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Shaquem Griffin, el nuevo héroe de la NFL

Es sin duda la historia del Draft NFL 2018, una historia que trasciende lo deportivo. No importa si no te gusta el fútbol americano, o incluso si tampoco te gusta el deporte; la historia de Shaquem Griffin es como mínimo inspiradora. Y confirma la frase de que el único límite es el que cada uno se pone a si mismo.

El fútbol americano tiene un componente épico, es un deporte violento, de contacto. Los jugadores salen al terreno de juego como lo hacían los gladiadores a la arena en la antigua Roma. Dispuestos a dejárselo todo en el campo. Y durante los segundos en que el balón está en movimiento impera la ley de la jungla: solo el más fuerte o el más rápido “sobreviven”.

El fútbol es como la vida, consiste en ir avanzado poco a poco, paso a paso, yarda a yarda, pulgada a pulgada. Como dice Al Pacino en la película Un Domingo Cualquiera, “el margen de error es muy estrecho, medio paso demasiado rápido o muy lento y no llegarás. Medio segundo demasiado lento o muy rápido y no lo atraparás”.

A veces, el rival te golpea duro, caes al suelo, pierdes el balón y te preguntas si merece la pena levantarse, cuando lo más seguro es que te vuelvan a derribar. Pero como siempre, cuando cometes un error y te tumban es cuando más se aprende. A cuantas más dificultades te sobrepones más fuerte te vuelves. Pelea y mantente en pie por lo que quieres. Y si luchas por tus sueños nada ni nadie puede detenerte. La historia de Shaquem es así, no aceptar nunca un no y no dejar que los demás te digan lo que puedes o no puedes hacer.

Shaquem Griffin. BBC.com

La historia de Shaquem Griffin

Shaquem Griffin nació afectado con síndrome de bandas amnióticas, su muñeca izquierda se enredó con una fibra durante el embarazo y como consecuencia la mano izquierda quedó atrofiada e incapacitada para desarrollarse.

La mano le causaba un gran dolor a Shaquem, era un dolor continuo y persistente. Cuando tenía cuatro años, una noche su madre oía que el niño se quejaba, nada que no fuera habitual, pero esa noche escuchó pasos. Se levantó y se dirigió hacia la cocina, de donde provenían los ruidos. Y al entrar a la cocina, se encontró a Shaquem, con un cuchillo en la mano derecha decidido a cortarse la izquierda, el origen de su sufrimiento. Al día siguiente, la familia decidió llevar al chico al médico, donde finalmente le amputaron el brazo.

Shaquem era el menor de tres hermanos, André, y Shaquill, su gemelo, que había nacido 1 minuto antes que él. Los dos gemelos solo tenían una cosa en mente: el fútbol americano. Su padre, con ayuda de André les entrenó a los dos, y no hizo distinción alguna entre los dos, les entrenaba por igual, al máximo nivel, pese a que contaban con una gran diferencia. Y cuando Shaquem se quejaba ante la desigualdad, este le respondía “nada llega fácil, un día me lo agradecerás”.

La única distinción que hacía el padre entre los dos hermanos era una. Cuando tocaba hacer pesas, flexiones o algún otro ejercicio para los que se requieren ambas manos, su padre le construía unas piezas, o artilugios para que supliesen a la mano izquierda del joven Shaquem.

Shaquem usando las prótesis que su padre fabricaba para entrenar. Chris Zuppa/Tampa Bay Times

A todo ello, Shaquem tuvo que aprender a hacerlo todo con una sola mano, agarrar jugadores, derribarlos, atrapar balones. Lo que el resto hacía con dos manos él lo hacía con una, y destacaba entre el resto.

Etapa universitaria

Los dos hermanos lo hacían todo juntos, eran inseparables, aprendieron a jugar al fútbol juntos, en el mismo equipo, y se comprometieron a ir siempre juntos. Shaquill también era un buen jugador, y recibía varias becas universitarias para jugar al fútbol. Pero si esas ofertas no apostaban por Shaquem, los hermanos las rechazaban.

Hasta que un día llegó la Universidad Central Florida que ofreció beca a los dos hermanos. Shaquill jugaba de Cornerback, y el entrenador reconvirtió a Shaquem a Linebacker, donde la falta de mano no afectaba tanto a su rendimiento.

Shaquill estaba cumpliendo su sueño, era titular y viajaba con el equipo. Mientras a Shaquem le costaba más entrar en las convocatorias. Los tres primeros años fueron duros para él, pero siguió entrenando y trabajando duro, esperando la oportunidad.

Nada llega fácil, se repetía… y finalmente la oportunidad llegó. El equipo de la UCF tenía un récord negativo de 0-12. Era momento de cambiar las cosas, y el nuevo entrenador confió en Shaquem.

Shaquill, el hermano mayor, fue seleccionado en el Draft del 2017, por los Seattle Seahawks con el pick número 90 en 3a ronda, convirtiéndose en jugador profesional.

Mientras, liderados por Shaquem, los Knights, el equipo de la UCF se convirtió en campeón nacional imbatido. En 2016 Shaquem fue nombrado mejor jugador defensivo del año. Y fue el MVP defensivo en la final del campeonato en 2018.

Shaquem en un partido universitario. forbes.com

La NFL Combine

La Combine son unas pruebas de aptitudes y habilidades que organiza la NFL. Se celebran una vez al año, previo al Draft, y sirve para que los cuerpos técnicos de los equipos profesionales vean en primera persona las capacidades de los jugadores universitarios.

A principios de marzo tuvo lugar la Combine 2017, y entre otros, el gran protagonista fue Shaquem Griffin. Acaparó titulares por dos motivos. En primer lugar porque completó 20 repeticiones en el banco de pesas con una prótesis en su brazo izquierdo y que le permitía sujetar la barra de pesas. Y en segundo lugar, porqué consiguió hacer el sprint de 40 yardas, en 4.38 segundos, el tiempo más rápido para un Linebacker desde que la NFL contabiliza los tiempos.

Vídeo resumen de Shaquem Griffin durante la Combine:

El Draft

Tras la NFL Combine se llevaba tiempo especulando sobre qué equipo podría ser el que eligiera a Shaquem, convirtiéndolo en el primer jugador en jugar en la NFL con una sola mano. En la liga no hay nadie como él, el más parecido es Jason Pierre-Paul que perdió varios dedos de una mano en una explosión pirotécnica.

Han sido muchas las propuestas que ha recibido Shaquem para jugar con guantes especiales e incluso ha entablado conversaciones con una empresa especializada en fabricar prótesis con impresoras 3D. Pero él prefiere jugar sin nada, se siente más cómodo.

Tras no ser seleccionado ni en la primera ni en la segunda noche, todo apuntaba a que sería en la tercera noche del Draft cuando sería elegido. Y tuvo que esperar, hasta la 5ª ronda. Selección número 141. La retransmisión en directo del Draft conectó con Seattle. Les tocaba a los Seahawks hacer su elección. Y el encargado de anunciar el nombre del seleccionado, lo dijo: Shaquem Griffin.

Y por fin lo ha conseguido, con 22 años, ha cumplido su sueño de convertirse en profesional del fútbol americano. Jugará con los Seattle Seahawks, una franquicia protagonista en los últimos años.

Además, se reunirá con su hermano gemelo Shaquill que juega de Cornerback en la franquicia de Washington. Siempre han estado en el mismo vestuario, y quien de buen seguro le organizará una buena fiesta de bienvenida.

Reacción de la familia de Shaquem con la llamada de los Seahawks y el anuncio de su elección por el equipo de Seattle.

Contra todo pronóstico

Es la frase que ha empuñado como lema el entorno de Shaquem para dar significado a la hazaña que ahora, ya sí ha conseguido el pequeño de los Griffin. Contra todo pronóstico, es contra lo que luchaba Shaquem. Qué posibilidades había de que un chico sin mano fuera elegido para jugar en la liga más competitiva del mundo, la NFL.

Aun no ha jugado ningún partido, ni siquiera se ha vestido de corto con el nuevo uniforme. De hecho es posible que Pete Carroll, entrenador de los Seahawks, aun no sepa en qué posición le va a hacer jugar. Pero Shaquem ya cuenta con una gran legión de fans. No solo entre aficionados, si no también entre muchos jugadores que le querían y se habían manifestado al respecto para que su equipo lo seleccionara.

Shaquem Griffin con su nuevo uniforme. NFL.com

La verdad es que si Shaquem triunfa en el fútbol querrá decir una cosa. No importa lo que los demás te digan qué puedes hacer o no hacer. Lo más importante es que no dudes nunca de ti mismo.

PD: Recomiendo leer la carta que el propio Shaquem escribió a los General Managers y entrenadores de la NFL. En ella les cuenta su historia y por qué deberían elegirle para jugar en su equipo. Puedes leerla aquí en inglés y aquí traducida al castellano.

*Foto portada: Kevin C. Cox/Getty Images

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