El fin de la era Del Bosque es un hecho. El seleccionador más laureado de nuestra historia deja el banquillo con más pena que gloria, quizás por no haber sabido elegir el momento más adecuado de su marcha, tras el mundial de Brasil. La realidad es que hay que buscar un sustituto, y uno de los que más suena es Joaquín Caparrós.
Quiero aclarar que lo que voy a exponer es mi opinión, y por lo tanto entiendo que haya personas a favor y en contra, pero intentaré argumentarla. Durante muchos años, el emblema de la selección española era la furia española, y con ese eslogan y con esa manera de jugar, así nos lució. Alguna Eurocopa en blanco y negro, la final de la anterior Eurocopa en Francia, alguna victoria de mérito, pero poco más. Pese a que siempre habíamos tenido buenos jugadores, nunca acabábamos de explotar. Pero llegó Don Luis Aragonés, y apoyado en una gran hornada de futbolistas, decidió cambiar la historia futbolística de este país, decidió que al fútbol se jugaba con un balón, y que si no te lo quitaban, lo más probable es que ganaras. Tras su marcha, Del Bosque tuvo la virtud de aprovechar el tirón, y aunque poco a poco íbamos perdiendo algo de pistón, con la incuestionable calidad de los Casillas, Xavi, Xabi, Iniesta, Torres y Villa conseguimos lo inalcanzable hasta entonces, un mundial y revalidar la eurocopa.
El concepto de “la furia española” desapareció, y surgió La Roja, como denominación de un equipo lleno de calidad que era capaz de destruir por aburrimiento a sus rivales. Con la raza y la furia no éramos casi nadie, con el gusto por el buen fútbol, fuimos los número uno. ¿Por qué hago esta introducción? Porque el principal candidato al banquillo nacional se llama Joaquín Caparrós. ¿Es un mal entrenador? para nada. Tiene un currículo amplio, con épocas muy buenas, como su paso por el Sevilla y el Athletic, aunque es verdad que también ha tenido sus sombras con ceses como Mallorca y Granada, tras buenas temporadas previas. De hecho tiene un porcentaje de derrotas mayor que de victorias. De todas maneras, estaremos de acuerdo que el sevillano no es precisamente un entrenador del gusto por el toque. Es un entrenador que sabe motivar a sus jugadores, que los exprime, que llega a la afición por la pelea y la lucha, pero que más bien sería un exponente de “la furia española” y no del tiki taka que nos ha hecho grandes. Creo que no hay que cambiar el modelo, lo que hay que cambiar es la motivación y encontrar los delanteros que den un buen relevo a Torres y Villa. Con Caparrós se apunta más a un cambio de modelo, con lo que no estaría en absoluto de acuerdo.
Lo anteriormente expuesto va en contra de Caparrós como seleccionador, pero no es lo que me provoca más repulsa. Siempre he sido un amante del buen fútbol, pero no a cualquier precio, por encima de todo ha de prevalecer el respeto, la deportividad, el fair play, eso que ha sido también un valor añadido de la selección en los últimos años. Nunca me ha gustado el perfil de entrenadores que son capaces de adoctrinar a los recoge pelotas para que pierdan tiempo, a los que son capaces de provocar a aficiones rivales con gestos desafiantes, o a los que les gustan rodearse de un perfil de jugadores que rozan lo reglamentario, y eso, también lo representa Caparrós. Un entrenador que ha faltado el respeto a aficiones contrarias, por mucha rivalidad que haya de por medio, de un día para otro no lo veo como seleccionador de todos los españoles.
Joaquín Caparrós no representa mi estilo de juego ni, lo que es mucho más importante, mi estilo de persona. Espero que la Federación Española de Fútbol se dé cuenta de que representa el sello de España actualmente, y no tome decisiones que nos haga volver a la furia española.
Imagen destacada: diario as
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