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¡Volvió una tarde!

Como no sucedía desde 1999, cuando por última vez un jugador que accedía al ATP 500 de Queen’s como invitado (wildcard) terminaba esa semana obteniendo el título, el español Feliciano López, bajo esa misma condición, se consagró campeón en este tradicional torneo, logrando su 7° título como profesional.

Feliciano López vuelve a encontrarse con un título ATP luego de 2 años en el mismo escenario en el que lo ha conseguido en la tarde del pasado domingo.

El nacido en Toledo derrotó al francés Gilles Simón, en lo que fue la segunda final entre ambos, con parciales 6-2, 6-7 y 7-6 en 2 horas y 49 minutos de un partido muy disputado.

El español logra su 4° título en césped, el 7° en su carrera.
Imagen: @TheQueen’sClub Twitter

Con el Grand Slam más importante de todos a la vuelta de la esquina, y cuyo escenario es la catedral del tenis, Londres tiene otro de los torneos de tradición a pocos kilómetros de distancia, que sirve como la antesala perfecta a Wimbledon, evento que define en toda su extensión lo que es el deporte blanco.

Es el torneo del club de la reina, el ATP 500 de Londres, Queen’s club, o el Fever-Tree Championships, que se preparaba para recibir a los últimos dos contendientes en espera por alzar uno de los trofeos icónicos en el circuito.

Los finalistas

Al último paso llegaron, con un grado de sorpresa, dos protagonistas que hacen pensar por un momento que se estaría presenciando una final de un torneo ATP de principios de década.

Más aún, teniendo en cuenta que el cuadro de participantes estaba plagado de jóvenes con proyección y presente. Esta final, fue una muestra más de la imposición de la veteranía sobre la NextGen.

Por un lado, estaba Feliciano López, otro ejemplo de la vigencia de la veteranía en este deporte. Supo ser campeón en 2017 y finalista en 2014 en este mismo escenario, y además buscaba su 4° título en césped.

Es sin duda junto con Rafa Nadal, el español de esa generación dorada que mejor se adaptó a esta superficie viva y a las canchas rápidas en general.

Del otro lado de la red, aguardaba Gilles Simón, que pese a tener una carrera galardonada con 14 títulos ATP, no había podido alcanzar ningún título en césped, y tenía ante sí una oportunidad de oro para conseguirlo.

Entre el español y el francés ya hubo enfrentamientos previos en césped, entre esas, una final en Eastbourne 2013 con victoria para el zurdo nacido en Toledo.

Todos los encuentros disputados entre ellos en césped terminaron en manos de López (4), el último de ellos, en Stuttgart 2018. En estos 4 enfrentamientos, Simón solo había podido arrebatarle 1 set al español.
Imagen: Tennistonic

Un 1er set en el que Feliciano López arrancó imponiendo condiciones

El encuentro arrancó con una clásica propuesta ofensiva de López, quien intentaba buscar con slices y acercamientos a la red acortar los puntos y socavar la propuesta de Simón, que se basa en un juego de resistencia, con peloteos constantes como eje de su juego, a la espera del error de su oponente.

El 1er game de este partido vino rápidamente con el primer quiebre a favor de López, en una serie de puntos marcados por la intensidad y los largos intercambios de golpes en los que predominó la concentración y gran movilidad del ibérico. Rápidamente, Feliciano confirmó su quiebre y se fue adelante en la primera manga por 2-0.

En contraste, Gilles Simón dejaba ver una falta de movilidad en su juego, en el que se destacaba una tensión en sus movimientos e imprecisión en sus ejecuciones.

Era el comienzo de un desafío mayor para el galo, quien debía encontrar una variante de mayor agresividad a su juego si realmente quería hacer daño.

La superioridad que imponía el compañero de Andy Murray en la modalidad de dobles en este torneo se iba acrecentando de tal forma que obtuvo su segundo quiebre en el set. López picaba en punta y en menos de 30 minutos le sacaba una clara ventaja de 4-1 y servicio a favor.

López imponía las condiciones en el trámite del juego, apostando con éxito por la fórmula del slice profundo y las aproximaciones a la red, con voleas y sobrepiques excelsos.
Imagen: ATP.

Poco era lo que Gilles podía hacer para contrarrestar esta tendencia, nada más allá de unas efímeras devoluciones ganadoras, puntos donde sacaba a flote su potencia o un espléndido passing shot de revés que ilusionaba con verlo de nuevo en la pelea.

Simón buscaba añadir potencia en sus golpes, sobre todo su derecha, pero se encontró con varios errores no forzados, descontrol e incomodidad con su propia estrategia y su juego.
Imagen: @Queenstennis Twitter.

Otro de los aliados de López en el juego fue sin duda su gran saque cargado de potencia, velocidad y variantes; arma que lo sacó de los pocos apuros a los que lo condujo su rival, además de ser el golpe con el que obtuvo el primer set point de este primer parcial con un servicio liftado al cuerpo de Simón.

Acto seguido, y con un ace a la “T”, el español sentenció de forma categórica este primer capítulo por 6-2 en 40 minutos. La solvencia de un lado, y la pasmosidad del otro, fueron el guión que se estaba interpretando hasta entonces en el match.

Gilles Simón no se rindió, regresó al partido y se llevó el 2do set

La segunda manga comenzó con una propuesta más aplomada y decidida en ataque para Simón, quien tenía que revertir de inmediato el marcador si no quería verse fuera de toda posibilidad prematuramente.

López, contrario a lo que venía demostrando en el partido, tuvo un inicio de set opuesto al anterior. En su primer juego de saque ya enfrentaba 3 puntos de quiebre en contra de los que no pudo ni siquiera recuperar 1.

Con una pelota enganchada en el marco de su raqueta, el toledano cedió su primer juego y dejó que Simón se escapara 2-0 y saque.

Pero Simón no supo manejar esa ventaja que López le dejaba expedita. Con un juego de saque en blanco le devolvió favores al español, que recuperaba terreno perdido. López confirmó aquel quiebre y equilibró la balanza con un 2-2

Sin embargo, las cargas se equilibraron, el galo se asentaba y obligaba al ibérico a los largos desplazamientos y a los puntos luchados para evitar que se impusiera con la comodidad de antes.

Algunos yerros como un smash fallido se hicieron presentes, extraño para un tenista de élite como Simón, pero que no afectó para nada la ejecutoria de su plan, que ya tenía algunos apuros.

Con el paso de los games, se vió un partido mucho más atractivo y con varios puntos en los que ambos tenistas demostraron una gran intensidad y capacidad de cobertura de cancha, ejecutando golpes de riesgo alto pero certeros. La paridad que se pedía se hizo presente en pleno ecuador de este segundo capítulo.

Fue tan atractivo y parejo este set, a diferencia del anterior, que tuvo que dirimirse en un tiebreak. Con un miniquiebre que dejaba ver un juego con timing perfecto y gran adaptación al césped, el español que se adelantaba en el desempate

López hizo gala de un juego que incluso eclipsó el de su rival, llegando a acudir a su mismo estilo con puntos largos y saliendo ganador en todas las facetas, ya sea con puntos exigentes o de pocos golpes pero cargados de sensibilidad.

Pero Simón no daba su brazo a torcer, y buscaba mediante los tiros de aproximación y los passings incomodar las expediciones de su rival a la red.

Las dos primeras oportunidades de set llegaron para Simón, que terminó por llevárselo en la primera de ellas. En un set que parecía no terminar, dio el golpe sobre la mesa, se llevó el segundo capítulo y equilibró el partido. 7-6 en 58 minutos de juego para el francés y un capítulo final como premio a su esfuerzo.

Tercer capítulo. La experiencia en el césped terminó pesando, y López acabó llevándose el set dictando sentencia final

El tiebreak le dió los bríos suficientes a Simón, que inmediatamente iniciado el tercer set se lanzó al ataque y ya iba al acecho del saque de López con dos oportunidades de quiebre a favor que no pudieron ser concretadas. El español logró escapar y arrancó liderando 1-0.

López se sacudió rápidamente del tituveo con el que empezó el tercer parcial, y rápidamente se sobrepuso al juego que le planteaba Simón; sin embargo, no podía terminar de ser efectivo ante 5 oportunidades de quiebre al servicio del francés en dos juegos distintos.

Esta situación se iba tornando contraproducente para la resistencia física y mental del ex N°12 del mundo, bastante desafiada por su presencia en dobles, a donde también llegaba a la final junto al ídolo de casa. La paridad seguía y no había un claro dominador.

Ninguno se sacaba mayores ventajas y los dos aprovechaban al máximo su estrategia, enmarcada en una lucha cerrada e intensa.
Imagen: @bbctennis twitter

El llegar al final del partido hacía que la tensión creciera, y los errores no forzados de lado y lado aumentaran, ninguno de los dos terminaba de ser contundente.

Ni siquiera López pudo rubricar su firma final luego de un match point desperdiciado en el decimosegundo game (5-6, 40 iguales y Simón al saque), teniendo que contemplar cómo se le escapaba esta chance.

El punto inflexión llegaría con la primera doble falta, pero la más costosa, para Simón en el partido, que dejaba las cosas 4-2 en el desempate para López.

Esa doble falta terminó por agrandar el espíritu del español, quien enseguida logró ejecutar una espectacular volea para llevarse, con el punto anterior, dos miniquiebres consecutivos y así acabar de minar las esperanzas de Simón.

Tal y como terminó el primer set, así terminaría el partido y el campeonato, en la Ley de López: con el servicio y a la red.

Un 6-2 conseguido tras un saque liftado, y después una subida a la red que Simón no pudo contrarrestar dejando una volea en la red, le entregaron a Feliciano López el partido y el campeonato.

Un 7-6 final para que el toledano, que pasa de ser N°113 a N°53 del mundo, levantara por 2° vez el trofeo de campeón en Queen’s, por 4° ocasión un título en césped, y por 7° vez un título ATP en toda su carrera.

Jugador y gestor de torneos, Feliciano hace historia a pocos kilómetros de Wimbledon

Junto a Roger Federer en Halle, Feliciano López hizo lo propio en Londres, para decirle a todo el mundo del deporte blanco, que sigue siendo gobernado por los experimentados, enseñándole nuevamente a una NextGen explosiva pero que no termina de dar el salto.

Estadísticas del partido. Imagen: ATP
Una semana, una lección de vigencia. 2 tenistas mayores de 35 años, campeones el mismo día
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La plenitud no la determina un documento que identifique la edad, sino que definitivamente lo hace un buen y ganador juego de tenis.

 

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