De la visión más tópica y poética del boxeo hemos aprendido que la clave de la vida no está en golpear más fuerte que el rival, sino en saber encajar los golpes sin rendirse. En saber caer y aprender a levantarse.
Para que un grupo humano rinda a su máximo nivel, es necesaria una base de trabajo duro, opaco e incansable. Alguien que corra más kilómetros que los demás, que vaya al suelo dejándose la piel en cada jugada y que sepa posicionarse siempre en el lugar adecuado para cortar cualquier balón o salvar un gol en el último instante. Junto a Sergio Busquets, el jefecito Mascherano es la pieza clave que cumple esta tarea a la perfección dentro del Fútbol Club Barcelona. Uno de esos jugadores que también gana títulos.
El jugador argentino llegó al Barça hace seis temporadas como mediocentro defensivo férreo e indiscutible en el Liverpool. Sin embargo, la presencia de Busi, las constantes lesiones de Puyol y la poca fiabilidad defensiva de los suplentes de la zaga azulgrana, le obligaron a reconvertirse en central, posición donde ha cumplido impecablemente partido tras partido, año tras año. Sin ninguna excepción.
Ahora, pero, parece ser que tiene la intención de irse en búsqueda de nuevos retos, cansado de ver que cada verano el Barça busca nuevos centrales con garra y buena salida de balón. Sin darse cuenta de que, probablemente, el mejor jugador para esta posición está en su plantilla. Por esta razón, el club removerá cielo y tierra para convencerle de su papel imprescindible en los planes de Luis Enrique.
Paralelamente, por desgracia, la marcha de Dani Alves ha sido imposible de evitar. Criticado en muchas ocasiones por su irregular rendimiento y su comportamiento fuera del campo, el lateral brasileño ha decidido abandonar las filas del Fútbol Club Barcelona para pasar a formar parte de la Juventus y triunfar en el Calcio. Habiendo conquistado tres Champions en ocho años a un nivel que le ha consagrado como el mejor lateral diestro del mundo, se va con su corazón caliente y sus locuras rumbo a Italia, dejando un hueco en la banda derecha muy difícil de suplir. Aunque su recambio natural, Aleix Vidal, tiene galones para coger responsabilidad en el equipo, el Barça necesita mas pólvora y la directiva ya se ha puesto manos a la obra para suplir el mejor aliado del gran Leo Messi.
Entre los nombres que suenan en la prensa culé destaca, por encima de Cancelo del Valencia o de Mariano del Sevilla, el de Héctor Bellerín, un joven catalán que abandonó la Masía para dar el salto en el Arsenal, donde esta temporada ha alcanzado la madurez. Su excelente campaña en la Premier ha despertado el interés de los grandes de Europa, pero parece ser que el Barça tiene ventaja para devolver a su lateral a casa. Y mientras algunos vuelven, otros se van.
Es el caso de Marc Bartra, otro jugador de la cantera con mucha proyección que, harto de esperar la llegada de minutos, ha decidido fichar por el Borussia Dortmund, por ocho millones. No es el primer ni el último joven de la Masía que deja el club de su infancia; un Barça que parece que haya perdido la ciega confianza que el ‘Pep team’ depositaba en sus categorías inferiores. Sería paradójico ahora buscar otro central con ADN Barça cuando se ha dejado escapar a uno de los que más ilusionaban a la afición. Aun así, también podría ser el momento de desembolsar una gran cantidad económica por el zaguero de talla mundial que ya buscan desde hace años.
Así pues, la defensa que ha logrado veintitrés títulos y ha reinado en Europa durante ocho años se está quedando en cuadro. Por esta razón, la directiva de Bartomeu debe iniciar una renovación importante con el reto de prolongar el ciclo de éxitos azulgrana y construir un buen muro para que la MSN pueda seguir deslumbrando. Toca saber caer y volver a levantarse para conseguir otra temporada de ensueño.
Fotos vía: mundod.lavoz.com.ar
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