El Huracán Hugo cambió la vida de muchas personas y del baloncesto mundial. Un chico de 14 años de edad, llamado Tim Duncan, se preparaba para participar en los Juegos Olímpicos de Barcelona cuando el huracán arrasó la piscina de su equipo en las Islas Vírgenes. Sin su deporte predilecto empezó a jugar al baloncesto como entretenimiento.
Mientras él se forjaba un nombre en la universidad, el Almirante Robinson sufrió una lesión que le hizo perderse gran parte de la temporada, dejando a los Spurs con solo 20 victorias y la primera elección del draft de ese año. Todas estas cirscustancias hicieron posible que el 25 de junio de 1997, Tim Duncan se pusiera por primera vez la camiseta de los Spurs. Robinson y él formaron una de las mejores parejas interiores de la historia, las denominadas Torres Gemelas, llevando a los Spurs a ganar sus dos primeros anillos. Robinson se retiró, pero surgieron dos nombres en el Álamo: Tony Parker y Manu Ginobili. Duncan, el francés y el argentino se convirtieron en el «big three» con más victorias en la NBA bajo las órdenes de Gregg Popovich.
Hoy, 11 de julio del 2016, 19 años después de aquel draft, se retira del parqué quien es para muchos, el mejor 4 de la historia. 5 anillos, 3 MVPs de las finales, 2 MVps de la temporada, 15 veces All Star, una vez MVP del All Star, 10 veces en el mejor quinteto, 26496 puntos, 15091 rebotes, 3020 tapones…
Tim decide decir adiós; se va la leyenda silenciosa, una estrella con carácter afable y alejada de los focos. Su legado nos deja estadísticas y una forma de juego única, basándose en el trabajo diario y la concentración en la pista, siempre defendiendo la misma camiseta, la de sus queridos Spurs. Por su carácter seguramente no tenga la despedida que se merece, pero seguro que volverá al AT&T Center, que tantas veces ha disfrutado de sus tiros a tabla, para ver como el equipo que le vio nacer eleva al cielo su camiseta como reconocimiento a toda su carrera. Un 21 que colgará en ese estadio y no será vestido por nadie más. Hoy, el baloncesto en general y sobretodo el Álamo, llora la marcha de un genio de este deporte. Solo queda decirte, gracias por todo Timmy. Ya eres una leyenda.
Foto portada vía: marca.com
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