Empate a nada entre Tenerife y Osasuna en un encuentro en el que los locales ofrecieron el fútbol y las ocasiones. Sin embargo, las grandes intervenciones de Sergio Herrera y de la zaga rojilla impidieron el tanto de los tinerfeños, que lo probaron hasta el final. Un penalti errado por el conjunto canario pudo variar el rumbo del partido, minutos antes de un gol anulado a David Rodríguez por fuera de juego. La búsqueda desesperada por la falta de goles alteró la intensidad del partido, con varios jugadores que fueron amonestados. Con este resultado, Osasuna pierde su liderazgo con las victorias de Lugo y Sporting.
A pesar de la disputa en los compases iniciales, los hombres de Martí, más incisivos, no tardarían en mostrar una mayor iniciativa que sus rivales, quienes esperaban replegados y rígidos ante los intentos ofensivos de los insulares. Fruto de ese ímpetu, la llegada de las primeras ocasiones claras tan solo era cuestión de tiempo. Un remate con la cabeza de Bryan Acosta que no cogería portería sería el detonante que asediaría la meta osasunista a continuación.
El Tenerife dominaba y creaba el peligro, aunque sin demasiada claridad en los metros finales. Sus intentos no generaban una advertencia real para Sergio Herrera, a excepción de una doble oportunidad que hubiera significado un resultado muy distinto para los intereses de ambos equipos. Una brillante actuación del portero mirandés haría inútil el intento del ataque tinerfeño, que se mostraba incrédulo ante la falta de acierto en esa ocasión.
El juego practicado por el Osasuna se dedicaba en bloquear todo tipo de llegada de los locales, una situación que condicionaba el fútbol ofensivo de los pamploneses. Antes del descanso, Longo, muy activo sobre el campo, lo intentaría con un disparo a la media vuelta que no vería puerta por muy poco. A pesar de probar fortuna varias veces, la suerte no estaba dispuesta a cumplir los deseos del conjunto insular.
Los segundos 45 minutos comenzarían con un gol anulado al Osasuna por posición invalidada de David Rodríguez. A pesar de esta excepcional actuación, los de Santa Cruz continuaban con su asedio a la meta osasunista. En la disputa de un balón colgado al corazón del área, Longo sería derribado por un jugador rival, con la posterior señalización de pena máxima por parte del colegiado del encuentro. Sin embargo, Malbasic desaprovecharía la ocasión con una ejecución que sería parada por un irrufutable Sergio Herrera.
La falta de acierto se hizo de nuevo presente, algo que se dejaría ver en los minutos posteriores. Los insulares lo seguían intentando, cada vez con más frecuencia, pero las intervenciones defensivas de los rojillos harían inútil cualquier propósito local. La tensión por el momento del encuentro se hacía notar en los dos equipos, que mantenían objetivos muy distintos dada la dinámica que se estaba viviendo. A causa de ello, el árbitro se encargaría de frenar esa tirantez a base de amonestaciones.
En el último periodo del encuentro, los cambios proporcionaron frescura en el terreno de juego, aunque el signo del partido siguió siendo el mismo. Una tangana casi en el tiempo de descuento ensombrecería el colofón del partido, en el que la intensidad no se modificó a pesar del cansancio de los jugadores. Finalmente, y a pesar de ser superior el Tenerife, un reparto de puntos que favorece más a los de Pamplona que a los locales.
Foto: CD Tenerife
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