković sufre constantes lesiones, obligando al entrenador a improvisar en numerosas ocasiones.
El papel más importante en el campo recae sobre el ‘mágico’ Katai, quien con sus destellos ha conseguido llevar al equipo a los tan ansiados logros alcanzados la temporada pasada, siendo sin duda el jugador más desequilibrante del campeonato y el hombre más en forma de la liga.
Más allá de esto, el equipo ha ido evolucionando y actualmente se encuentra en un estado de adaptación a la nueva temporada, con unas flamantes incorporaciones que poco a poco van dando los resultados esperados, dejando en un segundo plano a los habituales suplentes y a aquellos jugadores que han sufrido bajones de forma y han acabado en el banquillo, como es el caso de Vieira, quien en la última jornada de liga perdió su primera posición en el ránking de goleadores en favor de su compañero Aleksandar Katai.
La prinicipal adquisición en defensa este verano, Thomas Phibel, ha contado hasta ahora con el apoyo de Božović disputando todos los partidos oficiales de titular. A su vez el recientemente incorporado centrocampista Kanga consigue partido a partido ganarse cada vez más el cariño de la grada, -el último partido, con un golazo en Bulgaria que puede resultar decisivo frente a los acontecimientos del próximo 2 de agosto.
A la espera estamos de ver cómo evoluciona el argentino Pablo Mouche, que de momento sigue sin terminar de encajar dentro del equipo, mientras que también se espera pronto poder ver debutar con la camiseta rojiblanca a jóvenes talentos como Stefan Milošević o el campeón europeo sub-19 Andrija Luković.
En conclusión, así es como se acerca el choque más decisivo de la temporada, en el que se espera un lleno absoluto del estadio Marakana, donde todo es posible- todo literalmente. Los aficionados ultras del Estrella Roja están descontentos con la UEFA desde que estos decidieran aceptar a la selección de fútbol Kosovo para disputar partidos internacionales. Prepararon un tifo en el partido contra La Valletta tras el que el club ha sido sancionado con una importante multa económica -si algo así vuelve a ocurrir, las consecuencias serán la descalificación de la competición europea. Esto ha provocado una notable ruptura dentro de la grada, y a la espera estamos de saber si Delije prefieren esta vez dar prioridad a unos resultados deportivos que favorecerán muchísimo a la dañada economía del club, o bien continuar con su lucha frente a lo que consideran, la ”Mafia” de la UEFA, sacrificando los esfuerzos del equipo.
Foto destacada: www.positiveradios.net
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