Crónica Crónicas

Viejos recuerdos

Puede que ya hayan pasado años, pero los seguidores del fútbol somos proclives a recordar todo lo que haga falta por muchos años que falten. Uno de ellos recuerdos viene del año 2012, mientras que el otro no es algo específico, sino que fue algo que se extendió durante muchos años y que marcó historia en todo el fútbol. Ambos recuerdos están relacionados con el partido de hoy y con el Athletic Club, y son: la final de la UEFA Europa League, y Rivaldo, uno de los mejores jugadores de la historia.

El camino para llegar a aquella final fue inolvidable. En la primera temporada de Marcelo Bielsa, el Athletic dejó atrás al Schalke, al Manchester United… pero que de aquel sueño se despertó en forma de pesadilla. La final, disputada en el Estadio Nacional de Bucarest, ha sido el mismo emplazamiento al que el Athletic ha acudido como visitante para disputar la ida de esta segunda ronda eliminatoria. Mal final el de esa final, pero que forma parte de la historia rojiblanca.

Por otra parte, qué decir del astro brasileño. Rivaldo fue uno de los mejores jugadores de la década de los 90 e incluso de comienzos de milenio. Deportivo, Barcelona, Milán… fueron los clubes más importantes en los que estuvo, además de esa selección brasileña subcampeona en Francia 1998 y campeona en Corea/Japón 2002. La relación que guarda el Athletic con este hombre es que, si no nos dio él bastantes, su vástago ya se encargó de dar dolores de cabeza.

Llegando a finales de julio, el Athletic se presentaba en la capital de Rumanía para enfrentarse al Dinamo de Bucarest, uno de los equipos más potentes de este país y entrenados por Cosmin Contra, un viejo conocido. Un equipo que ya venía rodado por haber empezado su competición liguera y que contaba con jugadores como el internacional rumano Filip, otro viejo conocido como Albín y uno de los protagonistas de la noche, Rivaldinho. Las novedades rojiblancas, por su parte, eran las de Vesga y Iago Herrerín, ambos titulares en el planteamiento del “Kuko” Ziganda.

Comenzaba el partido con un planteamiento claro por parte de los leones: Basar su juego en sacar a la luz su evidente superioridad cualitativa, y utilizar un juego superior al del rival. En principio así fue, y la primera parte fue muestra grosera de ello. El Athletic tuvo el control absoluto del encuentro y en ningún momento se vio atosigado. Fruto de ese control se originó el tanto. Beñat puso un córner que Etxeita se encargó de peinar hacia atrás para que Laporte sólo tuviera que empujar también de cabeza.

 

Era el minuto 20 de partido y el partido ya tenía la tónica planteada por Ziganda, y así se mantuvo hasta el descanso. Sin embargo, el Athletic no fue capaz de encontrar ese segundo tanto que le pusiese de verdad la eliminatoria a su favor. El 0-1 con el que se llegaba al descanso era un resultado engañoso ya que, aunque el gol visitante siempre viene bien, no dejaba de ser una renta mínima. Conocedor de ello, Contra preparaba su estrategia.

Recién comenzada la segunda parte, el papel de cada equipo cambió drásticamente. La entrada de Rivaldinho fue la clave del encuentro, ya que no solo tuvo una gran ocasión de cabeza al poco de la reanudación, sino que rozando el minuto 54, pegó un zambombazo imparable para Iago, que celebraron al unísono tanto la afición rumana como su padre, presente en la grada.

El empate ya estaba en el marcador, y el perfil de cada equipo fue absolumente diferente. Los locales se encaraban desafiantes a los visitantes, y los visitantes perdieron casi todo el control ofrecido hasta ese momento. El encuentro se convirtió en un toma y daca, un tipo de juego que beneficiaba claramente a los rumanos, que dispusieron de múltiples ocasiones de gol, sobre todo poco después del gol.

El Athletic no se amilanó de todos modos, y por vía de Muniain, trató de conseguir el segundo. Ocasiones si tuvo, como un remate del propio jugador del Athletic que tuvo que sacar un contrario bajo palos. Antes de eso, un gol anulado por un dudoso fuera de juego de Nemec, y también otra ocasión de Aduriz, desaparecido todo el partido.

La eliminatoria, pese a tener un color rojiblanco de momento, está abierta, y San Mamés dictará sentencia. El mismo estadio en el que Rivaldo marcó y en el que el Athletic basó su juego para llegar a aquella final se convertirá en juez que señalará al merecedor de pasar a la siguiente ronda. De los leones depende, que esta eliminatoria se encuentre en el futuro en el baúl de los buenos recuerdos o en el de los malos recuerdos.

FICHA TÉCNICA:

Alineación Dinamo Bucarest: Penedo; Romera, Nedelcanu, Katsikas, Filip; Hanca, Busulazdic (46′,Rivaldinho), Salomao; Mahlangu, Nemec (67′ Albín), Filipe Nascimento (84′ Antón)

Alineación Athletic Club: Herrerín; De Marcos, Etxeita, Laporte, Balenziaga; Vesga, Beñat (80′ Rico); Susaeta (67′ Lekue), Raúl García (90′ Sabin Merino), Muniain; Aduriz

Árbitro: Tore Hansen

Tarjetas amarillas: Muniain (30´), Filip (33´), Romera (49´), Hanca (60´), Nedelcearu (92´)

Estadio: Estadio Nacional de Bucarest

Imágenes vía: Web oficial Athletic club

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