El partido comenzaba en un pabellón lleno ante un rival que se preveía más duro que los anteriores. Los primeros minutos fueron un poco locos con pérdidas de ambos equipos. Hungría plantada en un 6-0 con una defensa muy férrea y España mostrando el mismo sistema defensivo no conseguía frenar los ataques de Hungría, que hacía mucho daño con tiros lejanos, en cambio, los hispanos no terminaban de crear ocasiones claras con un ataque un poco espeso, y con Mikler que conseguía desbaratarlas con buenas intervenciones.
En el minuto 9 de la primera parte España dispondría de la primera superioridad numérica. La cual conseguiría afianzar con un 1-2 de parcial mediante los primeros goles desde los extremos. Los españoles se quitaban los nervios e iban alcanzando el ritmo de partido, así llegaban al minuto 13 con una renta de dos goles gracias a varias pérdidas húngaras y una buena defensa española.
La renta se mantuvo gracias, sobre todo, a la conexión con el pivote con Adrián Figueras -ya que Aguinagalde fue sustituido y no volvió al terreno de juego-, varias de pérdidas en ataque de España propiciaban que Hungría empatase el partido en el minuto 18 estableciendo el 7-7 en el marcador. Destacando las acciones de su portero Mikler que estaba bastante acertado.
España gozaba de la máxima renta (7-10) pero rápidamente Hungría conseguiría empatar nuevamente a través de lanzamientos desde 9m y con balones al pivote. Cabe destacar el abandono del campo por parte de Gedeón Guardiola tras una acción fortuita en la que se dobló el tobillo que tenía tocado. Un poco antes del descanso España pidió tiempo muerto y una jugada maestra, con fly incluido, consiguió que los Hispanos se fueran al descanso con un gol arriba (13-12).
La segunda mitad comenzaba con varios cambios en el lado de España: la defensa pasaba a una 5-1, Gonzalo Pérez de Vargas sustituía a Rodrigo Corrales y una mejoría en el juego ofensivo. Durante los próximos minutos la igualdad se mantenía en la pista, ningún equipo conseguía romper el partido y las rentas no pasaban de dos goles ya que eran rápidamente disueltas.
España arriesgaba y jugaba con 7 jugadores de campo, estrategia que le salió bien hasta que una nueva exclusión evitaba distanciarse más en el marcador. En el minuto 47, con los hispanos volcados al ataque, volvía la renta de 2 goles al luminoso gracias a una buena actuación de Aitor Ariño. En los últimos minutos, Hungría recortaba la distancia con un tanto desde los 7m. Hazaña que no era suficiente para evitar que el conjunto español se mantuviera por arriba en el marcador.El momento de inflexión llegaría en el minuto 55 cuando España, jugando en superioridad, implantó el 23-25 a través de Aitor Ariño.
El último minuto no era apto para cardíacos, con la amenaza de pasivo rondando el ataque español y sin ningún tiempo muerto al que recurrir. La efectividad de los porteros cobró vital importancia porque fue la clave para que el marcador no sufriera cambios. Pero una exclusión del equipo magiar daba la tranquilidad necesaria a los hispanos que aprovechaban la superioridad para poner el +2 (25-27) definitivo en el marcador. Resultado que daba otros dos puntos a los Hispanos, que completaban la segunda jornada del europeo con pleno de victorias.
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