Este 26 de mayo inicia Roland Garros, y termina también la temporada de arcilla 2019 como no se veía desde 2004: más pareja, con varios campeones y sin el monopolio al que ya nos tenía acostumbrados Rafael Nadal. Atípico pero atractivo, este es el panorama previo al segundo grande del año.
Este 2019, en lo que va corrido del año, ha sido sin dudas uno de los más igualados y parejos que hayamos visto en muchos años en el tennis masculino, tanto en resultados como en nivel: muchas sorpresas, algunas decepciones, el ascenso trepidante de nuevas estrellas al firmamento del tennis, y la lucha constante por seguir vigente ante nuevas y buenas propuestas que amenazan con romper un orden establecido en el deporte blanco que por tantos años hemos presenciado fungir con plena vigencia, pero que empieza a cambiar.
Especialmente el polvo de ladrillo ha sido la superficie en la que más cambios, volatilidad, variedad e inestabilidad, o como se quiera llamar desde la mirada en que se analice, se ha visto desde que el único e incuestionable rey de la rojiza superficie en el tennis, Rafael Nadal, apareció tras 19 años recién cumplidos cuando alzó por primera vez Roland Garros.
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Desde 2005, y hasta ahora, estábamos acostumbrados a ver las mismas fotografías año tras año de un Rafa mordiendo y mordiendo trofeos como si se tratara de un vasto árbol del cual él arrancaba esos frutos plateados y que parecía no iban a terminar de germinar.
Es que no es para menos. Esta parte de la temporada ha dejado 4 campeones distintos en los torneos importantes si tenemos en cuenta los ATP Masters 1000 de Montecarlo, Madrid y Roma, y el ATP 500 de Barcelona como los torneos en donde la mayor parte de los tenistas mejor ranqueados componen sus cuadros principales.
Haciendo un repaso general de lo que dejó esta gira, veremos que esta tesis tiene total asidero.
Montecarlo, Fognini y el primer batacazo.
AS Colombia
Comenzaba la gira de polvo de ladrillo con todo el glamour y la tradición que caracteriza al Rolex Montecarlo Masters a mediados de abril en Mónaco, y con este, esperábamos ver otro año más del monólogo de Nadal, quien aspiraba a hacerse con su título número 12.
Sin embargo, la sorpresa mayúscula llegó, y quizá la más contundente para el español, puesto que en las semifinales el italiano Fabio Fognini le propinaba un duro 6-4 6-2, con un segundo set que se estaba aproximando a un 6-0 y a la catástrofe de no ser por el par de games que el N°2 del mundo pudo rescatar.
El nivel demostrado por “fogna” en este torneo fue para remarcar, y junto a la suficiencia con la que se impuso al español en las semifinales fueron dos factores decisivos, tanto así, que generaron un shock en el mundo del tennis por esa semana.
Pero eso no fue suficiente. Si una persona que nunca ha visto tennis en su vida está en frente del TV y ve que los otros dos contendientes para llegar al título eran el serbio Dusan Lajovic y el ruso Daniil Medvedev, seguramente no le generaría mayor inquietud.
Pero se trataba de dos tenistas que alcanzaban por primera vez en sus carreras una semifinal de un torneo de categoría Masters 1000, y que en ese momento eran 14 y 33 del ránking respectivamente. Algo bastante inusual para lo que estamos acostumbrados a ver en el tour masculino.
Finalmente, Fognini iba a alzar el título, convirtiéndose en el primer campeón italiano de un Masters 1000 en la historia, siendo desde luego su primer título en un torneo que otorgue esa cantidad de puntos, y siendo el cuarto nombre inscrito en el palmarés de este torneo desde el ya lejano año 2004, cuando lo ganaba el argentino Guillermo Coria.
Trophy selfie ?@fabiofogna #RolexMCMasters pic.twitter.com/r4GTlLmkjm
— Tennis TV (@TennisTV) April 21, 2019
Con el título del italiano, y la forma en la que lo consiguió, se veía el primer cimbronazo, el primer golpe a la mesa del top del tennis.
Barcelona, Thiem campeón, y dejando estragos en casa de Rafa.
Infobae
El tour desembarcaba en Conde de Godó, en el Barcelona Banc Sabadell Open, el único ATP 500 que tuvo la temporada en polvo de ladrillo. Era el torneo de Rafa, el más cercano a su casa, aquel cuya pista central lleva su nombre en una muestra de cómo se debe hacer un homenaje a quienes se destacan, en vida. Era este el torneo de la reivindicación y de sacudirse el sucio polvo que le dejaba el principado días atrás.
Sin embargo, el mallorquín recibiría otro golpe, nuevamente en semifinales, y dejaba más dudas que certezas sobre su nivel y sobre lo que estaba pasando con su rendimiento en un escenario en el que históricamente se ha sentido como pez en el agua.
Dominic Thiem lo vencía en la antesala a la final por doble 6-4 y frenaba así una racha de 3 títulos consecutivos del balear, en su primera derrota desde que cayera en el 2015 en cuartos de final ante Fognini, uno de sus verdugos, y que precisamente recién le ganaba en Mónaco.
Por otra parte, Daniil Medvedev, quien llegó hasta la semifinal de Montecarlo, daba el otro golpe del torneo, al ganarle al japonés y 2 veces campeón Kei Nishikori por 6-4, 3-6 y 7-5 en un duelo parejo, pero que rompía otra vez el molde de la lógica, pues se esperaba que Kei llegara a la instancia final.
No habría más cabida para las sorpresas, pues el austriaco Thiem se llevaría el título ante Medvedev por 6-4 y 6-0, siendo uno de los pocos que en este año han repetido título, tras ganarle a Roger Federer en Indian Wells. Este sería el 2° título en el año y el 13° en la carrera del hoy N°4 del mundo.
Dominic Thiem is living the dream in Barcelona! ??
The moment the Austrian won his 13th ATP Tour title ? pic.twitter.com/MG112tCJiw
— Tennis TV (@TennisTV) April 28, 2019
Un inquilino en la casa del Rey de la arcilla que se portó de la peor forma, hacía estragos en su feudo, y sería el nuevo campeón, el nuevo conde de Godó.
Madrid, segunda oportunidad para Rafa en su tierra, pero Nole llegó primero y se llevó el cetro de la capital.
Pasaron los días, con 3 ATP 250 en el intermedio, y el tren del polvo de ladrillo paraba en su tercera estación, el Mutua Madrid Open, el 4to ATP Masters 1000 del año.
La capital se preparaba para recibir lo que sería el último torneo en la carrera del grande, carismático y siempre ejemplar David Ferrer, un hombre querido por encima de tenista, y que dejó una huella imborrable para el tennis y el deporte español con sus múltiples títulos y el gran recuerdo entre sus colegas.
Un desafortunado de la era “Rafa,Roger,Nole”, pues sin ellos, habría ganado mucho más.
1,199 – Roger Federer ??
936 – Rafael Nadal ??
852 – Novak Djokovic ??
734 – David Ferrer ??Until now, David Ferrer was one of only four active players with 700+ wins on the ATP Tour.#GraciasFerru pic.twitter.com/0LClXMMeMo
— Tennis TV (@TennisTV) May 8, 2019
Era otra oportunidad de las grandes estrellas para demostrar su tennis, y otra oportunidad de ver el regreso más esperado en mucho tiempo en el circuito de la ATP en esta superficie.
Como si se tratara de un Beatle, un miembro de Queen, de Led Zeppelin o un Rolling Stone, el genio y Rock star de este deporte hacía su reaparición en las canchas lentas: Roger Federer era, aparte del consentido de la casa, Rafa Nadal, el nombre que los españoles y los amantes del tennis más esperábamos para ver en acción.
El tenista suizo, ganador de 20 Grand Slams, llegaba a jugar un torneo en polvo de ladrillo luego de que lo hiciera por última vez en 2016. Roger pisaba suelo madrileño, ahí donde supo ganar 3 veces (2006, 2009 y 2012), una de ellas cuando este certamen se disputaba en pista dura en 2006.
Back. On. Clay. ? @rogerfederer starts his #MMOpen campaign today – watch it LIVE on Tennis TV -> https://t.co/hOHmv2faXn pic.twitter.com/wyF9VQUFUh
— Tennis TV (@TennisTV) May 7, 2019
Otro que volvía a la escena era el argentino Juan Martín Del Potro, que tras recuperarse de una fractura de rótula a finales de 2018, regresaba a un torneo importante después de jugar en febrero en Delray Beach. Definitivamente era la primera vez después de mucho tiempo en ver un cuadro lleno de grandes en un torneo de esta superficie que no sea Roland Garros.
Pues bien, otro golpe sobre la mesa. Si bien era factible que Roger no se llevara el título porque no jugaba en arcilla en tanto tiempo, nuevamente Dominic Thiem le ganaba en cuartos, nuevamente tras Indian Wells, en una muestra de su asentamiento pleno entre los mejores del mundo. Victorias sobre Nadal y Federer en 1 semana sin duda le daban viento en la camiseta.
Por la otra parte del cuadro, Rafa seguía sólido pero sin poder terminar de dar ese salto final, y no lo dio. El griego Stefanos Tsitsipas, que ganaba en Estoril, fue otro de los insolentes, de los contestatarios que con paso firme le propinaron otra derrota al balear en semifinales.
Una victoria por 6-4, 2-6 y 6-3 para Stefanos, le dio el tercer mazazo a la historia y hacía que el Manacorí tuviera que ajustar muchas piezas si quería ganar algo antes de encarar Roland Garros, en una situación de emergencia como no sucedía desde 2015 cuando llegó al segundo grande del año sin ganar nada previamente.
Además de Nadal y Tsitsipas, este era el segundo Masters en 2019 que mostraba algo de “lógica” en su cuadro (Indian Wells), con Novak Djokovic y Dominic Thiem peleando palmo a palmo por llegar a la final.
Novak sobrevivía ante las “balas” del austriaco y con pura mentalidad y consistencia llegaba a la última cita. Su jerarquía se impuso al gran tenis y potencial de Tsitsipas por 6-3 y 6-4, y se llevaba su 3° título en Madrid, el 74° de su carrera.
Roma, último campanazo y redención final de Nadal.
El foro itálico abrió sus puertas; el 5to Masters 1000 del año, el BNL Internazionali d’Italia fue la penúltima parada en este loco viaje del polvo de ladrillo, y este calificativo le vendría bastante bien a lo que tuvo este torneo entre otras cosas.
Público.es
Fue un Masters 1000 loco y frenético, con un día menos por cuenta de la lluvia incesante que no dejó jugar a nadie el miércoles de esa semana, haciendo que casi todos tuvieran que jugar al día siguiente la 2da ronda y los octavos de final: 2 partidos, el mismo día.
Un “superjueves” en el que jugaban simultáneamente Novak Djokovic, Rafael Nadal y Roger Federer, haciendo que los aficionados tuvieran que estar con mil ojos en todas las canchas para no perderse ninguna acción de estos gigantes.
No podía faltar el insufrible y antipático Nick Kyrgios haciendo de las suyas con una vergonzosa descalificación en las primeras rondas del torneo, ante Casper Ruud terminaba expulsado cuando en una actitud salida de casillas, un ataque de locura, terminó tirando su raqueta, pateando una botella y lanzando una silla a la cancha, enfrascándose en una larga discusión con el umpire.
El momento exacto en el que ocurrió la descalificación de Nick Kyrgios #Roma #IBI19 pic.twitter.com/nN5ilwTV7M
— Respiro Tenis (@Respiro_Tenis) May 16, 2019
Salidas tempraneras de Alex Zverev, de temporada irregular, y Dominic Thiem, que venía viento en popa; en cambio, Diego Schwartzman y Fernando Verdasco avanzaban en el cuadro con un tennis brillante hasta que Nole y Rafa respectivamente cortaron sus aspiraciones en semifinales y cuartos de final.
Schwartzman fue el factor sorpresa e hizo sudar mucho más de la cuenta a Djokovic en la semifinal, quien ya había tenido que batallar 3 horas con Del Potro. El “peque” llevó al límite al serbio, pero no le fue suficiente para llegar a su primera final de un ATP Masters 1000.
Mientras tanto, Rafa se sacudió, reordenó esos circuitos que fallaban en su robótico desempeño histórico en polvo de ladrillo, pulió sus piezas y como si se tratara de una ofensa a lo que más quiere, arremetió contra todo lo que se interpuso en su camino.
Con sendas victorias ante Tsitsipas con revancha a bordo y con creces en semifinales, y una final aplastante por 6-0, 4-6 y 6-1 ante un Djokovic que llevaba a cuestas 5 horas y media, también con un poco de revancha tras perder contundentemente ante el mismo rival en Australia, Rafael Nadal por fin dijo presente y mordió por vez N°9 el trofeo de Roma, título N°81 en su carrera. Un bálsamo para él y su confianza de cara a Roland Garros.
?????????#ibi19 @RafaelNadal pic.twitter.com/xvrWW1gI4n
— Tennis TV (@TennisTV) May 19, 2019
No será un año en el que el mejor tenista de la historia en polvo de ladrillo llegue a Francia sin haber ganado al menos 1 título en el camino, y más en esta superficie, esa de la que pareciera que Rafa hubiese brotado.
Mención especial para los torneos ATP que completan la gira en polvo de ladrillo.
Los ATP 250 de Houston, Marrakech, Budapest, Múnich y Estoril fueron testigos de la aparición de nuevos y atractivos nombres.
Christian Garín (campeón en Houston y Múnich) fue una grata sorpresa. El chileno es otro de los pocos que han repetido título en 2019, e incluso bajando a “Sascha” Zverev, defensor del título en tierra bávara. El sudamericano llega a Roland Garros con 2 títulos, sus primeros en el ATP tour, y un puesto 37 en el ránking que lo dejan en el mejor año de su vida tenística.
Benoit Paire en Marrakech, Matteo Berrettini en Budapest, y Stefanos Tsitsipas en Estoril completan el cuadro de honor del polvo de ladrillo 2019. Los dos primeros ganando su segundo título en su carrera, y el “Next Gen” dorado de 2018 ganando su tercer título en el tour.
Llega Roland Garros y termina este largo, caótico, frenético, sorpresivo e intenso viaje hacia el mundo de la tierra batida a bordo del tren de la ATP 2019, y nos deja en su camino grandes momentos ¡y 8 campeones distintos!
Estamos ante un panorama inmejorable en cuanto a emociones se refiere, con una pregunta que queda sin respuesta fija y como no sucedía desde hace bastantes años en la discusión del tennis con la parada final en Francia a partir de este domingo: ¿quién será proclamado como el Rey del polvo de ladrillo en 2019?
El próximo 9 de junio sabremos la respuesta. Pero antes de llegar a ese día, disfrutemos de estas dos semanas que vienen. ¡El viaje continúa y muchas emociones nos aguardan!
Imagen destacada: creación de autor.
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