Celebración y concentración no suelen ir de la mano y hoy no fue diferente. Tras el subidón del viernes en la Euroliga, el comienzo no pudo ser peor para los locales con un parcial de 9-20 y una defensa que hacía aguas por todas partes para frenar un acertadísimo ataque gran canario.
Reacción coral
Tras el susto inicial con la ventaja amarilla, el Valencia Basket se puso el mono de faena y fue reduciendo la ventaja lentamente. El público estaba todavía más centrado en las celebraciones y en rememorar el pasado que en animar a sus jugadores. Por extraño que parezca, había más aplausos cuando se paraba el juego que cuando este estaba en marcha. Una efeméride de ese calibre no se celebra todos los días y la sensibilidad estaba a flor de piel.
El juego taronja alternaba aciertos y errores de bulto y cada vez que las diferencias se estrechaban por debajo de los 5 puntos, los de Jaka Lakovic volvían a abrir brecha. Los ecos del 98 retumbaban una y otra vez en la Fonteta cada vez que el balón se paraba. Tiempos muertos, tiempo entre cuartos, cualquier momento era bueno para traer aquella Copa a escena. Alfons Albert, Iñaki Zubizarreta, Maluenda, Luengo, Rodilla y un largo etcetera de aquel elenco nacional.
La aportación de todos los jugadores era importante y la defensa del Gran Canaria no tenía la eficacia de los primeros 10 minutos. Todos sumaban, todos anotaban en algún momento para conseguir dejar las diferencias reducidas a su mínima expresión al descanso.
Más celebraciones y vuelta a los errores
Como quien no aprende de sus errores, la falta de concentración del principio de partido se repitió tras el paso por los vestuarios. Nuevo estirón visitante y nuevamente tocaba remar para meterse en el partido. Al equipo de Mumbrú le costó volver de los vestuarios. Cuando quiso darse cuenta, la diferencia rondaba de nuevo los 10 puntos para los visitantes.
Esta vez fue menos coral que en la primera mitad y Shanon Evans y Chris Jones tomaron el mando anotador y decisorio. Todo pasaba por sus manos y por sus puntos. En esta ocasión la defensa si ayudó y el público se olvidó del pasado para empujar a los suyos en la semana previa a la Copa. Todo era Copa del Rey hoy en el pabellón. Pasado glorioso, presente en crecimiento y aliento para el futuro.
MVP, Clutch…llámalo Jones
Cuando más difícil se ponía todo, cuando parecía que el esfuerzo del viernes iba a pasar factura, entonces, emergió la figura de Chris Jones para definir el encuentro. Triples, entradas, canastas inverosímiles y una Fonteta encendida y que entendía que su apoyo era necesario ahí y ahora, alejándose de los recuerdos. Dicho y hecho. Brazos sin descanso, intensidad de piernas y un rebote más cerrado volcaron el partido del lado taronja. El resto lo puso el 7 hoy de blanco para resolver el partido y llegar con la moral suficiente para plantarle cara a los de Chus Mateo el jueves en Badalona.
@VicentSarrion
Fotos: @miguelangelpo67