Marin Cilic se ha proclamado campeón en Cincinnati y ha levantado su primer título de la temporada (6-4 y 7-5) tras vencer a Andy Murray. El número 2 del mundo llegaba aquí con más de veinte encuentros invicto y siete finales consecutivas. Un dato abrumador que evidencia el hambre de títulos del británico. Hoy, sin embargo, las piernas no respondieron debido a la carga de partidos en los últimos meses.
Salió con todo el británico, a sabiendas de que las posibilidades de victoria pasaban por plantear un encuentro rápido y agresivo, sin ceder la iniciativa. No aprovechó la primera oportunidad que tuvo para adquirir ventaja en el marcador, cosa que sí hizo Marin Cilic. El croata conseguía dos break consecutivos aunque necesitó dos veces de su servicio para cerrar el primer parcial.
Malas sensaciones las mostradas por el de Dunblane, errático, incapaz de marcar el ritmo de partido y sufriendo a la hora de defenderse. Mucho tenía que cambiar para seguir agarrado al encuentro. O al menos que el croata bajase el nivel. No iba a ser así. Marin Cilic seguía ejecutando su plan a la perfección, mostrando solvencia con su servicio y tratando de evitar los intercambios. Desgastar a Murray y enredarlo en la maraña que le había construido. No supo salir de ahí.
Con 5-5 en el marcador, el escocés cedía un 0-40 a su rival. Se sobrepuso, ponía el deuce. Volvía a dar dos ventajas más. Ya no serían malgastadas. Cilic estaba al borde de su primer título de categoría M1000. Juego en blanco, brazos en alto y alegría en su cuerpo técnico.
De esta forma, el croata amanecerá en aupado al puesto número 9 del ranking. La temporada no empezó bien para él, mostrándose irregular y sin cosechar resultados. Pero ha cogido temperatura justo antes del título más importante de su carrera. US Open está a la vuelta de la esquina.
Imagen: Sporting Life
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