El gran circo de la Formula 1 a estas alturas ya se ha trasladado al circuito de Hockenheim para disputar este fin de semana el Gran Premio de Alemania, pero lo que nos incumbe ahora es lo ocurrido durante la última carrera en el circuito magiar de Hungaroring. Allí asistimos a una auténtica exhibición de Lewis Hamilton que controló en todo momento a sus rivales para llevarse la victoria y dar el asalto al liderato que tan difícil parecía hace solamente unos meses.
Nico Rosberg logró hacerse con la pole el sábado rodeada de polémica provocada por la doble bandera amarilla que apareció en pista tras el trompo de Fernando Alonso. Pero la alegría del alemán le iba a durar muy poco porque su compañero quería ganar la carrera desde la salida, Hamilton pasó fácil en los primeros metros y ahí empezó su exhibición.
Durante los primeros compases de la carrera Hamilton mantuvo un ritmo espectacular sin ningún competidor hasta que entró en la zona de boxes para realizar su primera parada. Fue en ese momento cuando el británico empezó a ralentizar, a “dormir”, la carrera haciendo asi que su compañero fuese alcanzado por Ricciardo y pasarle a él los problemas. Toto Wolff comentó tras la carrera que este lento ritmo de Lewis se debió al graining en sus neumáticos pero cuesta creerle viendo el acelerón que pegó el británico tras el pit stop de Ricciardo. En la parte final del gran premio, ya sin la amenaza de Daniel Ricciardo, Hamilton continuó jugueteando con Rosberg ralentizando cuando el hueco era grande y acelerando cuando la distancia se estrechaba hasta llegar a la bandera a cuadros. Con esta magnífica victoria, Hamilton ya es líder del mundial con 192 puntos y aventajando en 6 a su compañero.
Hace unos meses, fuimos muchos los que prácticamente hicimos campeón al piloto alemán tras ganar las cuatro primeras carreras y aventajar en 43 puntos a su compañero pero Lewis ha conseguido recortarselos en seis carreras a Nico, forzándole a salirse de la pista como en Canadá, saliendo indemne de toques como en Austria o simplemente siendo más rápido como en Inglaterra o Hungría. Además, en la última carrera Hamilton demostró que sigue sin respetar a su compañero. La forma de jugar con su rival, de engañarle y de mostrarle como no necesita ir al máximo para vencerle me hace pensar esto.
Pero el campeonato es muy largo, el más largo de la historia concretamente, aun queda la mitad por delante y si algo nos han demostrado estas once primeras carreras es que las cosas pueden cambiar mucho y muy rápido. Solo cuatro grandes premios tardó Rosberg en cosechar una ventaja de 43 puntos y en apenas seis Hamilton se los ha arrebatado. A partir de ahora, el mundial comienza de nuevo y Rosberg tiene que recuperar su mejor versión, esa que vimos en los cuatro primeros grandes premios. Y aunque Hamilton sea más rápido y mejor en el cuerpo a cuerpo, el de Wiesbaden es fino, inteligente y posee una gran capacidad de gestión de carrera, ademas de tener factores externos a su favor como el uso de excesivos elementos de la unidad de potencia por parte de su compañero.
Terminando ya, el calendario ya ha superado su ecuador y Nico Rosberg tras un inicio arrasador ha perdido el liderato. Aunque quede mucho por delante el piloto alemán no puede permitirse más carreras como las últimas, necesita utilizar en su favor estas virtudes que posee para presionar a Hamilton e invitarle a cometer errores. Este tiene que ser el año de Rosberg, tiene la oportunidad de hacerse con el campeonato, quien sabe cuanto tiempo durará este dominio de Mercedes, recordemos que el año que viene cambian las reglas… Resumiendo, Rosberg no puede dejar pasar otro año porque nunca se sabe cuando te llegará la próxima oportunidad.
Imagen principal vía http://www.jornada.unam.mx
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