Crónica

Lillard es demasiado para los Mavericks

Después de cuatro partidos sin conocer la victoria los Dallas Mavericks recibían en el American Airlines Center a los Portland Trail Blazers, un equipo muy peligroso con uno de los mejores bases de la liga y a las órdenes de un gran entrenador como es Terry Stotts. El duelo estaba servido.

Debido a la ausencia de Bogut y la mayor movilidad de los interiores visitantes Rick Carlisle decidió salir con Nowitzki en la posición de 5. Sin embargo el cambio no tuvo mucho efecto, pues los Blazers conseguían encontrar situaciones de ventaja constantemente mientras que los Mavericks seguían atascados de cara al aro, consecuencia directa de no tener ningún penetrador puro en el equipo. Fue con la entrada de algunos suplentes cuando consiguieron, tras dos triples de Curry y Matthews y un precioso putback dunk de Barnes, un parcial de 13-0 para ponerse 24-19. Parecía que el cuarto iba a acabar así pero 5 puntos de Portland en los últimos 11 segundos enfriaron el ambiente y calentaron el partido.

El segundo cuarto siguió la misma tónica que el primero. A rachas. Si Barea y Nowitzki ponían 7 arriba a los suyos Lillard y Aminu se encargaban de remontar. Aunque también si Crabbe y, quién si no, Lillard conseguían establecer una diferencia de 7 puntos Barnes y, evidentemente, Barea -que por entonces llevaba ya 16 puntos- evitaban que el partido se rompiera antes del descanso. Al final, se llegó a él con un 52-55 en el marcador.

El partido estaba en el aire, y ambos equipos necesitaban la victoria, Dallas para no ponerse 0-5 y seguir cavando su hoyo y Portland para no perder el pulso con las potencias del Oeste. Era un momento de tensión. Y ahí apareció Lillard. Con cuatro triples, tres desde 8 metros, dejó maravillados y aterrados a partes iguales a todos los presentes allí. La seguridad y el instinto asesino reflejados en su cara completando el retrato de una estrella llamada a dominar la Liga desde el puesto de base. Pero el partido seguía, y los tejanos son un equipo peleón. Merced a una buena actuación coral dejaron el electrónico 76-79 antes de entrar en el último periodo.

Fue un parcial de 13-2 al principio del último cuarto lo que rompió definitivamente el partido a favor de los visitantes. El artífice se lo pueden imaginar ustedes. Sí, fue Damian. Siempre Damian. A partir de ese momento los intentos de Dallas por reengancharse al partido se convirtieron en un simple tira y afloja con el que los Blazers se acabaron llevando el partido por 95 a 105.

Este resultado deja a los Blazers sextos en el Oeste con un balance de 3-3 y a los Mavericks muy tocados, sobre todo a nivel psicológico. Tendrán que cambiar las cosas en Texas, aunque el partido de hoy no es un mal punto de partida. Simplemente Lillard fue demasiado para ellos.

Box score:

-Portland: Lillard 42, Plumlee 19, Aminu 12, Harkless 9, McCollum 9, Crabbe 4, Turner 5, Davis 2, Napier 3, Leonard 0.

-Dallas: Deron 12, Barnes 17, Barea 23, Matthews 7, Dirk 5, Curry 8, Powell 7, Anderson 6, Mejri 8, Acy 2.

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