Fútbol Sala LNFS

‘’Caldera solución por equipo y afición’’

El Ciudad de Tudela se inundaba cada vez que llovía. Y últimamente llueve mucho. El problema es que esto no es noticia de última hora ni una novedad. Las goteras llevaban ya tiempo (años, de hecho) siendo una conditio sine qua non en los partidos que acoge ‘’la Caldera’’, pero el límite se cruzó en el último encuentro de los tudelanos contra Santiago Futsal justo antes del parón por el Europeo; partido que tuvo que suspenderse a pocos minutos para la conclusión de la primera mitad, después de que ya se detuviese el juego varias veces por los constantes resbalones y caídas de jugadores de ambos conjuntos y los parones para secar la pista. Por ello, el tiempo restante de partido se disputó al día siguiente en el Pabellón de Anaitasuna, en la capital navarra. A fin de cuentas, allí, las inclemencias meteorológicas no suponen un problema cuando se trata de pistas cubiertas.

La imagen de los propios jugadores secando la cancha durante un entrenamiento rutinario había empezado a ser una costumbre que daba, como poco, mucha pena. Así que el Ayuntamiento actuó de inmediato y esa misma semana se reparó el techo del pabellón, de manera que acababa el problema de las goteras que tanto tiempo llevaban dando guerra. Pero a problemas que entorpecen la normalidad en el juego, el desarrollo de un entrenamiento o deslucen al deporte profesional en general y a un equipo en particular, se añade el handicap más absoluto con el que se encuentran ahora mismo en Tudela: su pabellón no cumple con las exigencias de la LNFS para la Primera División.

Imagen vía: www.diariodenavarra.es

El Ciudad de Tudela, construido en 1983 (una época en la que nadie podía imaginar que Tudela tendría un equipo de fútbol sala en la élite nacional), ha quedado ya desfasado para lo que se requiere a día de hoy en este deporte y en general para lo que la segunda ciudad más grande de Navarra merece. Así que subsanados los desperfectos que provocaban las goteras del pabellón, saltaba la noticia de que el Ayuntamiento de Tudela había aprobado un proyecto de reforma de las instalaciones, con el cual se preveía empezar este mismo verano, de manera que estuviese preparado y disponible para la próxima temporada. Y esto no podía recibirse con más alegría. Por fin llegaba la solución que hace años pedían desde la directiva del Ribera Navarra, que llevaba ya demasiado tiempo clamando soluciones a los órganos pertinentes. Pero, parece, que nadie les oía y desde arriba se lavaban las manos, se pasaban la pelota y se recriminaban unos a otros, siempre cegados por los colores –y no, ya no estamos hablando de fútbol sala-.

Por fin el Ayuntamiento de Tudela aprobaba el proyecto de reforma con un presupuesto estimado de 833.762 €, con el que poder conseguir todas las mejoras que exige la nueva normativa para pabellones de la LNFS: aforo para 2.000 personas sentadas y que el público esté a una distancia mínima de dos metros de la pista (a excepción de la zona de banquillos y la mesa del cronometrador), un sistema de megafonía ‘’audible’’ desde cualquier punto de la instalación y una iluminación uniforme en toda la pista, llegando a 1.200lux. (1.700lux. para los partidos televisados. Los medios de comunicación deberán disponer de una zona reservada en la grada y separada del público, y una zona de prensa con acceso directo desde los vestuarios (de maneras que los jugadores no tengan que cruzarse con el público en su trayecto hasta las ruedas de prensa). Además debería darse la construcción de un antepalco (sala VIP) para recibir a las autoridades, patrocinadores y otras personalidades, un espacio que tendrá acceso directo desde la puerta de autoridades al pabellón, así como al propio palco, sin cruces con el público.

Pero la sorpresa saltaba el pasado 7 de marzo, cuando los medios navarros anunciaban que el proyecto finalmente supondría un desembolso de casi el doble de lo propuesto inicialmente, llegando a costar algo más de un millón y medio de euros. Con esta noticia, la preocupación más lógica: y ahora, ¿qué? A fin de cuentas, la LNFS había dado un ultimátum a Ribera Navarra en abril de 2016, cuando se les dio de plazo hasta 2018 para tener el pabellón habilitado según su normativa requiere. Y con ello llegaba la falta de acuerdo por parte de los diferentes partidos políticos del consistorio tudelano: todos los grupos coincidían en que algo hay que hacer, pero continuaban las diferencias conforme a la solución.

La pasada semana se reunieron en Tudela representantes de las diferentes formaciones políticas, acompañados por el Concejal de Deportes de Tudela, Iñaki Magallón, y el coordinador municipal de área, José Luis Sangüesa. Los representantes del tripartito que gobierna el Ayuntamiento de Tudela hacían hincapié en la necesidad apremiante de encontrar soluciones y hacían un llamamiento al Gobierno foral para que cofinancie el proyecto, pero desde Gobierno de Navarra explicaban que no pueden adquirir compromisos que luego no puedan cumplirse ni ‘’hacer brindis al sol’’. Por otro lado, los partidos de la oposición UPN y PP, reclaman la necesidad de darle a Tudela un nuevo pabellón, entendiendo la reforma de este como ‘’un parche’’ y acordándose de otros clubes deportivos de la ciudad, que ‘’podrían crecer y requerir un espacio adecuado para el futuro’’. Y vuelve con esto la guerra entre equipos –y no, ahora tampoco hablamos de fútbol sala-. Los actuales dirigentes políticos critican que la propuesta de los populares y Unión del Pueblo Navarro llegue en este momento, cuando durante los muchísimos años que estuvieron en el poder no pusieron ningún proyecto serio sobre la mesa.

Imagen vía: http://www.noticiasdenavarra.com

Y parece que entre tanta idea de unos y otros, tantas peticiones sin escuchar y tantas ganas de criticar mucho y no hacer nada, finalmente, habemus acuerdo: el Ayuntamiento de Tudela ha anunciado que se acometerá la remodelación del Ciudad de Tudela, con un importe final de un millón de euros, sin haberse cerrado aún el proyecto definitivo. Además, Daniel López, responsable del área de Urbanismo del Ayuntamiento ha explicado que el problemático cambio de cifras entre el proyecto básico y el que estaba trabajando el equipo de arquitectos externo al consistorio se debía a varias mejoras no incluidas en la memoria valorativa del proyecto básico, tratándose de ideas que no son indispensables en concordancia con los requisitos de la LNFS. El Ayuntamiento de Tudela está seguro de que este proyecto final recibirá el visto bueno de la LNFS, pues el consistorio ha estado durante el último año en constante contacto con Javier Lozano, presidente de la LNFS. Se prevé que del millón de euros aproximado que costará la reforma, el consistorio tendrá que hacer frente con fondos propios de algo menos de 700.000 euros.

Y con todo puesto ya sobre la mesa sólo falta esperar. La previsión de las obras es de tres o cuatro meses, por lo que Eneko Larrarte, alcade de Tudela, reconoció que los plazos son algo ajustados para el Aspil Vidal Ribera Navarra de cara al inicio de la próxima temporada. Pero aun así, la alegría es inmensa: ¡por fin! Por fin Tudela tendrá un polideportivo algo más acorde a sus necesidades.

Y por fin el Ribera Navarra tendrá el pabellón que merece un equipo que está donde están ellos.

Imagen destacada vía: www.tudela.es

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