Otra vez la misma piedra

Argentina se presentaba nuevamente como la candidata a llevarse la Copa América, ésta vez la edición Centenario. Luego de las finales perdidas del Mundial ante Alemania y la Copa América con Chile, parecía difícil que otra vez se le escapara al conjunto argentino otro título. Por desgracia, el destino le jugó una mala pasada y dejó pasar una nueva oportunidad de cortar una sequía de más de 20 años sin salir campeón.

La selección al mando de Gerardo Martino realizó un gran torneo en los que, salvo con Chile en el primer partido, superó de manera holgada a los rivales que enfrentó. A pesar de que le ganó con justicia a la “Roja” en la fase de grupos, no pudo batirlo en el encuentro definitorio, en el cual sucumbió en la tanda de penales como el año pasado. Los títulos le siguen siendo esquivos a la “Albiceleste” desde 1993, y desde entonces, salió derrotada en 7 finales de distintas competencias(1995, 2004, 2005, 2007, 2014, 2015, 2016).

Argentina quedó encuadrada en el Grupo D con Chile, vigente campeón, Bolivia y Panamá. A priori, superar la fase de grupos no sería problema, pero lo que estaría en juego sería el liderato de grupo, que como pocas veces sucede, se definiría en la fecha 1, teniendo en cuenta que argentinos y chilenos superarían a bolivianos y panameños. Es por eso, que ganar el primer cotejo se presentaba como clave. Salir 2° en el grupo provocaría un posible cruce con el ganador del Grupo C, que en los papeles, Uruguay era el favorito.

Esa aspiración pareció tambalearse por la lesión de Lionel Messi en el último partido amistoso contra Honduras, en el cual el delantero del Barcelona sufrió un rodillazo en el costado derecho de la espalda, en la zona de las costillas. A esa baja importantísima se sumó la de Lucas Biglia, quién apuntaba a ser titular. El jugador de la Lazio sufrió un desgarro en su pierna izquierda y estuvo a punto de quedar desafectado del seleccionado.

El “Tata” tenía la tarea de encontrar sustitutos. Finalmente, el elegido para suplir al astro argentino fue el flamante refuerzo del Atlético Madrid y exBenfica Nicolás Gaitán. En el mediocampo, Augusto Fernández acompañaría a Javier Mascherano y Ever Banega. Entre los hinchas, no había muchas expectativas en la labor del exCelta de Vigo, debido a los pocos minutos que contaba el jugador en el equipo. De pésimo primer tiempo ante los transaldinos, su segunda mitad repercutió, y mucho, en el resultado, siendo un apoyo a Banega.

Sin Messi, la responsabilidad del ataque ante Chile recayó en Ángel Di María. Sabiendo su rol, el nacido en la ciudad de Rosario se puso a cargo del equipo. Sin embargo, la poca asociación de los volantes con los delanteros provocó una primera parte con pocas llegadas, que dejaba más dudas que certezas. Ese estado dubitativo en el equipo desapreció en la segunda mitad. Banega y Fernández levantaron el nivel, y ahí aparecieron las asociaciones con Di María y Gaitán.

De esa manera, los goles no tardaron en llegar. Primero Di Maria a los 51′ y Banega a los 59′ sentenciaron el partido ante un rival que nunca supo como hacerle daño. La labor defensiva de la línea de 4 (Mercado-Otamendi-Funes Mori-Rojo) fue destacable durante toda la copa. Argentina sufrió solo 2 goles en 6 partidos. Romero, de gran torneo, sufrió una pifia que derivó al gol de Fuenzalida a los 90′. Aún así, el triunfó nunca pareció peligrar.

Con el partido más importante ganado, los hombres al mando de Martino debían tratar de no llevarse alguna sorpresa ante Panamá y Bolivia. Ante los “Canaleros”, luego del gol tempranero de Otamendi y la expulsión del volante Godoy, parecía que el encuentro sería un mero trámite. A pesar de la amplia posesión de la pelota y de concretar más llegadas, Argentina no podía cerrar el partido. El extécnico de Newell’s decidió darle minutos a Messi e ingresó a los 62′ para ayudar a sus compañeros. Y cumplió con creces: a los 68′, 79′ y 87′, la “Pulga” se adjudicó un triplete que le dio confianza al equipo y a él mismo. Sergio Agüero, quien ingresó a los 77′, marcó el 5-0 a los 90′.

En las 2 primeras fechas, la Selección Argentina salió con el mismo 11, pero ante Bolivia, el entrenador decidió realizar cambios para dar descanso a piezas claves. El esquema era el mismo (4-3-3), pero los nombres cambiaron: Roncaglia, Cuesta, Kranevitter, Lamela, Lavezzi y Agüero entraron por Mercado, Funes Mori, Mascherano, Fernández, Gaitán y Di María. Éste partido en la fase de grupos fue el de trámite más fácil, dado que a los 15′, los de celeste y blanco ya ganaban 2-0 con tantos de Lamela, de tiro libre, y Lavezzi. Cuesta liquidó el partido a los 33′ ante un conjunto boliviano que se marchó de la competencia sin puntuar.

En los Cuartos de Final, Argentina se enfrentaría a Venezuela, quién dio la sorpresa y eliminó a la “Celeste”, el máximo ganador de la Copa América con 15 conquistas. Aquí el 11 fue como el que enfrentó a Chile y Panamá, salvo por la entrada de Messi, ya que estaba recuperado y el “Fideo” se había lesionado contra los panameños. A pesar de la proeza de eliminar a un gigante del continente, la “Vinotinto” nunca fue rival para el combinado argentino. En media hora, el “Pipita” marcó un doblete, y a los 45′, Seijas erró un penal ejecutado a lo “Panenka”, atajado sin problemas por el arquero del Manchester United.

En la segunda parte, Messi finiquitó el partido a la hora de juego. Más relajado el conjunto argentino, la selección venezolana fue a buscar, al menos, el descuento, que finalmente lo consiguió a los 70′ por medio de Rondón. Toda esperanza fue destrozada por Lamela 60 segundos más tarde. Con 14 goles en 4 partidos, Argentina crecía como equipo y en confianza para batir a cualquier rival. Sin embargo, Chile ya avisaba con un histórico 7-0 a México.

En las Semifinales, la 2 veces campeona del mundo jugaría contra el anfitrión, Estados Unidos, quien venía de eliminar a Ecuador. Aquí la alineación fue exactamente a la del debut, salvo por la presencia del “Pocho” en lugar del jugador del PSG, que aún no se había recuperado del desgarro de su pierna derecha. Como venía siendo desde la Fecha 2 ante Panamá, Argentina abrió la cuenta en lo minutos iniciales, con un tanto del atacante del Hebei Fortune a los 4′. A los 32′, Messi anotó un estupendo e histórico tiro libre que encaminaba el partido. Con ésta conquista, el delantero de 29 años se convertía en el máximo goleador de Argentina con 55 goles, superando a Gabriel Batistuta.

El gol antológico dinamitó las chances de los “Yanks” de remontar el partido, puesto que el nivel de juego fue muy por debajo de lo mostrado hasta allí. El jugador del Nápoli convirtió un doblete que sentenció un gran 4-0. En menos de un año, Argentina volvía a tener la chance de salir campeón, pero nuevamente, del otro lado estaría Chile, que eliminó a Colombia. Si bien el torneo de los argentinos fue bueno, al partido definitorio llegó con varios lesionados de esa nueva esperanza: Fernández y Lavezzi, quien se rompió el codo, se lesionaron contra USA, Gaitán ante Venezuela y era una incógnita. Rojo, Di María, el más grave, y Banega estaban en duda.

358 días pasaron de la final del 2015, y en Estados Unidos, la “Albiceleste” podría tener su revancha. Finalmente, los 3 jugadores en duda fueron de la partida. Pero Martino dio la sorpresa con Biglia, quien no había disputado ni un partido completo. El técnico alineó a Romero; Mercado, Otamendi, Funes Mori, Rojo; Biglia, Mascherano, Banega; Messi, Higuaín, Di María. El “Tata” pagaría caro sus decisiones arriesgadas.

Una de ellas, fue la inclusión del exAnderlecht en el 11 inicial. El nacido en Mercedes, quien estuvo a punto de quedar afuera, no tenía los minutos necesarios para disputar una final, puesto que su estado físico no era el óptimo. Su partido fue terrible, siendo errático en los pases y para colmo, malogró uno de los penales. Otro error fue incluir al “Fideo”, que no se había recuperado de su desgarro, y aún así, el exentrenador del club catalán decidió arriesgarlo. ¿Resultado? Jugó 57′ minutos en los que fue de más a menos, siendo casi irrelevante en el segundo tiempo.

La tarjeta roja al exSporting de Lisboa al término de los primeros 45′ condicionó la estrategia argentina. El “Tata” decidió poner a Mascherano de central, quitando presencia en el mediocampo, para que entrara Kranevitter por Di María. Quizás las entrada de Cuesta, hubiera permitido a Mascherano quedarse de ‘5’, y el cambio podría haber sido Lamela, quien recién entró en el suplementario, por el canterano de Rosario Central. Argentina podría haber generado más peso ofensivo, con la alineación de la siguiente manera: Mercado, Otamendi, Cuesta, Funes Mori, una defensa que ya había jugado contra Bolivia; Biglia, Mascherano, Lamela; Messi, Higuaín.

Teniendo en cuenta que la selección al mando del exLeón generó sólo 2 disparos al arco en 120′, el cambio de formación no debió haberse enfocado en la defensa, sino más bien en pensar como lograr el triunfo en los 90′. Si ya se había arriesgado a Di María y Biglia, poner a Gaitán, quien ya tenía un buen número de minutos en cancha, hubiera dado mejores frutos. Martino optó por ser más conservador que de costumbre.

La acotada lista de variantes debió prevenirse en la selección de los jugadores que irían a Estados Unidos. Biglia debió haber sido desafectado en cuanto se supo de la lesión. Pastore (único jugador de campo que no disputó un minuto de juego), Lavezzi e incluso Lamela, padecieron molestias musculares en la previa del comienzo de la copa. Con tan sólo dar de baja a Biglia y Pastore, Martino podría haber aprovechado y llevar dos volantes externos, o incluso un volante y un extremo, a sabiendas de ya poseer a Banega, Mascherano y Kranevitter, todos ‘5’ naturales.

Argentina no perdió por los penales errados de Messi y Biglia, lo perdió desde el minuto 0′, con la errática preparación del partido del técnico, responsable también de una arriesgada selección de jugadores que llegaban tocados. La dura derrota caló hondo en el pantel: Messi, Mascherano, el “Kun” y un puñado más de jugadores, piensan que su ciclo ya está terminado y evalúan abandonar la selección. Para peor, la racha sin títulos será ahora de al menos 25 años (la más larga de su historia), hasta que se dispute el Mundial de Rusia en 2018.

Calificaciones

Arqueros: 

• Romero: Impecable copa del arquero. Tuvo grandes atajadas, se dio el gusto de parar 2 penales y tan sólo encajó 2 goles en 6 encuentros. Muro. Nota: 9
• Guzmán: No tuvo minutos. Nota: –
• Andújar: No tuvo minutos. Nota: –

Defensores:

• Mercado: Pocas expectativas había puestas en el lateral derecho de River, sin embargo, respondió con creces y tuvo un nivel que corresponde a una copa internacional de países. Sorpresa. Nota: 8
• Otamendi: La base de la defensa argentina. Después del Mundial 2010, pocos creían su retorno a la selección. Volvió, respondió, y se hizo dueño de la defensa. Debe estar en Rusia 2018. Fijo. Nota: 8
• Funes Mori: Otro exRiver que debutó de manera correcta en una copa. Un poco menos seguro que su compañero del Manchester City, pero siempre bien parado en defensa. En la final su tarea se vio dificultada por la expulsión de Rojo, pero no se pasó mayores sustos. Cumplidor. Nota: 8
• Rojo: De buena copa, defendiendo bien y pasando al ataque como lo hace siempre en la selección. Todo lo bueno que hizo se vio empañado por su expulsión de la final, que condicionó a su equipo. Irresponsable. Nota: 7
• Cuesta: Debutó en la selección y en una copa ante Bolivia, y hasta marcó un gol. Las oportunidades que tuvo las aprovechó al máximo. Exprimidor. Nota: 7
• Roncaglia: No pasó sobresaltos en el único partido que jugó, ante una débil Bolivia. Entró para que descanse Mercado. Comodín. Nota: 6
• Maidana: Jugó sólo 15′ ante Bolivia. No tuvo lugar por la buena tarea de los centrales. Espectador. Nota: 6

Mediocampistas:

• Mascherano: Uno de los mejores, cumplió siempre en el mediocampo, y cuando le tocó ir de central en la final, tampoco desencajó. Metió su penal en la final. Jefe. Nota: 9
• Banega: Tuvo una copa en la que fue de menos a más. Se lo vio participativo en la creación de juego y siempre se asoció con Messi. No se entendió su sustitución en la final. Socio. Nota: 7
• Fernández: Otro que fue de menos a más. Se lo extrañó más de los esperado en el último encuentro. El del Atlético parece asentarse en la selección, aunque ya tiene 30 años. Constancia. Nota: 7
• Kranevitter: Siempre que entró cumplió, sin dudas tendrá un buen andar en la selección. Mascherano puede estar en paz. Futuro. Nota: 7
• Lamela: Otro exRiver que dejó buena sensaciones. Convirtió 2 goles, uno de ellos, de tiro libre. Debió haber tenido más minutos en la final. Desaprovechado. Nota: 8
• Biglia: De lo peor de la selección en ésta Copa América. Su papel en la final dejó mucho que desear y sus condiciones físicas no eran las mejores. Errático. Nota: 4
• Pastore: No tuvo minutos. Nota: –

Delanteros:

• Messi: Tuvo una gran copa, pero en la final se dificultó su buena labor, fue bien marcado y tuvo poca compañía en ataque. Marcó 5 goles, lideró la ofensiva del equipo y se convirtió en el máximo anotador de Argentina. Falló el penal en la definición y se cansó de intentar ganar algo con la camiseta de Argentina. Goleador. Nota: 8
• Higuaín: Tardó 278 minutos en meter un gol en la copa. Doblete en cuartos y semifinales, 4 tantos que le hicieron llegar con confianza a la final, sin embargo, volvió a fallar una opción clara de gol. Destino. Nota: 7
• Agüero: Suplente de Higuaín, cuando entró no desniveló, pero hizo un gol. En la final tuvo opciones de marcar, obligando a Bravo a lucirse, aunque no tuvo su mejor encuentro. Marcó su penal en la tanda para maquillar un partido discreto. Estancado. Nota: 6
• Di María: De más a menos. Se cargó el ataque encima ante la ausencia del ’10’. La lesión condicionó su participación en la final. Finalmente jugó, aunque pasó desapercibido y fue reemplazado. Maldición. Nota: 7
• Gaitán: Gran copa tuvo el exBoca. Respondió de gran manera a la ausencia de Messi en los primeros partidos, y pudo ser de la partida en la final si no hubiera tenido molestias físicas. Una grata sorpresa. Oportunidad. Nota: 8
• Lavezzi: Jugó dos partidos, convirtió 2 goles y 2 asistencias. Cuando entró, ayudó al equipo. Su lesión en el codo lo marginó de una final que podría haber jugado. Compañero. Nota: 8

Director Técnico:

• Martino: Le erró en la convocatoria de ciertos jugadores, como Pastore y Biglia. Sabía que había varios jugadores que llegaban tocados y aún así los arriesgó. Ganó con holgura todos los partidos ante rivales menores hasta la final, pero el partido decisivo lo planteó mal con la inclusión de Di María, quien no estaba recuperado, y Biglia, quien no estaba para una final. Con la expulsión de Rojo, realizó cambios que dejaron cojo al ataque del equipo. Sacó a Banega, uno de los mejores, y desaprovechó a Mascherano poniéndolo de central. Tampoco le dio minutos a Lamela. Tercer final perdida de Copa América  como entrenador (2011, 2015, 2016). Subcampeón. Nota: 5

Fuente de imagen destacada: @todonoticias

Síganme en @AgustinZ95 y sigan toda la información y actualidad deportiva en @SextoAnillo, en Facebook: www.facebook.com/sextoanillo o en nuestro Instagram: sextoanillo.