Desde la muerte de Ayrton Senna en Imola la Fórmula 1 no se había vuelto a ver un accidente mortal en carrera. Los aficionados ya habíamos olvidado que este es un deporte peligroso y que esas personas arriesgan sus vidas cada vez que se suben en sus monoplazas. Pero lo que ocurrió hace cerca de dos años será una imagen imborrable en nuestra retina. Desde aquella tragedia la FIA retiró el número 17 de la parrilla del Mundial de Fórmula Uno como muestra de respeto hacia el expiloto de Marussia.
Hoy 18 de julio se cumple un año del día en el que nuestras esperanzas se marchitaron al ver que la luz de Jules se apagó por completo, después de algo más de nueve meses de plegarias.
Jules Bianchi era una de las jóvenes promesas del automovilismo y la ilusión de futuro para Ferrari. Pero la mala suerte hizo que el destino del piloto francés se viera truncado el 5 de octubre de 2014, donde su coche acabó bajo la grúa, con el Bianchi inconsciente, con una situación de angustia y pánico que se extendía por todo el paddock y que llegó a traspasar a los fans de este deporte.
A sus 25 años de edad, era un piloto que había hecho méritos para estar en la Fórmula 1, dejando el kárting en 2007 se convirtió en campeón de la Fórmula Renault 2.0 en su país. Terminó 3º en su primer año en la Fórmula 3 Euroseries para el año siguiente coronarse como ganador. Antes de llegar a la categoría reina del automovilismo, disputó dos años en la GP2 Series, donde en ambos terminó 3º. Su paso por la Fórmula Uno empezó siendo piloto reserva de Ferrari y el año posterior lo sería de Force India, hasta que en 2013 fue anunciado como piloto oficial de la escudería Marussia. Todos los seguidores de la Fórmula 1, siempre recordaremos ese 25 de mayo de 2014 en Mónaco, en el cual Jules hizo una actuación espectacular y consiguió los primeros puntos de la historia de una modesta escudería como la de Donnington, terminando en un increíble noveno puesto.
El fatídico día, una lluvia torrencial comenzó a caer durante las últimas vueltas en el circuito de Suzuka, y en la vuelta 40, Adrian Sutil hizo un trompo en la salida de la curva 7 y la dichosa grúa apareció para retirar al Sauber, pero desafortunadamente el piloto de Marussia perdió el control de su monoplaza y acabó topándose contra la parte trasera de la máquina. Durante unos minutos la FOM no mostraba imágenes de Jules salir de su coche, por lo que solo podíamos ver el accidente repetido de Sutil y como el nombre de Bianchi aparecía en pantalla, la inquietud nos asaltó. En la vuelta 43 se alzó la bandera roja y la carrera se dio por finalizada a seis vueltas de la conclusión del Gran Premio, los pilotos preguntaban asustados que ocurría, y las caras de preocupación asomaban entre los boxes mientras la lluvia seguía cayendo en el trazado japonés.
Durante meses estuvimos rezando por la vida de Bianchi, por ver cómo podía ganar la carrera de su vida, sin embargo, su padre Philippe Bianchi, con sus declaraciones sobre el estado de salud de su hijo transmitía la desesperación en la que se encontraba la familia del piloto “es peor que si hubiera muerto”. Además Philippe ha afirmado que, después de la tragedia, no ha vuelto a ver una carrera de Fórmula Uno, y hace unos meses denunció a la FIA, la FOM y al equipo Marussia.
Tres días después de su muerte, los pilotos acudieron a dar el último adiós a su compañero en un multitudinario funeral en Niza. En la correlativa carrera después de conocer el fallecimiento de Bianchi, los pilotos rindieron un emotivo homenaje, donde formando un corro, conmemoraron la memoria de Jules con un minuto de silencio que quedará para siempre grabado en nuestra mente. La carrera que se celebró en Hungaroring y finalizó con la victoria de Sebastian Vettel el cual no dudó en dedicarle la victoria a Bianchi en francés, su idioma natal, para después finalizar en inglés “Merci Jules, cette victoire, c’est pour. You will always be in our hearts and we know that sooner or later you would have been part of this team”.
Desde el accidente del piloto francés en Japón, la seguridad en la Fórmula 1 se ha reforzado de una manera cuantiosa. La aparición del Virtual Safety Car es una de las nuevas medidas que se han implantado, igualmente han sido creados diferentes halos para la protección de los pilotos, no obstante todavía está en proceso de pruebas y no son muy bien vistos por muchos.
Los que como yo sufrimos ese 5 de octubre la incertidumbre de no conocer el estado de salud de Jules, puesto que no solo ese día, también los posteriores, las noticias eran banas y llegaban con cuentagotas, hoy recordaran este momento como si fuese ayer. Sin duda alguna la pérdida de Jules fue muy dura para mí, teniendo en cuenta que al igual que muchos de mi generación, nunca habíamos visto un accidente como ese en directo. Todos teníamos el corazón en un puño después de ver que Bianchi no salía de su monoplaza y que era trasladado al hospital. Con ese sentimiento de agonía estuvimos durante meses hasta que la mala noticia se confirmó y acabó como todos temíamos. Los aficionados de la Fórmula 1 nunca olvidaremos a un piloto y a una persona como Jules Bianchi, el mundo perdió la sonrisa de un chico que se jugaba la vida tratando de cumplir su sueño de triunfar en el Gran Circo.
El deporte del motor ya ha sido castigado durante mucho tiempo con tragedias como esta, ojalá nunca más vuelva a ocurrir algo así, y que por tanto, nuestra única preocupación sea disfrutar del espectáculo y de la grandeza de este deporte.
Desde todo el equipo de Sexto Anillo queremos mandar ánimos y fuerzas a la familia y allegados de Bianchi, nuestro pensamiento, hoy más que nunca está con él.
Hasta siempre, Jules.
Sígueme en Twitter: @Lidia_Rguez_ y consulta toda la información y la actualidad deportiva en nuestra cuenta oficial: @SextoAnillo y en nuestra cuenta especializada en Motor @SextoAMotor. También pueden encontrarnos en nuestra página de Facebook: www.facebook.com/sextoanillo o en nuestro Instagram: sextoanillo.
Imagen destacada vía: europe1.fr
