Opinión

Colombia insuficiente

No todo lo que bien empieza, bien termina. Y en esta Copa América Centenario, Colombia fue el principal ejemplo de que en ocasiones los dichos se quedan en solo eso: dichos. Con destellos ocasionales y una irregularidad notable, el cuadro cafetero dijo adiós una vez más en este tipo de certamen.

Colombia inició con el pie derecho el torneo. Inauguró la competencia contra el local, Estados Unidos, y le dio un repaso futbolístico. En 45 minutos selló la primera victoria del torneo con dos goles, situación que le permitió manejar los tiempos del partido y a una selección estadounidense que no mostró nada en el partido inaugural. Hicieron un partido serio en defensa, responsable en el manejo de la pelota y se llevaron los tres puntos en un día en el que el único susto que tuvieron, fue una aparente lesión de James Rodriguez. Terminaron el día como amplios protagonistas del partido inaugural y como principales candidatos a llevarse el Grupo A.

En su segundo partido del certamen enfrentaron a Paraguay, un equipo que siempre se caracteriza por luchar hasta el último minuto y que suponía ser el rival más peligroso del grupo. Justo como en el partido inaugural, Colombia se encontró con un gol antes de los 15 minutos y pudo manejar el encuentro a partir de entonces. A pesar de recibir un gol, David Ospina, figura del partido, demostró que el cuadro cafetero tenía a uno de los mejores porteros del continente y fue pieza importante para que pudieran lograr su segunda victoria del torneo, para así ser los primeros clasificados a cuartos de final de esta edición Centenario de la Copa América.

Irónicamente, la pronta clasificación a cuartos de final y el liderato del Grupo A, serían lo que empezaría a encaminar a Colombia a su eliminación; producto de estos dos factores, el conformismo se hizo presente en el equipo colombiano en su partido contra la selección de Costa Rica. El técnico argentino, José Pekerman, envió un once titular completamente alternativo; prescindió de su portero titular y de su capitán en un acto que reflejaba que Colombia ya pensaba en el futuro y no en su presente. Los ticos fueron más que los cafeteros y evitaron que el que hasta el momento había sido el mejor equipo del grupo avanzara a la siguiente ronda como líder. Los colombianos tuvieron que conformarse con clasificarse justo debajo de Estados Unidos, equipo al que habían sido claramente superiores.

Pekerman regresó a su once titular original en un partido en el que partía como amplio favorito en el papel, contra una selección de Perú que encontró su clasificación de manera polémica en su último partido en la fase de grupos. El segundo enfrentamiento de cuartos de final se sumió en un duelo físico, cerrado y sumamente disputado en el que los cafeteros fueron ligeramente superiores. Ambos equipos se fueron en blanco después de 90 minutos por lo que la tanda de penales tuvo que ser quien atestiguara el pase del cuadro cafetero a las semifinales. Así, Colombia se convirtió en el único semifinalista que no pudo ganar su encuentro en tiempo regular.

Chile, protagonista de los cuartos de final, sería el encargado de enfrentar a Colombia en las semifinales y de poner fin a su camino. En 20 minutos, Colombia se encontró con una desventaja que nunca pudo alcanzar y mucho menos superar. Cuando mejor jugaba, el primer tiempo llegó a su límite para que así ambas selecciones entraran a un descanso mucho más largo de lo habitual. La fuerte tormenta que azotaba el Soldier Field no auguraba nada positivo para los colombianos, que una vez reanudado el encuentro, se encontraron con un campo que condicionaría para mal su rendimiento. A los cafeteros les costó coger el ritmo con el que habían cerrado el primer tiempo y nunca pudieron hacerse presentes en el marcador. La superioridad mostrada por el cuadro chileno en los primeros 30 minutos fue suficiente para vencer los intentos colombianos de los restantes 60 minutos. El silbatazo final fue sinónimo de eliminación para Colombia.

Colombia terminó su participación en las semifinales, estancia que no alcanzaba hace más de una década. En los momentos en los que había que demostrar que era un serio candidato, la selección mostró argumentos insuficientes. Una selección que acostumbró apoyarse en los hombros de líderes de apellido ValderramaFalcao para ser protagonista, esta vez lo hizo en los de un hombre llamado James, que lo último que tuvo en la temporada futbolística fue continuidad y regularidad; un hombre que tal vez malacostumbró a sus seguidores con una actuación sobresaliente en una Copa del Mundo dos años atrás, pero que en este torneo estuvo muy lejos de ser quien fue en Brasil 2014.

Así, con un camino irregular, que empezó bien para terminar mal, Colombia se despide de la Copa América Centenario como un rival que no estuvo a la altura de los verdaderos candidatos. Como una selección que en los momentos adversos demostró actitud pero no fútbol. Una selección que, dicho sea de paso, se fue sin mostrar su característico color amarillo; el blanco y el azul nunca fueron referencia de Colombia.

Foto principal fuente vía: www.foxdeportes.com

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One Response

  1. Buenisima narracion Roy si este es el principio ya me imagino lo que biene, seguramente un camino lleno de logros y mucho exito. “Felicidades”

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