Análisis

La irregularidad de Tecnyconta Zaragoza

Terminada la primera vuelta de la temporada 2016/17 es buen momento para hacer un balance provisional de Tecnyconta Zaragoza  y analizar esa irregularidad que viene padeciendo y que está en boca de todos. La victoria ante Bàsquet Manresa para cerrar la primera mitad de la temporada ha resultado balsámica en el aspecto meramente numérico por sumar una victoria en el casillero y eludir la zona de descenso, pero las sensaciones en las que se movía el equipo en los últimos partidos han permanecido, más aún tras ver cómo un partido que estaba claramente decantado del lado de los locales casi se les escapa y se ha tenido que resolver en la prórroga. Pero, ¿por qué esta inestabilidad del equipo?

Las claves económicas

Lo primero de todo es entender que hay que ser realistas aunque esa realidad sea un tanto dolorosa para los seguidores zaragozanos, esos a los que ya ha costado asumir el cambio de denominación de siempre del equipo, Cai Zaragoza. La crisis bancaria se llevó por delante a Caja Inmaculada (engullida por Ibercaja) que ha decidido abandonar el patrocinio principal y con ello dejar huérfano de nombre al primer equipo de la ciudad, de nombre y de una fuente de ingresos vital. Contrarreloj, casi contra pronóstico, y a última hora ha llegado Tecnyconta, empresa ligada a un consejero de la actual directiva para aportar un balón de oxígeno a una entidad con serias dificultades para cuadrar un presupuesto mínimo para competir en ACB. Hoy en día Basket Zaragoza comparte con los manresanos el dudoso honor de contar con el presupuesto más escaso de toda la liga, unos dos millones de euros.

Las claves deportivas

La temporada pasada ya fue compleja para Basket Zaragoza, hubo que cambiar de entrenador ante la incapacidad de Joaquín Ruiz Lorente de lograr un equipo estable y razonablemente competitivo. La llegada de un Andreu Casadevall voluntarioso enderezó algo el rumbo si bien la plantilla se mostraba descompensada y con jugadores más que prescindibles. También los hubo que destacaron, en especial Joan Sastre al que inevitablemente se dio salida rumbo a Valencia para poder obtener ingresos en forma de claúsula de rescisión, pasando de ser posible jugador franquicia (su imagen aún figura en los abonos actuales de los socios) a la venta más rentable del verano. La incertidumbre estaba en Stevan Jelovac, jugador un tanto anárquico pero que aportaba unas puntuaciones muy necesarias para el equipo. Finalmente Stevan se ha quedado un año más en Tecnyconta en espera de mejores opciones personales. Por el camino se renunció a renovar a Pere Tomás que acabó la temporada muy comprometido con el club y al que se le ofrecieron unas condiciones casi ridículas para continuar en Zaragoza. Verlo defendiendo la camiseta de Bàsquet Manresa en el Príncipe Felipe provoca la sensación de haber dejado escapar a un jugador que hubiera ayudado a imprimir carácter al equipo.

Por si no fuera bastante, el recorte presupuestario propició la salida del director deportivo Willy Villar hacia el Estudiantes donde se le ofrece un proyecto y condiciones más atractivas. Así las cosas para la presente temporada se ha diseñado una plantilla con una columna vertebral formada por Tomás Bellas, Robin Benzing, Isaac Fotu, Stevan Jelovac y Henk Norel. Repite también Sergi García como apuesta de futuro al que se suman en la misma condición de canteranos Jonathan Barreiro y Miki Servera.

Los refuerzos que han llegado para completar el equipo han aportado un poco de todo. Para sustituir a Sek Henry como base se optó por Stephen Holt, en realidad un escolta que no venía con cifras muy interesantes y que no ha variado esa línea, promediando en lo que va de liga unos siete puntos por partido. El puesto de base ha quedado desguarnecido al ejercer Holt de escolta y casi toda la responsabilidad de dirigir el equipo recae sobre Tomás Bellas que por momentos parece acusar el esfuerzo físico y mental. La previsible tripleta de bases se ha quedado por tanto en un tándem Bellas-García que si bien son jugadores fiables, se antoja un tanto escasa para el peso que han de llevar sobre sus espaldas.

Tomás Bellas en una acción del último partido

El perímetro se ha reforzado con el lituano Martynas Gecevicius que se ha mostrado un buen tirador aunque no ha escapado de sufrir altibajos como la casi totalidad de la plantilla. El alemán Robin Benzing sigue creciendo y cogiendo responsabilidad, se muestra disciplinado y comprometido, siendo un buen anotador de media y larga distancia. También se mueve en estas posiciones Stevan Jelovac, un jugador anárquico y por momentos egoísta pero del que el equipo muestra una muy elevada dependencia. Jelovac ha mejorado su actitud y sobre todo su entrega en labores defensivas pero sigue lejos de lo que puede ofrecer un jugador de su talento, designado MVP de la Liga Endesa en el mes de noviembre.

Debido a problemas físicos de algunos jugadores, en noviembre se incorpora Juskevicius, jugador que podría ayudar en las tareas de base y de escolta aunque no ha contado con mucha confianza desde el banquillo. Tampoco en la media distancia se ha prodigado mucho y la pasada semana se apuró el plazo para decidir si quedaba fuera del equipo (existía esa posibilidad de corte en su contrato)  pero finalmente se ha apostado por su continuidad esperando que este gesto de confianza se vea respondido por su parte con una mejora de rendimiento.

La responsabilidad en la zona de la pintura recae especialmente en Henk Norel, capitán del equipo, totalmente integrado en la ciudad y que muestra siempre una buena actitud y sacrificio que le está reportando buenas valoraciones en las últimas jornadas. También impone su fortaleza bajo el aro Isaac Fotu, la que podría considerarse joya de la corona zaragozana, ya que se trata de un jugador con potencial y futuro aunque  lo más factible es que al final de temporada, con el fin de su contrato, acabe dejando el club rumbo a metas más ambiciosas, de hecho ya se ha publicado que es un jugador seguido por el propio Fútbol Club Barcelona. Stevan Jelovac también ejerce de ala-pivot actuando por lo general como recambio de Fotu en las tareas de poste bajo. El último en ejercer de pivot está siendo la gran decepción de los fichajes de esta temporada, el bosnio Filip Kraljevic,  que debido a su escaso rendimiento no está contando con la confianza de Casadevall que apenas le da minutos ni continuidad.

Irregularidad o rendimiento lógico

Con estos mimbres tiene que tejer Andreu Casadevall un equipo que sea capaz de competir en una exigente Liga Endesa y de ahí que hablar de un equipo irregular quizá no sea del todo justo, más bien se podría decir que este equipo, de perfil bajo,  ha tenido momentos de rendimiento por encima de sus posibilidades. Paradójicamente se ha mostrado más competitivo en pistas en las que no tenía nada que perder y más débil en otras que se podrían considerar de su liga particular por eludir los puestos de descenso. Un mes de noviembre con Jelovac de MVP y buenos momentos de juego quizá hayan sido culpables de una cierta relajación en algunos jugadores que se han mostrado menos intensos en diciembre, llegando así unas derrotas un tanto dolorosas en pistas como Badalona o la estudiantil.

La plantilla se queda escasa y se echa en falta recambio para posiciones concretas, especialmente para jugar de tres y de cinco. Algunos jugadores no se saben adaptar a las circunstancias y necesidades del conjunto, optan por desarrollar su juego personal a pesar de que en muchos momentos no sea lo que necesita el equipo.

Analizando el juego de Tecnyconta se ve a un equipo falto de intensidad, por momentos desconcentrado en extremo, que no encuentra su identidad y no acaba de saber a qué tiene que jugar, su rol como bloque. Los minutos decisivos que ha tenido que disputar en esta primera mitad de competición se han jugado mal casi siempre, con precipitaciones y poco rigor táctico.

Andreu Casadevall, entrenador del Tecnyconta Zaragoza

La dirección desde el banquillo tampoco acaba de transmitir fuerza ni personalidad, moviendo al equipo siempre con dinámicas fijas y dejándolo a merced de las circunstancias. Los tiempos muertos no suelen ser fructíferos y el reparto de minutos a los jugadores no acaba de parecer muy lógico. En los finales apretados se acaba sucumbiendo siempre por errores impropios de profesionales o entrando en una suerte de ruleta rusa innecesaria. Casadevall es de los entrenadores que, con criterio, quiere crecer desde la defensa pero este equipo suyo no tiene condiciones para ser un bloque aguerrido e intenso por las prestaciones y condiciones de sus jugadores y quizá por ello debería de adaptar su estilo de juego a la realidad.

Queda media vuelta para intentar lograr ese nivel de compromiso y ese sentimiento de bloque que una afición como la de Zaragoza merece. Las seis victorias de la primera vuelta parecen escasas sobre el papel tras ver como se perdió ante Joventut y Estudiantes y sobre todo  para un histórico como Basket Zaragoza. Si se corrige esa falta de concentración y esa inestabilidad en la intensidad, al final de temporada en lugar de irregularidad de Tecnyconta se podría hablar del bache de diciembre y de haber salvado los muebles con nota al terminar entre los puestos diez al doce.

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Autor: @Basketistas

Fotos: Toni Galán vía heraldo.es

 

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