Vélez Sarsfield es el club que más creció en el fútbol argentino, fue de menor a mayor en su historia, siempre dando grandes posibilidades a los jugadores juveniles. Vamos a repasar como fue el camino de un club que se fundó en una estación y término coronándose campeón y el mejor del mundo.
Tras haber analizado el origen y los inicios de Vélez en el anterior, analizaremos como le fue al equipo desde los años 70 hasta que logró posicionarse en lo mas alto del mundo y como fueron los años posteriores.
La década de los 70.
En 1971 sufría para muchos hinchas la mayor decepción de su historia. El 22 de septiembre de ese año el Fortín le ganaba a Boca por 2 a 0, con Carlos Bianchi como figura del equipo, y se mantuvo en la primera posición hasta la última fecha. En la última fecha, se enfrentó a Huracán, si ganaba el conjunto de Liniers finalizaría como campeón del torneo, pero no, Huracán venció por 2 a 1 e Independiente, que le había ganado a Gimnasia, se coronó campeón del metropolitano 1971.
Al año siguiente, Vélez terminó en la tercera posición y en los próximos torneos hasta la década del 90, Vélez promediaba los primeros puestos pero no conseguía repetir la hazaña del 68. Lograba mantenerse en lo más alto, aunque en 1976, en el torneo metropolitano, la situación empeoró y le tocó pelear por el descenso, aunque finalmente consiguió mantenerse en primera y luego seguir en lo mas alto. Tal es así, que en 1979 se topaba con otra final, tras ganarle a Argentinos Juniors y a Central sin problemas, se clasificó para la final del Metropolitano 79’ contra River Plate. El primer partido fue ventaja para River por 2 a 0, pero el segundo finalizaría en goleada por 5 a 1 a favor de los millonarios, que se alzarían con el título.
La década de los 80.
En 1980, se cruzsban de nuevo estos dos equipos, pero en semifinales, Vélez arrancaba ganando uno a cero en Liniers, pero en el monumental perdía por 1 a 0 y en la tanda de penales se repitió el ganador de la final anterior, River, aunque esta vez por muy poco. A pesar de esto fue distinto el sabor para los de Liniers, ya que luego de ganarle a Unión por 3 a 0 se clasificó a la Copa Libertadores de América por primera vez en su historia.
La década de los 80′ no tuvo grandes resultados, fueron campañas buenas, malas y regulares, pero sin duda sirvió como un trampolín para los títulos y gratas conquistas que evocaremos posteriormente. El mejor puesto de esta década fue el tercero conseguido en los torneos nacionales de 1982 y 1984, pero no logró clasificarse a la fase final. Lo más destacable de esta década fueron las figuras de Carlos Bianchi que se consagró goleador en 1981, 1982 y 1983; y otro gran goleador como el Búfalo Funes en la temporada 1989/90.
La década de los 90.
Ahora sí, en esta década el Fortín iba a dar el gran paso cosechando una enorme cantidad de títulos en muy pocos años.
Las épocas de gloria empezaron en 1993, pero se empezó a gestar en 1992 a partir de la llegada de Eduardo Manera como director técnico del club. “Ojalá podamos cosechar el fruto de este trabajo, pero estoy convencido de que si nosotros no lo vemos, la semilla que sembramos alguien la va a cosechar” manifestaba Manera el día que llegó al club y se hizo cargo del equipo.
Durante su dirección técnica, llegaron algunos jugadores al club que depués terminaron siendo pilares fundamentales en los títulos que iban a venir a partir del año siguiente, como por ejemplo: Jose Luis Chilavert, Roberto Trotta, Victor Sotomayor y José Basualdo y además las primeras pretemporadas de Marcelo Gomez, Christian Bassedas y Jose Flores. El técnico resaltaba la importancia del hacerse fuerte de local y sabía que si lograban eso, los títulos iban a llegar.
Manera renunció, pero como él dijo: “alguien iba a cosechar los frutos” y es así que en 1993 Carlos Bianchi volvía, pero esta vez como director técnico y en el primer torneo, Clausura 1993, se consegraban campeones del fútbol argentino tras 25 años. El Fortín perdió tan solo dos partidos en ese torneo, era un equipo sólido y muy inteligente. “Vélez fue campeón porque siempre tuvo ganas de jugar, podía jugar mal, bien o regular, pero jamás dejó de ser ambicioso. Siempre mantuvo la actitud positiva de ir a buscar el resultado” expresaba el Virrey luego de ganar el título.
La hazaña
Tras la conquista del torneo, un nuevo desafío aparecía en el horizonte de Vélez. El despegue internacional era la nueva meta de Carlos Bianchi y todo su plantel. La Copa Libertadores se trasformaba en el principal objetivo del año, 1994.
Bianchi era un loco para muchos, pero si ya había conseguido el primer título en el club, luego el campeonato del 93, ¿por qué no podría lograr también este nuevo objetivo? Desde el comienzo de la Copa, ya se debía enfrentar a rivales de experiencia y de gran calidad. Sin embargo; a este equipo nada le asustaba y se clasificaba una fecha antes en la clasificación de grupos frente a Boca Juniors, Palmeiras y Cruzeiro. El que quedó fuera fue Boca y no Vélez como todos imaginaban previamente.
El próximo rival iba a ser Defensor de Montevideo con un gran apoyo de los hinchas fortineros que se hacían presente también en Uruguay. Vélez logró avanzar, pasó a cuartos tras empatar a 1 en el encuentro de ida y a 0 en la vuelta, ganándole por penales al equipo de Montevideo.
Luego llegarían los cuartos y el equipo de Bianchi avanzó a la semifinal tras ganarle por dos a cero al Minerven de Venezuela por dos a cero con goles de Flores y Asad, dos canteranos del club. La semifinal fue más dura, el Fortín debía enfrentare con el Junior de Barranquilla que tenía como su principal figura a Carlos Valderrama. Velez perdió por 2 a 1 el partido de ida y ganó 2 a 1 en la vuelta. Entonces desde los doce pasos se definiría la serie. Con sufrimiento pero sin miedo, Vélez avanzó a la final.
La Gran Final
¿ Y ahora quién le toca? El rival era El San Paulo, bicampeón y el mejor equipo de la historia de la libertadores para muchos, luego de ganar la Copa en 1992 y 1993. Eso sí, este gran equipo no iba a ser tricampeón, claro que no, el Fortín no le iba a dar ese placer y Carlos Bianchi menos. El Turco Asad marcó el único gol en el partido de ida para los locales, en un Amalfitanin repleto. La hazaña estaba cada vez más cerca.
A pesar del triunfo conseguido en la ida, el partido de vuelta fue muy sufrido, además el árbitro Filippi expulsó a Cardozo y a Bianchi cuando promediaba el segundo tiempo y ya estaba en desventaja por un gol de penal de Muller, jugador de San Paulo. Tras el empate global, otra vez llegó la tanda de penales y de nuevo, sí otra vez, el Fortín ganó, Chilavert apareció y Vélez fue Campeón de la Copa libertadores de 1994 en el estadio Morumbi.
El gran sueño
A pesar de haber sido campeón y haber logrado una hazaña, no iba a terminar ahí, esta parte finalizaría el 1° de diciembre en Tokio. Vélez se enfrentaba al Milán por la Copa Intercontinental de 1994. Carlos Bianchi no se conformaba con hacer un buen papel y es por eso que tenía todo estudiado del equipo europeo, él quería ganar y ser campeón con el club que ama.
No era fácil, Vélez comenzó sufriendo contra el poderoso Milán. Tras un par de dudas en el segundo tiempo, un pase largo de Chilavert a Basualdo terminó con un penal de Costacurta a Flores. Trotta lo convirtió y Vélez empezó ganando uno a cero. Siete minutos mas tarde el turco Asad con una media vuelta espectacular marcó el segundo. El partido terminó, Vélez otra vez ganó y en Tokio, campeón del mundo se coronó.
Ese club que había empezado en una estación después de una charla de amigos, iba a ser el mejor del mundo y además logró un sinfín de campeonatos, tanto internacionales como nacionales, en los años posteriores, ya no importaba el técnico, no importaba el plantel, con una idea clara de apostar a los juveniles seguía coronándose campeón año a año.
Los años posteriores
En 1995, fue campeón del torneo apertura, en el 96 y en el 98 del Clausura. En el plano internacional se coronó en la Supercopa del 96, Interamericana de ese mismo año y la Recopa del año próximo. Luego conquistaría en la década de los 2000 y 2010 seis títulos nacionales mas y 5 con un mismo técnico, el gran Ricardo Gareca.
En la era Gareca, se consiguieron tres torneos nacionales y dos copas nacionales. No pudo conseguir un título internacional por muy poco, pero llegó a estar en el podio en el año 2011 como el tercer mejor equipo del mundo junto a Barcelona y Real Madrid, y además en algunos meses de ese año logró el primer puesto del ránking FIFA, por arriba de estos dos equipos.
Fuente: Libro “El Fortín” y www.velezsarsfield.com.ar
Fuente principal vía: Pasionfortinera.com.ar
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Aguante el fortín!! Siempre fuimos y seremos los mejores!